Una escalera al cielo
El estudio holandés Architectuur Maken, con sede en Róterdam, ha completado De Niewe Herdgang, una escalera escultórica que se eleva 25 metros, creando una torre de vigilancia sobre el paisaje en las afueras de Tilburg, en los Países Bajos.
Ubicado en una colina poco profunda y en el centro de una concurrida intersección de tráfico, el pabellón fue el ganador de un concurso que invitó a jóvenes diseñadores a proponer formas para restaurar ese terreno abandonado.
La propuesta se basó en la historia del paisaje, que alguna vez fue rural, para crear esta escultura que se eleva en una esquina, logrando una forma que cambia a medida que los visitantes se mueven a su alrededor. “La forma se refiere a una intersección triangular donde los pastores juntaban el ganado y fundaban asentamientos”, explicó el estudio.
La torre se ve diferente desde cualquier punto, jugando con la dinámica de las carreteras y con vistas a las regiones circundantes. “El paisaje y la gente están inextricablemente vinculados. Esta obra hace explícita esa conexión y que el paisaje sea más accesible”, añadió.
Construida con un marco de acero galvanizado, la obra está revestida con tablones de madera que con el tiempo se volverán grises como la estructura de acero.
Las dos escaleras empinadas se encuentran en el punto superior, en una pequeña plataforma triangular que sobresale, desde donde se puede disfrutar del paisaje.
Los materiales, resistentes y de fácil mantenimiento, fueron el núcleo de un enfoque sostenible y se obtuvieran cerca del sitio. La construcción es robusta a pesar de su apariencia frágil y se ha prestado atención a los detalles para evitar la corrosión.
