Julio 2024
Construcción

Una Sinfonía en dos Tiempos: lo antiguo y lo moderno fusionados

En el mundo de la arquitectura y la construcción, una tendencia fascinante está ganando terreno: la fusión de lo antiguo y lo moderno. Este enfoque no solo celebra la rica herencia del pasado, sino que también abraza la innovación y la tecnología contemporánea, creando espacios que son a la vez nostálgicos y futuristas.

El género industrial surgió en Nueva York durante los años 50, cuando los incipientes artistas comenzaban a instalarse en las grandes fábricas abandonadas, siempre en búsqueda de espacios abiertos y luz natural. Con el paso del tiempo, el estilo evolucionó y los lofts se convirtieron en su sello distintivo.

Las cocinas industriales dejan los materiales a la vista y muestran las estructuras al desnudo. El clásico ejemplo son las vigas de madera sin tratar, el ladrillo a la vista, el hierro y hormigón al descubierto, ventanas sin cortinas, tuberías y caños que pasan por fuera del cielorraso y paredes.

Puede encajar perfectamente con las tendencias más dominantes hoy en día, como el minimalismo o la vuelta a la artesanía y a las piezas hechas a mano o heredadas, el llamado “estilo vintage”. Estas combinaciones nos permiten crear espacios muy chic y actuales capaces de conquistarnos con su sencillez.

Un aspecto importante a considerar es el número de aberturas de puertas y ventanas: la presencia de características estructurales son cosas que pueden afectar al número de muebles, el tamaño y su disposición.

Los lofts ofrecen espacios donde la decoración, los objetos y el equipamiento adquieren un rol esencial a la hora de transformar ambientes industriales en verdaderos hogares. Con grandes superficies sin divisiones, estos espacios incorporan zonas comunes conectadas entre sí con mucha luz y destacado aspecto fabril. El espacio vacío, en tanto, constituye un elemento preponderante. En esencia, los muebles y elementos que caracterizan la estética fabril son piezas recuperadas, ya sea de oficios tradicionales o industriales.

Puntos claves de lo industrial

Los principios del estilo industrial en las cocinas se basan en la estética de aquella época, pero aplicada a la actualidad y al propósito de la habitación. La base es definitivamente el minimalismo; si no sirve para algo, no hace falta tenerlo. De ahí que los lofts que se crearon en las fábricas, sigan ese pretexto. De hecho, también entra en escena la mentalidad del segundo uso, de utilizar objetos que se han creado con una función para otra totalmente distinta y así no tirarlos si ya no podían realizar su función. Quizá por eso este estilo ha creado tanta tendencia, ya que sigue una de las máximas reglas del interiorismo más actuales: la vuelta a la naturaleza y su respeto, la sostenibilidad de la decoración y el valor de la artesanía. Así se les da a objetos que se iban a tirar, una nueva oportunidad de vida para que formen parte de los hogares con nuevos diseños y funciones.

Aunque el objetivo principal es la sencillez y que todo esté a la vista, es mejor analizar punto por punto sus características si se quiere conseguir la cocina de estilo industrial de nuestros sueños:

  • Sencillez: tantos los materiales como la elección de muebles tienen que guiarse por la simplicidad y la utilidad. De ahí que suela utilizarse, por ejemplo, acero inoxidable, ya que es un material resistente y duradero. No es necesario complicarse mucho en esconder elementos que no deberían verse, como las tuberías y las cañerías del gas, la electricidad o el agua, puesto que ayudan a reforzar la estética industrial por la sencillez del pensamiento.
  • Combinación de materiales: si bien es fundamental el uso de metales para este tipo de cocinas, la madera también tiene una importancia en ellas a través de madera vieja o desgastada en forma de vigas, utensilios antiguos, estanterías, mesas, sillas, entre otros. Existen cientos de objetos que pueden ser la mejor incorporación para estas cocinas y así añadirles un toque vintage. Cualquier superficie ruda de madera, como aquellas partes con vetas o nudos marcados y ennegrecidos, también quedarán perfectas en estos ambientes.
  • Look de laboratorio: y es que, en realidad, las cocinas y los laboratorios tienen mucho más en común de lo que parece; en ambos lugares se experimenta para conseguir un resultado que puede no ser el esperado, haciendo que el lugar quede hecho un desastre. De ahí que se escojan materiales en ambos espacios que sean fáciles de limpiar y que no se manchen. Se puede utilizar, por ejemplo, un banco de trabajo central de limpieza y un área de trabajo en la cocina que transmita sensación de pulcritud, rigurosa y aséptica.
  • Incorpora tu personalidad: por supuesto, nada tiene sentido si la cocina no representa a los habitantes del lugar. Por muy fiel que quieras ser al estilo original, recuerda poner tu esencia a la misma. Lo mejor es apuntar todas las cosas que necesites y consultarlas con el equipo de diseño que lleve tu cocina. Y si el diseño corre por tu cuenta, es imprescindible que la cocina sea práctica y cubra las necesidades de tu hogar.
  • Desnudez: este estilo permite que elementos que no se deberían ver estén a la vista y no se intenten esconder. Existe una especie de necesidad de mostrar la verdadera “cara” de una construcción, definiendo un estilo auténtico y desacomplejado.
  • La luz: la iluminación es uno de los puntos más elementales de la cocina, ya que es necesario poder ver adecuadamente para llevar a cabo todas las labores que intervienen en esa estancia. Además de eso, la luz que se escoja también condicionará el diseño industrial de la cocina. Utiliza focos grandes colgantes sobre la isla de cocción. Eso sí, esta luz te dará un enfoque concreto a la cocina. Si no es lo que quieres o necesitas que tu cocina transmita un poco más de serenidad, opta por una iluminación tenue. Siempre será buena idea en una cocina situar varios puntos de luz, dependiendo de las zonas que más se utilicen para trabajar.
  • No todo es el gris: aunque por la elección de materiales (metal, aluminio, acero inoxidable) este será el color que predomine, no son los únicos que podemos usar. Antes mencionamos la madera vieja o usada para dar un toque un poco más cálido y vintage, pero también podemos añadir perfectamente mármol o piedra combinándolos con los elementos metálicos para crear una fusión de estilos muy interesantes y capaces de encajar perfectamente. Esta es, de hecho, una de las principales premisas del diseño industrial: jugar con lo que se tiene para no comprar nada.

El estilo industrial y el contemporáneo

La practicidad y pulcritud de las cocinas de estilo industrial hacen que sean irresistibles para muchas personas que buscan una cocina limpia y sencilla. Sin embargo, los estilos deben evolucionar con el tiempo en el que vivan. Hoy en día, las cocinas industriales también tienen toques de color gracias a plantas aromáticas que llenan el espacio de colores más vivos, además de transmitir todo tipo de aromas.

Como el objetivo es aprovechar todos los elementos con los que contamos, también se pueden dar más toques de color y originalidad con la vajilla o los paños de cocina. Se podrán utilizar pequeños elementos decorativos que acabarán de formar la zona de cocción y aportarán una perspectiva personal y única. Sin embargo, si se busca un estilo industrial puro, debemos utilizar una decoración y utensilios de colores neutros y muy sencillos, nada que no se salga de la norma o del estándar.

La magia de este estilo es que se adapta muy bien a casi cualquier tipo de fusión, pudiendo incorporar elementos decorativos distintos sin que ambas partes choquen. Incluso, se puede ir un paso más allá y utilizar colores llamativos y formas desiguales en vasos o en tarros, por ejemplo.

Al final, lo que importa es que sea un espacio en el que se esté a gusto, que sea útil (sobre todo tratándose de una cocina) y que nos represente.


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