El Museo del Espacio circular
El estudio Space Available y los arquitectos indonesios Sidarta y Sandjaja presentaron su proyecto para convertir un edificio de Bali, en Indonesia, en una institución dedicada al diseño circular, con una fachada realizada con 200 mil botellas de plástico recicladas.
El Museo del Espacio Disponible (MoSA) alberga una galería y una barra de reciclaje donde se pueden dejar prendas usadas para darles una nueva vida.
El estudio tiene la intención de que el lugar muestre su trabajo y las contribuciones de artistas, diseñadores y científicos, centrado en innovaciones en el reciclaje de plástico, biomateriales y la vida circular que forman un archivo de “posibilidades futuras”.
“Nuestros objetos y productos están hechos a mano, no hay dos iguales debido a su naturaleza artesanal. Necesitamos el lugar para mostrar este proceso y resaltar la cultura artesanal en un entorno que le dé valor”, señaló el estudio.
Space Available renovará un edificio de dos pisos abandonado al darle una fachada “llamativa”, que representa su visión del centro y captará la atención de los transeúntes.
La fachada y la señalización, junto con algunos artículos interiores, se hicieron a partir de 200 mil botellas de plástico de desecho, “un suministro interminable” en Indonesia y una amenaza para sus vías fluviales. El plástico se trituró, se espolvoreó en un molde de láminas y se calentó para convertirlo en paneles de tonos azules que se encuentran en el exterior del edificio.
La fachada fue pensada para que pareciera una continuación de la línea del techo. Un recorte angosto de extremo a extremo y letras de gran tamaño sirven para romper la masa, mientras que las plantas que sobresalen agregan una sensación tropical.
En el interior, se despojó el edificio de su estructura central de hormigón y se eliminaron las particiones existentes para crear un espacio abierto, con paredes blancas y un techo de hormigón a la vista.
Mitchell fundó Space Available en 2020. El estudio produce productos y conceptos reciclados y circulares, como su silla estampada con hipnóticas espirales azules, también hecha con desechos. Bali es rico en cultura artesanal y la idea es preservar este enfoque con materiales que desafían los problemas ecológicos actuales.