El sitio de la construcción del sur argentino

Octubre 2011 - Año XXI
Editorial

Bahía Blanca y el uso de su red ferroviaria urbana

U

n colmado auditorio compuesto por profesionales y algunos estudiantes asistieron atentos el pasado 11 de julio en la Casa de la Ingeniería de Bahía Blanca a la exposición del Ing. Mariano Pombo, quien compartió detalles de la puesta en servicio de un “metrotren” para la ciudad de Mendoza y distritos vecinos. La charla, organizada por el Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, Distrito I, y el Centro de Ingenieros de Bahía Blanca volvió a poner sobre el tapete la necesidad que tiene esta ciudad de una utilización de su red ferroviaria urbana, ofreciendo mediante su uso un servicio de pasajeros que complemente las actuales líneas de colectivos y posibilite conectar diferentes barrios, sin agregar vehículos al caótico tránsito bahiense.

Ya en el año 1991 los ingenieros Jaime Serra y Eduardo Bellido, ambos con amplia experiencia en cuestiones ferroviarias, hicieron público un proyecto tendiente a mejorar el tránsito urbano de pasajeros. Con el nombre de Sistema Urbano de Transporte Liviano Guiado (SUTLG) proponían, entonces, aprovechar la rica infraestructura ferroviaria que posee la ciudad de Bahía Blanca analizando, incluso, extender su uso a localidades cercanas (Gral. Cerri, Ing. White, Cabildo y Punta Alta). Desde entonces, periódicamente se retoma con mayor o menor fuerza la idea de utilizar un “tren urbano”, viendo que esta capacidad ociosa podría muy bien ser utilizada para resolver, en parte, un sistema de transporte de pasajeros que tiene dificultades muy notorias, al pasar todas sus líneas por el centro de la ciudad.

En estos años han cambiado algunos paradigmas en la ciudad. Se pasó de un sistema de transporte de ómnibus compuesto por empresas locales a uno cuasi monopólico manejado por una empresa foránea que -siempre se sospechó- recibía subsidios nacionales, hecho éste que era muy mal visto cuando el reclamo provenía de los antiguos empresarios bahienses. Hoy se ha dejado sin efecto una concesión que no resultó una buena experiecia para los usuarios y casi nadie discute que su correcto funcionamiento, aunque sea con subsidios, brinda beneficios para toda la ciudad, reduciendo la posibilidad de que se generen accidentes costosos para la comunidad al disminuir el uso de motos o automotores, y mejorando la calidad del aire que respiramos, haciendo una ciudad más acogedera.

No debemos permitir el levantamiento de una red ferroviaria costosa y prácticamente en buenas condiciones. Sólo debemos pensar en cómo usarla, complementando el actual sistema de transporte de pasajeros a través de una opción diferente. El servicio, en una primera etapa, podría conectar los barrios del norte (La Reserva, Solares Norte, El Maitén, etc.) y, recorriendo las vías actuales, pasar por el Parque de Mayo, Estación Central, Barrios Juan López, Pedro Pico-San Martín, ex Estación Noroeste, Kilómetro 5-Noroeste hasta llegar al barrio Maldonado. Con pocas y ágiles unidades podría establecerse un servicio cada hora, durante el día, sin necesidad de hacer grandes cambios. No pensemos en un tren sino en un “colectivo que circule sobre las vías”, ágil, con capacidad de frenar en cada intersección, articulando una semaforización ferroviaria con la vial existente. Uniríamos, así, barrios de trabajadores con aquellos de gente más acomodada, en un servicio plural que busque reducir el uso vehicular en la ciudad. Podría extenderse este servicio, en horarios puntuales, hasta las localidades de Gral. Cerri e Ing. White.

Esperamos y deseamos que este tema sea parte de la agenda de nuestros políticos cuando discutan qué sistema de transporte de pasajeros buscan para Bahía Blanca. En la ciudad podrán encontrar profesionales debidamente capacitados para acompañar una iniciativa de esas características.

Ing. Ricardo R. Kloster
Director

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