Marzo 2023 - Año XXXIII
Al Borde

The Line, la ciudad del futuro que los árabes construyen con rascacielos y paredes de vidrio

por Ing. Mario Minervino - @mrminervino1

“Una ciudad no se mide por su longitud y anchura, sino por la amplitud de su visión y la altura de sus sueños.” Herb Caen, periodista, ganador del premio Pulitzer

The Line, ese es el nombre de la increíble ciudad que los árabes comenzaron a construir en pleno desierto y que presentan como “la ciudad del futuro”. La Línea. Un nombre corto, conciso y contundente para un proyecto que parece más bien una ostentación de un país con dinero suficiente para acometer semejante obra, la cual seguramente servirá para filmar películas de ciencia ficción y que, desde su presentación, reavivó la eterna discusión sobre cómo debe ser y cómo debe funcionar una ciudad.

Hay varios ejemplos sobre ciudades planificadas, Brasilia es uno de ellos, siguiendo visiones de un mundo por venir que luego estuvo lejos de ser como lo imaginaron sus creadores.

The Line es una ciudad lineal, un concepto urbano ya existente a fines del siglo XIX, que se destaca por su extensión y que se desarrolla a partir de un eje central, como puede ser un camino o las vías de un ferrocarril. A ambos lados de ese eje se ubican las edificaciones, las plazas, las veredas, los lugares de encuentro.

En el caso del emprendimiento de los árabes la propuesta alcanza una monumentalidad casi de fantasía: 170 kilómetros de extensión, 200 metros de ancho y ocupada por rascacielos de 500 metros de alto. Pero no solo eso: tendrá ambos contornos de su recorrido cerrados con elevados muros vidriados, que tendrán un tratamiento espejado hacia el exterior.

“Esta ciudad será una revolución civilizatoria que pone al ser humano en primer lugar”. Así definió el proyecto el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, que además aseguró que The Line “pretende redefinir el concepto de desarrollo urbano y ofrecer un modelo de cómo deberían ser las ciudades del futuro”. Casi nada.

Aire puro

Más allá de sus descomunales medidas, The Line es apenas una parte del megaproyecto llamado Neom, una ciudad planificada ubicada en un sitios por demás singular: al noroeste de Arabia Saudita, al norte del Mar Rojo, al este de Egipto, al otro lado del Golfo de Aqaba, al sur de Jordania. Según el sitio oficial del proyecto (www.neom.com/en-us) Neom busca “revolucionar la forma en la que las sociedades urbanas interactúan con el medio ambiente. Está a la vanguardia, con soluciones creativas para resolver los problemas de las ciudades. Para eso contamos con las mentes más brillantes en arquitectura, ingeniería y construcción”, dijo Mohammed bin Salman.

La idea que más destacan los hacedores del emprendimiento es el cuidado que se tendrá del medio ambiente, la comunión con la naturaleza y la idea de generar una ciudad de “5 minutos”. Poco se dice de cómo será la vida en el lugar, como funcionará el contacto humano, si no será otro caso como el de Brasilia, a la que alguien definió como “una ciudad sin alma”.

Las ciudades lineales: una idea del siglo XIX

“Voy a entretener vuestra atención con algunas consideraciones acerca de la ciudad lineal, invención que por sí sola se recomienda a la general benevolencia, porque tiende a reducir la mortalidad de cuarenta por mil de las grandes capitales de población aglomerada a la de veinte por mil de las poblaciones rurales o diseminadas”. Arturo Soria y Mata, 1894.

Las ciudades lineales son, por definición, aquellas formadas a lo largo de un camino, tan primitivas como Siria o la antigua Estigia. Esa idea fue la sostenida como modelo por el ingeniero español Arturo Soria y Mata (1844-1920), propuesta que es considerada como la experiencia urbana “más singular y novedosa” que realizó Madrid durante las últimas décadas del siglo XIX. La propuesta se basa en unir dos núcleos urbanos mediante un recorrido lineal

A diferencia de las ideas descentralizadoras que proponía en Londres el urbanista Ebenezer Howard (1850-1928), consistentes en crear satélites urbanos con forma de ciudad-jardín, Soria partía de la idea de ordenar, a escala territorial, núcleos urbanos existentes mediante un medio de transporte que, en su caso, uniría los pueblos de Pozuelo, Carabanchel, Villaverde, Vallecas, Vicálvaro, Canillas, Hortaleza y Fuencarral.

Soria obtuvo el permiso para llevar adelante su idea en 1892 y construyó una línea de ferrocarril-tranvía de 48 km para enlazar esas poblaciones.

La calle central de su ciudad tenía un ancho de unos 40 metros y articulaba el tejido residencial con los comercios, los lugares de ocio, las escuelas y otras instalaciones. A uno y otro lado de este eje se abrían calles transversales de 20 metros de ancho, separadas unos 80 o 100 metros, y también se disponían otras de forma paralela.

La Ciudad Lineal tuvo su momento de esplendor y en 1911 contaba con 4000 habitantes y 700 viviendas. Sin embargo, después de la muerte de Soria y Mata, la propuesta entró en una progresiva decadencia que dio lugar a su alteración y banalización.

Caminar entre torres

“En Cloe, gran ciudad, las personas que pasan por las calles no se conocen. Al verse imaginan mil cosas las unas de las otras, los encuentros que podrían ocurrir entre ellas, las conversaciones, las sorpresas, las caricias, los mordiscos. Pero nadie saluda a nadie, las miradas se cruzan un segundo y después huyen, husmean otras miradas, no se detienen”. Italo Calvino, Las ciudades invisibles.

The Line será una ciudad autónoma dentro de Neom, diseñada para funcionar entre dos filas paralelas de edificios de 500 metros de alto, los cuales estarán conectados entre sí mediante pasarelas y puentes.

Estará aislada, emplazada en un terreno que varía de costero a montañoso y desértico. No tendrá carreteras, será alimentada por energía renovable y el 95 % de la tierra será destinada a establecer contacto con la naturaleza. Para moverse en su interior habrá un sistema de transporte público, “con cero contaminación y cero tiempo de espera”.

Su desarrollo ocupará 34 km2 (el 10 % de la superficie de la provincia de Buenos Aires) y albergará 9 millones de habitantes (la mitad de la población bonaerense).

Estará dividida en módulos, cada uno con su propio centro comercial y administrativo, con los servicios necesarios a menos de cinco minutos caminando. En caso de querer salir de un módulo hacia otro, un transporte recorrerá la ciudad de extremo a extremo en 20 minutos.

Otra característica del proyecto es que estará organizado en tres capas: una peatonal, a nivel de la superficie, llena de espacios abiertos; una segunda de “servicio”, más baja; y una última que será la “columna vertebral” de transporte, con un “tránsito de ultra alta velocidad”.

Las proyecciones apuntan a que para 2030 unas 1,5 millones de personas podrán estar viviendo en The Line, y la totalidad de la ciudad se estima se termine en 50 años.

Las primeras imágenes tomadas en 2022 dieron cuenta que el proyecto había comenzado. Fueron fotos captadas con drones, propiedad de Arabia Saudita Ot Sky, que muestran camiones y máquinas excavadoras marcando el que será el camino principal.

Además de The Line, Neom incluirá a Oxagon, un complejo industrial flotante; Trojena, un lugar para practicar deportes; y Sindalah, una isla de lujo en el Mar Rojo.

Paseos peatonales, también lineales

Ha habido también en el mundo una idea de desarrollar paseos lineales de carácter peatonal, que aprovechan franjas de terrenos en desuso, como puede ser el trazado de una vía férrea abandonada. Un modelo es el paseo High Line, una pasarela ajardinada de 2,33 km de recorrido en Manhattan, Nueva York. Es un parque generado en una sección elevada de la línea East Side Line de la desaparecida compañía New York Central Railroad. Tras la caída en desuso, en 1980, se planteó su demolición pero la asociación Friends of the High Line logró modificar esa idea y generar ese nuevo espacio.

El proyecto se inspira en la belleza de la ruina posindustrial y crea una serie de microclimas urbanos. El pavimento está formado por piezas de hormigón con huecos donde crece la hierba. El mobiliario incluye bancos y sillones fabricados con gruesos tableros de madera. La iluminación es de luces led situadas por debajo del ángulo de visión para crear un itinerario confortable y seguro.

Esta obra está inspirada en el Coulée verte René-Dumont, de París, un proyecto similar, de 4,7 km completado en 1993. Es una suerte de jardín público lineal que sigue el recorrido de una antigua línea de tren. Parte de su trazado trascurre a 10 metros de altura, sobre el viaducto de las Artes.

En Bahía Blanca, una idea en diagonal

En 2017, el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPEEC), realizó un estudio la ciudad con la idea de fortalecer la relación ciudad-puerto, considerado “un tema urbano esencial”. Para ello se planteó materializar una diagonal o corredor verde de 9 km, como soporte de varios proyectos paisajísticos y una infraestructura que funcione como herramienta para la integración y el desarrollo de los barrios. La propuesta puede verse en www.cippec.org/publicacion/hacia-el-desarrollo-urbano-integral-de-bahia-blanca/.

Por otra parte, hay un muy buen ejemplo de paseo lineal peatonal de casi 5 km ya consolidado. Se inicia en calle Sarmiento —con el Paseo de las Esculturas—, continúa por el borde del arroyo Napostá, atraviesa el parque de Mayo y luego se extiende por el denominado Paseo de la Mujer, siguiendo la traza del que iba a ser el Camino de Cintura, jamás construido.


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