Noviembre 2024

Streamline Moderne

Más allá de parecer un juego de palabras, no sólo están allí para confundir o entretener, sino que ponen en evidencia las fisuras en nuestros pensamientos.

De las muchas manifestaciones que verifican esa situación, acaso una de las menos difundidas y consideradas es la denominada Streamline Moderne, una estética emparentada con el art decó pero también cercana al movimiento moderno, que con demasiada modestia aparece en los libros de historia de la arquitectura, en parte porque los lineamientos del Movimiento Moderno terminaron por barrer esta propuesta con la cual compartió las mismas décadas.

Hoy el Streamline es un estilo que maravilla, impacta y da cuenta de un tiempo que contuvo una curiosa mezcla de situaciones, desde una gran depresión económica, pasando por el impacto de la velocidad generado por modernos automóviles, impetuosos trasatlánticos y livianos aviones, y por una necesidad de mostrarse como parte de los nuevos tiempos, la voluntad de ser moderno.

Estados Unidos fue el país que mejor recibió esta alternativa de diseño y muchos de esos edificios se han convertido en puntos de atracción para profesionales, estudiantes y turistas.

El momento

Los años 30 conformaron un período de transición muy particular. El glamur todavía presente de los llamados “años locos” del 20 y la realidad de la Gran Depresión, generaron una época desconcertante que encontró una manifestación arquitectónica partir de una estética aerodinámica, pura, desprovista de toda decoración o referencia historicista.

La inspiración nació en las elegantes carrocerías cromadas de los automóviles, en las líneas curvas de los transatlánticos y en la magia de la aviación, todos símbolos de velocidad y movimiento.

La Feria Mundial de Chicago de 1933 fue un espacio clave para potenciar esa visión que además se intuyó como futurista.

El mal momento económico obligó a prescindir de ciertos detalles ornamentados y lujosos típicos del Art Déco y generar soluciones más asequibles, como el uso del estuco, el hormigón y los ladrillos de vidrio.

El enfoque también se desplazó hacia materiales industriales como el cromo y el acero. Para conseguir el aire futurista y la idea de velocidad, las superficies se pulieron para obtener un acabado brillante y se potenciaron las líneas limpias y curvas. La ornamentación se redujo al mínimo y los materiales se eligieron por su aspecto industrial y su durabilidad. Los aleros de hormigón de poco espesor y las ventanas redondas formaron parte de la propuesta.

Los detalles

Propio de esta arquitectura son los edificios de esquinas con bordes redondeados, tomando las formas aerodinámicas de los automóviles o aviones, simulando ser viviendas y edificios a punto de partir navegando por las calles.

Se puso énfasis en la horizontalidad, aportando líneas largas y amplias creando esa impresión de movimiento.

Cromo, acero y vidrio fueron los materiales preferidos para obtener superficies elegantes y brillantes. Ventanas de ladrillo de vidrio y tipo ojo de buey, barandillas y fachadas en forma de arco completan las principales características.

Otro componente interesante del estilo es que no se limitó a edificios monumentales o de gran escala. Las denominadas “casas barco”, estaciones de servicio, garajes y otras obras menores comenzaron a multiplicarse en paisajes urbanos barriales.

Si bien el Art Decó y el streamline surgieron a principios del siglo XX y ambos celebraban la modernidad, cada uno tenía su forma. El Art Déco es geometría, materiales suntuosos, como el mármol y las maderas nobles, inspiración en una gama de fuentes históricas que van desde el antiguo Egipto hasta los motivos de los nativos americanos, y una decoración de guardas geométricas y figuras humanas y vegetales.

El streamline abandonó los detalles ornamentados y los materiales costosos en favor de líneas suaves, materiales industriales, simplicidad y funcionalidad, emparentando las viviendas con las formas elegantes de automóviles, trenes y aviones que seguían el diseño art decó.

En cuanto a cierta relación entre el streamline y el Movimiento Moderno, ambos adoptaron el minimalismo y los materiales modernos, aunque este último, de la mano de los llamados Grandes Maestros (Gropius, Van de Rohe y Le Corbusier) priorizó la experiencia humana en el diseño residencial, buscando un resultado utilitario y simple, la casa como “una máquina de vivir”.

Ejemplos icónicos de la arquitectura aerodinámica

Más allá de un hilo común y conductor en el streamline, la amplitud de diseño permitió una variedad enorme de modelos. Cada edificio conforma una obra única, propia, casi de marca. Los siguientes ejemplos son algunos hitos de esta propuesta.

Auditorio Pan-Pacífico, Wurdeman and Becket, Los Ángeles, California, 1935:

Construido como sede de convenciones, eventos y conciertos, se convirtió en un icono de Los Ángeles. Su característica más llamativa eran los cuatro pilones que se elevaban desde la fachada como si estuvieran cortando el aire. Las líneas horizontales y las superficies redondeadas ejemplificaban la fascinación por la velocidad. Fue destruido por un incendio en 1989.

Almacén Hecht, Washington DC, Abbott, Merkt & Co, 1937:

Su característica distintiva es el uso de ladrillos de vidrio en amplias bandas horizontales. Las esquinas redondeadas combinadas con ese énfasis horizontal le dan un aspecto futurista. Es la tendencia del Streamline aplicada a edificios industriales y comerciales. Hoy, Hecht Warehouse se ha reutilizado para apartamentos de lujo.

Edificio Coca-Cola, Robert V. Derrah, Los Ángeles, California, 1939:

Es un barco gigante atracado en la ciudad. Sus esquinas suaves y curvas y las ventanas tipo ojo de buey se inspiran en los transatlánticos de época. El diseño simbolizaba el estatus de Coca-Cola como marca global. Los detalles minimalistas enfatizaban la idea de eficiencia, modernidad y movimiento. La fachada de estuco blanco, las barandillas de metal pulido y el uso del cromo realzaban su apariencia.

Estación de autobuses Greyhound, Noland Van Powell, Arkansas, 1937:

Ubicada en Blytheville, es la última terminal Art Moderne que queda en pie en Arkansas. Presenta paneles de Vitrolux azul, con detalles en marfil, ventanas con formas curvas y marquesinas para crear una sensación de movimiento. El icónico letrero refuerza esa impresión.

Estación Union Pacific, Las Vegas, 1939:

Diseñada por HL Gogerty, esta estación ferroviaria se construyó en 1940 para reemplazar la estación original de estilo español. Una verdadera postal del estilo, fue demolida en 1970 y reemplazada por un hotel en cuyo interior funcionaba la nueva estación.n

Se dice que toda arquitectura es producto de su época.No hay estilo que no manifieste un momento de la historia, una manera de sentir, una situación social o económica, una búsqueda.


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