Teddi tenía entonces 39 años de edad y desde 1905 se desempeñaba como ingeniero-arquitecto-constructor en nuestra ciudad. Había nacido en Italia en 1883, llegando a nuestro país siendo apenas un niño.
Por entonces sus obras eran mayormente viviendas, muchas de ellas de las denominadas casas chorizo, típico modelo de las primeras décadas del siglo XX, apropiadas para construir en lotes de terrenos angostos, en los cuales se recostaban las habitaciones sobre una de las medianeras, ubicadas en fila, con sus puertas dando a una galería. Al fondo, la cocina y el baño.
En su momento Teddi había ganado merecido prestigio, al punto que se lo mencionaba como “un activo contribuyente” para que la construcción local abandonase “los viejos cánones de aspecto pobre”, infundiendo en las obras “un soplo vivificador de ideas, concordes con el progreso de nuestro siglo”. Fue en ese contexto que logró dar el gran salto.
En 1922 Teddi ganó la primera licitación importante de su carrera para la construcción de la sucursal del banco Hipotecario Nacional (BHN) de Bahía Blanca, monumental edificio a erigirse en la esquina de la avenida Colón y Vicente López.
Una de las ventajas que tuvo para acceder a esa obra fue que la entidad decidió licitarla por partes, de modo de alentar la participación de las empresas locales. Ese primer llamado estuvo destinado a la estructura de acero y de hormigón armado y a las tareas de albañilería. Luego, Teddi fue obteniendo el resto de los trabajos hasta la entrega del edificio, en octubre de 1926.
Ese mismo año, presentó la propuesta más baja para la construcción de otro edificio monumental: la Escuela Centenario de Bahía Blanca (Actual Escuela Nº 2, Gobernador Valentín Vergara), ocupando la primera cuadra de calle Vieytes, entre calle Moreno y la avenida Colón. En esa ocasión compitió con las firmas de Francisco Marseillán, Adalberto Pagano y Justo José Querel. Esta obra fue inaugurada en abril de 1928, aún en construcción, y habilitada en marzo de 1929.
En 1910 el arquitecto Joaquín Saurí, de destacada labor en Bahía Blanca, presentó a la municipalidad su propuesta para construir el teatro Municipal, en la manzana ubicada en el remate de la avenida Alem y Alsina. El proyecto fue acompañado con un detallado presupuesto elaborado por Teddi. Fue uno de los varios edificios evaluados por el intendente Jorge Moore, aunque finalmente se inclinó por una propuesta de Jacques Dunant y Gastón Mallet.
Ese mismo año, Teddi y Saurí unieron talentos para la construcción de la vivienda de Miguel Vilela, en calle Fitz Roy, casi Brown, un edificio de líneas Art Nouveau inventariado como bien patrimonial de Bahía Blanca.
En aquellos años Teddi debió montar su empresa con todas las letras en cuanto a administración y organización, ya que de manera simultánea a los trabajos en Bahía Blanca firmó los contratos para la construcción de dos sedes bancarias en La Plata, la de los bancos Hipotecario y Comercial, ambos ubicados en la avenida 7 y 49, uno en diagonal frente al otro, ambos realizados de manera simultánea y en coincidencia con las obras de Bahía Blanca.
En el caso del BHN platense se mencionó que se trataba de una obra “de alto vuelo arquitectónico” (su diseño es similar al de Bahía Blanca), mientras que el banco Comercial, rematado por una esbelta cúpula, fue definido como de “relevantes méritos”.
Las cuatro obras que levantó entre 1922 y 1930 en Bahía Blanca y La Plata siguen de pie, aunque no todas han corrido la misma suerte. Mientras que en La Plata el ex BHN funciona como anexo de la Cámara de Senadores, con lo cual se mantiene en buenas condiciones, y el ex banco Comercial acaba de ser puesto en valor, utilizado por el Ente Municipal, en Bahía Blanca el ex BHN lleva más de un década desocupado, sin destino ni uso, sufriendo las consecuencias de la falta de mantenimiento. La Escuela 2, entre tanto, se encuentra rodeada de un cerco preventivo, debido al mal estado de sus fachadas.
A fines de la década del 30 Teddi comenzó a desarrollar obras en el sur, con la ejecución de edificios escolares en Cipolletti, Río Colorado, General Roca, Allen y Lamarque, entre otras localidades. Esa situación lo llevó a instalarse en 1944 en Cinco Saltos, buscando manejar con más facilidad las construcciones.
En esa ciudad rionegrina lo sorprendió la muerte, el 23 de mayo de 1945, a sus 61 años de edad. Sus restos fueron trasladados en ferrocarril hasta Bahía Blanca, donde recibieron sepultura en el cementerio local, despedido por familiares, amigos y allegados. “Supo ganar por sus naturales virtudes el afecto y destacarse por su capacidad de trabajo”, detalló una publicación de la época, dando cuenta del cariño y respeto ganado a lo largo de su vida.n