Marzo 2025

El uso de residuos radiactivos para construir carreteras en Florida, Estados Unidos

En lo que fue una implementación que causó muchas polémicas, el estado norteamericano proyectó la utilización de fosfoyeso, un residuo radiactivo proveniente de la industria minera que se lo vincula con la compleja enfermedad de cáncer de pulmón.

En Florida, una iniciativa reciente puso al estado en el centro de un debate global sobre el uso de materiales radiactivos en lo que refiere a infraestructura. La propuesta consiste en emplear fosfoyeso, un subproducto de la industria de fertilizantes, como base para construir carreteras. Este material, que contiene elementos radiactivos, fue tradicionalmente confeccionado en grandes montículos para limitar su impacto en la salud y el medioambiente. Sin embargo, el nuevo proyecto busca convertirlo en una alternativa para reducir costos y dar un uso funcional, en construcción de carreteras, a este residuo industrial.

La medida generó opiniones divididas. Por un lado, están quienes ven una oportunidad para innovar en la gestión de desechos. Por el otro, surgen críticas que alertan sobre los riesgos de exponer a las comunidades cercanas a materiales peligrosos. Con el aval inicial de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el debate parece que recién comienza por la variedad de miradas.

¿Qué es el fosfoyeso y cómo se produce?

El fosfoyeso es un material residual generado durante la producción de fertilizantes a partir de la roca fosfórica. Este proceso separa elementos como el uranio y el radio, quedando estos últimos concentrados en el material desechado. Uno de los principales riesgos asociados al fosfoyeso es que, al momento de descomponerse, emite gas radón, un compuesto radiactivo e incoloro que se lo relaciona con el cáncer de pulmón tras exposiciones prolongadas.

Actualmente, la regulación en Estados Unidos exige que este material se almacene en estructuras llamadas pilas de ingeniería, diseñadas para contener el material y prevenir la liberación de contaminantes al medioambiente. Estas pilas, que pueden alcanzar cientos de metros de altura y ocupar extensas áreas, se convirtieron en una característica prominente del paisaje en regiones donde la minería de fosfatos es común. Aunque son eficaces para contener los riesgos inmediatos, también representan un desafío logístico y ambiental a largo plazo debido a su tamaño y mantenimiento.

Un experimento piloto con alcance limitado

La EPA aprobó un proyecto piloto liderado por Mosaic, el mayor productor de fosfatos de Estados Unidos, para probar la viabilidad del fosfoyeso como material de base en carreteras. Este ensayo consiste en construir cuatro tramos de prueba dentro de las instalaciones de la compañía en New Wales, condado de Polk, Florida.

Según la EPA, el proyecto estará sujeto a estrictos controles para garantizar que los riesgos se mantengan en niveles “bajos”. Aún así, esta autorización no implica un permiso generalizado para usar el material en obras fuera del ámbito experimental. Cualquier aplicación a mayor escala requerirá nuevas evaluaciones y la aprobación de las autoridades reguladoras.

El radón es una de las principales preocupaciones asociadas al uso del fosfoyeso. Este gas, que no tiene olor ni color, es la segunda causa principal de cáncer de pulmón en Estados Unidos, con más de 20.000 muertes anuales atribuidas a la exposición prolongada. Los grupos ambientalistas advierten que la construcción de carreteras con fosfoyeso podría aumentar el riesgo de exposición tanto para los trabajadores como para las comunidades cercanas.

Además, existe la preocupación de que el material pueda contaminar fuentes de agua si no se maneja adecuadamente. Florida ya enfrentó problemas en el pasado relacionados con el fosfoyeso. En 2021, una brecha en una pila de almacenamiento en Piney Point resultó en el derrame de millones de litros de agua contaminada en la bahía de Tampa que causaron daños ambientales significativos.

El ahorro y sostenibilidad como principales argumentos a favor

Los defensores de esta iniciativa argumentan que el uso del fosfoyeso en infraestructura podría ofrecer beneficios económicos y ambientales. Jackie Barron, portavoz de Mosaic, destacó que este material podría ser una alternativa más económica que los materiales tradicionales como la roca caliza. Además, dar un uso al fosfoyeso ayudaría a reducir el crecimiento continuo de las pilas de almacenamiento, que representan un pasivo ambiental significativo.

“Si podemos encontrar una aplicación útil para este material y al mismo tiempo reducir los impactos negativos, vale la pena explorar esa posibilidad”, declaró Barron.

El uso del fosfoyeso en calles estuvo rodeado de incertidumbre política y regulatoria. Durante la administración de Donald Trump, la EPA permitió su aplicación en construcción vial, pero esta decisión fue revertida por la administración de Joe Biden. A nivel estatal, Florida aprobó una legislación que amplía la lista de materiales permitidos para carreteras, aunque el Departamento de Transporte aún debe decidir si este cumple con los estándares necesarios.

Riesgos y oportunidades en un innovador proyecto

El proyecto piloto en Florida podría marcar un precedente importante para el uso de materiales no convencionales en infraestructura. Si bien ofrece la promesa de reducir costos y gestionar residuos de manera más eficiente, también plantea preguntas complejas sobre la seguridad y el impacto ambiental.

La experiencia de Florida será observada de cerca por otros estados y países que enfrentan problemas similares con desechos industriales y que tienen en la mira propuestas del mismo tipo. El equilibrio entre aprovechar un recurso potencialmente útil y proteger la salud pública será clave para determinar el éxito o fracaso de estas iniciativas.


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