BUENOS MUCHACHOS
Aunque muchos de ellos se encuentran en plena campaña electoral, buscando la forma de conservar algún lugar si se les vence el mandato, nuestros legisladores se hicieron un tiempo para aumentarse sus dietas un 16,5%, siendo éste el tercer incremento en el último año. Una parte de este aumento (10%) lo percibirán con sus sueldos de julio y el 6,5% restante en agosto. De esta manera podrán brindar todo su empeño y entusiasmo a las campañas proselitistas a las que se encuentran abocados, resolviendo, para atender este tema, sesionar sólo dos semanas por mes mientras duren las mismas.
Los ingresos de nuestros legisladores se complementan con sumas adicionales. Así, a los $ 9000 de sueldo bruto que percibiurán en concepto de dieta y gastos de representación se les debe computar un adicional de $ 1400 en concepto de desarraigo para aquellos legisladores del interior del país y otro de $ 4000 que es lo que podrían recibir si canjean todos los pasajes de avión.
Casualmente los incrementos se producen en momentos en que los ciudadanos están atentos al desarrollo de eventos que les interesan. Mientras que éste se concreta en el desarrollo de las elecciones por la Capital Federal, el de junio del año pasado -de un 19%- tuvo lugar mientras se jugaba el Mundial de Fútbol. Entre ambos, la Cámara de Diputados autorizó otro benefecio consistente en un aumento de 10 tramos aéreos en noviembre de 2006, lo que significaba una suma de $ 2000 si el legislador decidía canjearlos. Este aumento se fundamentó en la necesidad de garantizar la presencia de los legisladores en el recinto en los dós últimos meses del año, cuando la tarea legislativa aumenta. El titular de la Cámara Baja, Alberto Balestrini, del Frente para la Victoria-Buenos Aires, en la resolución respectiva mencionaba que "la labor parlamentaria que desarrollan los señores legisladores genera reuniones, eventos y jornadas con actores sociales en todo el país", y se necesita "contar con un mayor número de pasajes destinados a atender los continuos desplazamientos a que se ven obligados los señores diputados en virtud de esas tareas". Nada decía del sinnúmero de leyes que, año a año, al cierre de cada período legislativo, se tratan sobre tablas, sin un debate y análisis profundo, que suelen generar habitualmente inconvenientes de aplicación.
No estamos en contra de que los legisladores perciban un ingreso acorde a la importancia de la función que cumplen. Sí creemos que deben abocarse de lleno a ello, en pos de mejorar nuestro actual sistema legislativo, atendiendo las distintas necesidades de la población, sin postergarlas aunque se desarrollen las campañas electorales. Si continúan como lo hacen en la actualidad, desatienden su labor y no son fieles a la vocación de servicio que debe alentar y motivar el ejercicio de su función.
Muchos son los problemas que requieren un serio análisis para encontrarles la solución que los resuelva. La crisis energética que atraviesa el país, la inseguridad en el transporte aéreo y vial, una inversión en obras públicas integral, el fortalecimiento de las economías regionales y una inflación reprimida que pareciera querer estallar son, por caso, algunos de los temas importantes que debieran estar permanentemente en la agenda de nuestros legisladores, en un trabajo conjunto con técnicos e investigadores que permita a los ciudadanos de nuestro país, principalmente los del interior, acceder a las condiciones de vida que necesitan para evitar su migración.
Ing. Ricardo Kloster
DIRECTOR