Febrero 2024
Empresas y servicios

La chapa que te hace ahorrar energía

Das Dach fabrica sus chapas en polipropileno, un material súper versátil, flexible y resistente, el mismo material de los recipientes de alimentos que suelen ir al microondas y resisten perfectamente altas temperaturas.

Das Dach es una empresa Argentina especialista en la fabricación de productos de polipropileno (de ahora en más PP) para techos. Fabrican chapas plásticas de alta flexibilidad, traslúcidas, aplicando ingeniería y tecnología de última generación, logrando así una gran calidad, con excelente resistencia y durabilidad. Se utiliza PP para todas las líneas de productos, ya que es uno de los materiales plásticos con mejores propiedades mecánicas, lo que garantiza un producto de calidad superior. La empresa integra un grupo empresario con mucha historia en plásticos para la construcción (Isolant SA, Industrias Saladillo SA); desde esa base deciden proveer al mercado de un producto acorde a los requerimientos de las construcciones más exigentes.

Su flexibilidad permite que no se quiebre, y también resiste a la mayoría de los agentes químicos que pueden afectar a otros materiales. A diferencia de la típica chapa “plástica” de fibra de vidrio, es que ésta se amarillea, mientras que las chapas del PP no alteran su color blanco lechoso en toda su vida útil. Dado que la función principal de este tipo de chapas es facilitar el paso de luz para ahorrar energía, el amarilleo afecta considerablemente esta función principal.

El color blanco de las chapas Das Dach difunde la luz de forma pareja y, al mismo tiempo, actúa como una barrera para el calor. Esto la diferencia de las chapas plásticas transparentes, como un vidrio, que permite que pase el calor directo y no dispersa la luz.

Su grosor puede ser de 1,1 mm o 1,8 mm protegida con aditivos UV en todo su espesor, lo que le otorga una vida útil de 5 a 10 años (1,1 mm) y de 10 a 15 años (1,8 mm), o incluso más dependiendo, la forma de colocación, ya sea en el techo o en los laterales.

Estas chapas generalmente se utilizan en galpones, viviendas, natatorios, polideportivos, invernaderos, galpones de animales y en múltiples utilidades. Incorporarlas mejora el confort y contribuye al ahorro energético. Sus beneficios principales son los siguientes:

  • Luz blanca para siempre. Gracias a que están hechas de 100 % PP sin aditivos, las chapas permanecen blancas por toda su vida útil, sin ponerse amarillas u oscurecerse. Su luz blanca es como la de un tubo de luz fluorescente.
  • Ahorro de energía. Las chapas traslúcidas para techos permiten aprovechar más la luz solar. Ahorran energía y brindan un estilo decorativo distinto.
  • Traslucidad. El porcentaje de luz que pasa a través de la chapa está entre el 80 % y 85 % de la luz solar.
  • Flexibilidad. El PP es un polímero plástico de alta flexibilidad con excelentes propiedades mecánicas y químicas. Lo que significa que aguanta impactos y flexiones fuertes, logrando que no se quiebre al doblarla. Tampoco reacciona frente a químicos, no se oxida, no se honguea y no desprende fibras ni cambia de color con el tiempo.
  • Durabilidad. Gracias a la incorporación de un aditivo UV en todo su espesor (no es una lámina pegada en la superficie), resiste los rayos UV de 5 a 10 años en el caso del espesor de 1,1 mm y 10 a 15 años en el caso del espesor 1,8 mm, dependiendo de su ubicación en la instalación. En caso de utilizar las chapas en paredes laterales, la durabilidad aumenta considerablemente.
  • Aislacion. Según ensayos realizados con cámaras termográficas, esta chapa de PP, frente a las chapas de fibra de vidrio o policarbonato, poseen una menor emisividad superficial, logrando reducir el pasaje de calor hacia el interior. Esto quiere decir que, ante el mismo sol, nuestra chapa es más aislante del calor que la fibra de vidrio o el policarbonato.

Estas chapas ganan terreno en el mercado y sus ventajas las convierten en una de las más elegidas, gracias a su flexibilidad, durabilidad y multiplicidad de aplicación. Las chapas de Das Dach son una nueva opción a la hora de buscar revestir un techo.

Una tercera generación que toma la posta

El ingeniero Francisco May es nieto del hombre que dio inicio al mundo del polipropileno en la construcción argentina. Hoy nos narra su historia, contando los pormenores de cómo lograron convertirse en los pioneros en el rubro y mantenerlo a lo largo del tiempo.

“La historia de la empresa tiene sus comienzos con mi abuelo, quien empezó con el tema del polipropileno y polietileno hace muchos años con los caños, hoy Industria Saladillo. Estoy hablando de los años 50 más o menos, somos una familia muy arraigada dentro del rubro plástico de construcción. Empezó con los caños, mi abuelo, luego mi papá fundó Isoland, que es una empresa que hace espuma de polietileno para aislación. Después, hace 12 o 13 años con mi papá, quisimos continuar la impronta familiar de fabricar algo en el país que no se fabrique, algo innovador, dentro del rubro plástico de construcción. Eso hizo mi abuelo con los caños, cuando antes eran todos metálicos y él empezó con el polipropileno y el polietileno, luego mi papá con la espuma, que solía ser de lana de vidrio, dio inicio al uso de la espuma de polietileno y con mi papá pensamos en que yo emprenda un nuevo proyecto con la misma impronta. Entonces, la idea fue fabricar algo que no se haga en el país, innovador, pero siempre basándonos en la calidad. Esa es un poco la historia de cómo surgió Das Dach, que significa “el techo” en alemán, porque mi abuelo vino de Hamburgo, de Alemania, y de allí son nuestras raíces”, nos relata Francisco.

“Los objetivos de la empresa siguen siendo los mismos del comienzo. Nosotros arrancamos con la primera venta, yo la computo como el comienzo de la historia de la empresa, en febrero de 2013, o sea que el año pasado cumplimos 10 años. El objetivo siempre fue ser líderes del mercado y hoy, a una década de ese inicio, ya somos la chapa plástica que más se vende en el país. La idea es seguir ampliando los mercados, nosotros ya exportamos a Uruguay, Paraguay y Bolivia, pero el objetivo actual es explotar un poquito más los países vecinos, porque la chapa también funciona muy bien en esos lugares”, cuenta esperanzado con ampliar sus redes comerciales.

“¿Por qué elegimos el polipropileno para las chapas? Porque es un plástico que conocemos muy bien, hace muchísimos años lo trabajamos familiarmente: es un plástico muy noble, es un polímero muy leal que aguanta muy altas temperaturas como bajas, es termoformable y reciclable”, explica el ingeniero.

“Los productos que nosotros fabricamos son: la chapa de polipropileno lisa y acanalada, esta última en dos espesores diferentes. La chapa 1,1 es la común, la que más se vende, y la 1,8 es la más reforzada, pensando en más vida útil y en aguantar un poco más granizo. Nuestro producto es una chapa traslúcida que no se pone amarilla con el tiempo, flexible y a diferencia de nuestros competidores, más que nada de la fibra de vidrio, no altera su color, no se quiebra y tiene una vida útil muy buena. Y con respecto al policarbonato, nosotros tenemos muy buena relación calidad-precio. Por estos motivos somos la chapa plástica más vendida del mercado y eso nos enorgullece y nos motiva a seguir adelante con nuestros propósitos”, resume May, visiblemente comprometido con el futuro de la empresa y su progreso.


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