El 16 de diciembre de 2024 se cumplió un año del mayor temporal que sufrió Bahía Blanca en su historia. Un fenómeno climático que en poco más de dos horas –entre las 19 y las 21– arrancó 14 mil árboles de las veredas, afectó de diversas maneras a unas 10 mil viviendas, generó daños en cerca de 200 escuelas y al menos 50 clubes.
Esto sin contar la cartelería dañada, paredones caídos, automóviles aplastados, toldos volados y decenas de consecuencias más como productos de ráfagas de hasta 140 km/h y una lluvia torrencial que hicieron un combo fatal.
Ha transcurrido un año del hecho, que no es nada considerando la magnitud de los daños materiales sufridos, pero ya se advierten los resultados del accionar desde el ámbito estatal, privado y de la sociedad en su conjunto.
Aquí haremos un paréntesis para mencionar el doloroso hecho que convirtió lo ocurrido en una tragedia: el fallecimiento de 13 personas que resultaron aplastadas por un paredón que se derrumbó en el club Bahiense del Norte. Por esto, el aniversario se vio cargado de una tristeza y dolor diferente.
En medio de este contexto de conmoción, surgió la necesidad de una rápida y eficaz respuesta ante las múltiples urgencias que dejó el temporal. El intendente municipal, Federico Susbielles, llevaba apenas una semana en el cargo cuando tuvo que ponerse al frente de la situación generada por el temporal. Tenía amplia experiencia en la gestión pública, lo cual le permitió de inmediato conformar un comité de crisis con todos los actores necesarios para atender, en primer lugar, las emergencias.
Por su parte, la reacción ciudadana fue clave, a partir de acciones solidarias, de donaciones y ayudas. A eso se sumaron las instituciones, clubes y algunas empresas (Cooperativa Obrera Limitada, Codimat), además del personal municipal de Defensa Civil, policía y cuerpos de bomberos.
A los pocos días comenzaba a conformarse el plan para atender las necesidades. Una de las decisiones más trascendentes que tomó el jefe comunal fue lograr el compromiso de varias empresas locales en aportar recursos económicos.
Con un aporte estimado de 2300 millones de pesos, se comenzó a trabajar en dos ejes principales: por un lado, el padrinazgo empresarial a los clubes afectados de manera severa y, por otro, un mecanismo de subsidios para los que sufrieron daños de menor impacto.
El anuncio fue realizado en conjunto por Susbielles y representantes de las empresas DOW, MEGA, Profertil, UNIPAR, TGS Cerri, OLDELVAL, Pampa Energía, TRAFIGURA, REMAX y McDonald’s, a cada una de las cuales se le asignó un club con el cual trabajar.
“Cuando nos unimos los bahienses somos capaces de cosas extraordinarias. Nuestra historia lo confirma y también este momento que estamos viviendo. Las empresas han demostrado un gran compromiso que nos permite generar esta acción público–privada”, indicó el intendente.
En un primer momento se consideró a los siguientes clubes con un grado de pérdida mayor: Bahiense del Norte, Estudiantes, Tiro Federal, Olimpo, El Nacional, Comercial, Villa Mitre, Barracas, Whitense, Bella Vista, Huracán, Pacífico, La Armonía, DUBA, Talleres, Sportivo Noroeste y Sansinena, con la siguiente asignación inicial: Estudiantes, Tiro Federal y Bahiense del Norte (Pampa Energía); Sportivo Noroeste y Sansinena (Trafigura); Talleres (Oldelval); Olimpo, El Nacional y Comercial (Dow); Barracas, Villa Mitre y Whitense (Mega); Bella Vista, Huracán, Pacífico y Defensores del Sur (Profertil); La Armonía (Unipar); DUBa. (TGS)
Asimismo, las 50 instituciones deportivas que registraron daños de menor grado contaron con un acompañamiento económico para su recuperación de las firmas REMAX y McDonald’s.
En cuanto a las escuelas dañadas, la municipalidad y la provincia unieron esfuerzos y aportes para concretar arreglos inmediatos que permitieran el normal desarrollo de las clases.
La otra gran apuesta del municipio se relacionó con el arbolado urbano. Para esta situación se presentó el programa Reverdecer Bahía, para afrontar la pérdida de 14 mil árboles (sólo en calles, a esto se suman otros tantos en plazas, parques y paseos) con el objetivo de plantar 28 mil ejemplares en 24 meses y llegar a 200 mil en 20 años. Durante 2024 se colocaron los primeros ejemplares, involucrando a 80 instituciones educativas, 100 asociaciones y 2500 terrenos de vecinos.
A los aportes municipales se sumaron la ONG Forestar Bahía –con el respaldo de la empresa Viterra–, el vivero Rayén Piukén, Huertas de la Bahía, el hogar Don Orione, así como el Ejército Argentino y numerosos vecinos. Además, la empresa Unipar se comprometió a donar 20.000 ejemplares en un plan a tres años. De esa cifra, 6000 se destinarán a la primera etapa de reforestación a través de su vivero, mientras que los 14.000 restantes se entregarán entre 2025 y 2027.