El trabajo es una actividad fundamental en la vida de las personas y en el funcionamiento de la sociedad en su conjunto. Se define como la aplicación de esfuerzo físico o mental con el propósito de alcanzar un objetivo específico, ya sea producir bienes, brindar servicios, o contribuir al progreso y desarrollo en diversas áreas. Esta actividad puede ser remunerada o no, pero en ambos casos implica dedicación, habilidades y tiempo por parte del individuo.
Tiene sus raíces etimológicas en el latín tripalium, que era un instrumento de tortura compuesto por tres palos utilizados en la antigüedad. Sin embargo, a lo largo del tiempo, el significado de la palabra ha evolucionado hasta referirse a la actividad laboral en general. Esta evolución refleja la importancia histórica que ha tenido el empleo en la vida de las personas y en la configuración de las sociedades.
La R.A.E define trabajo como “Acción o Actividad de trabajar” o también “cosa hecha trabajando; especialmente obra artística, intelectual, científica o técnica”. Sin embargo, enfocándonos en el ámbito de la psicología del trabajo, podríamos hablar de una tercera definición: “Actividades realizadas con diversos objetivos como alcanzar metas, encontrar la solución de un problema o la producción de bienes y servicios”.
El trabajo otorga a las personas la posibilidad de alcanzar sus metas, sus sueños o sus objetivos de vida, además de considerarse una forma de expresión y, en parte, un plasma de la dignidad personal. El trabajo, como tal, puede ser abordado desde distintas áreas y con enfoques diversos.
En Argentina, la Ley N.º 27.399 establece que el 1 de mayo es feriado nacional por el Día del Trabajador, día que se conmemora la sangrienta represión que sufrieran, los obreros de la fábrica McCormick (Chicago, Estados Unidos), durante varios días de abril y mayo de 1886. El 1 de mayo la protesta fue acallada, a balazos, por las fuerzas represoras que causaron numerosos muertos y heridos. En esas épocas, la jornada del trabajador estadounidense podía extenderse hasta 18 horas. En Chicago, la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo agrupaba a la mayor parte de los asalariados y llevaba adelante una sostenida campaña para lograr que la jornada laboral se limitara a ocho horas. Este justo reclamo chocó con una cerrada oposición empresarial, circunstancia que impulsó a los obreros de Chicago a declarar la huelga. La protesta contó con una adhesión en todo el país de más de 5000 trabajadores, clamor que finalmente hizo ceder al sector patronal.
En nuestro país, la fecha fue celebrada por primera vez en 1890. Todos los años se realizan actos y manifestaciones que conmemoran las luchas y los derechos conseguidos por todos los sectores trabajadores. El 28 de abril de 1930, el entonces presidente Hipólito Yrigoyen instituyó formalmente la fecha como Fiesta del Trabajo en todo el territorio de la Nación. Los considerandos justificaban que es universalmente tradicional consagrar ese día como descanso al trabajo.
En 1947, se realizaba la primera conmemoración bajo el gobierno de Juan Domingo Perón, con discursos del secretario general de la CGT, Eva Perón y el entonces presidente. Los trabajadores celebraron la ampliación de derechos sociales del gobierno peronista, que promovía condiciones dignas y justas de trabajo.
En 1949 se plasmó la Declaración de los Derechos del Trabajador, formulada por el presidente Perón el 24 de febrero de 1947, que sintetizaba diez derechos básicos: derecho al trabajo, a una justa distribución, a la capacitación, a condiciones dignas de trabajo y de vida, a la salud, al bienestar, a la seguridad social, a la protección de la familia, al mejoramiento económico y a la defensa de los intereses profesionales.
Estos derechos, fueron posteriormente formalizados a través de un decreto del Poder Ejecutivo Nacional, el día 7 de marzo de 1947, bajo el número 4.865, y luego fueron incorporados en el artículo 37 de la Constitución de la Nación Argentina, sancionada por la Convención Constituyente, el 11 de marzo de 1949.
Entre los derechos de los trabajadores se contemplan:
En cuanto a las obligaciones abarcan:
El trabajo no solo implica la dedicación diaria en el lugar de trabajo, sino también el esfuerzo constante y la perseverancia en la búsqueda de un mundo más justo y equitativo para todos. En este Día del Trabajo, renovamos nuestro compromiso de apoyar los derechos laborales, promover la igualdad de oportunidades y construir un futuro donde cada trabajador sea valorado y respetado. A medida que reflexionamos sobre los desafíos y logros del pasado, miramos hacia adelante con determinación y esperanza. Reconocemos que aún hay mucho por hacer para garantizar condiciones laborales justas, salarios dignos y un acceso equitativo a oportunidades laborales para todos.
El Día del Trabajador de la Construcción, celebrado el pasado 22 de abril, resalta el papel esencial de estos trabajadores en desarrollo de infraestructuras. En un contexto nacional delicado, esta fecha reconoce su contribución al crecimiento y progreso de la sociedad.
Esta celebración, establecida por la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) en el Convenio Colectivo de Trabajo del año 1975, es un reconocimiento a la labor y dedicación de quienes construyen el país desde sus cimientos. El artículo 19 del CCT 76/75 establece que este día es considerado pago no laborable para los trabajadores de la construcción que deseen celebrarlo. Es una oportunidad para que los obreros y obreras disfruten de un merecido descanso y reconozcan su importante rol en la sociedad.
Sin embargo, más allá de ser un día de descanso, el Día del Trabajador de la Construcción también es una jornada de reflexión y acción para los sindicatos del sector. Es una ocasión para renovar el compromiso con los compañeros de trabajo y reafirmar la lucha por mejores condiciones salariales y laborales. En este sentido, los sindicatos de la construcción aprovechan esta fecha para destacar los logros alcanzados en materia de seguridad laboral, capacitación profesional y derechos laborales, pero también para visibilizar los desafíos que aún quedan por enfrentar.
La industria de la construcción es fundamental para el desarrollo económico y social del país, y los trabajadores son el motor que impulsa su crecimiento. Por ello, en este Día del Trabajador de la Construcción, es importante reconocer su esfuerzo y compromiso, y seguir trabajando juntos hacia un futuro mejor para todos los que forman parte de esta importante actividad económica.