Cuando la luz toca una obra arquitectónica, la fotografía no solo capta su belleza física, sino también su esencia. Esta disciplina ha evolucionado de ser un simple registro documental a convertirse en un arte que trata de revelar algo que va más allá de los espacios. En este artículo, te mostraremos algunas técnicas utilizadas por fotógrafos contemporáneos y cómo podés aplicarlas para mejorar tus propias fotos. Descubrirás cómo la perspectiva, la luz y la postproducción pueden transformar una imagen común en una obra de arte, y cuáles son los enfoques que distinguen a algunos de los profesionales más destacados en este área.
La fotografía arquitectónica va más allá de la mera captura de estructuras; busca transmitir el espíritu y la función de los espacios a través de imágenes. En la práctica contemporánea, los fotógrafos emplean tanto técnicas profesionales como un constante entrenamiento de un ojo crítico para crear imágenes que son tanto documentales como inspiradoras.
Julius Shulman, conocido por sus icónicas fotografías de las Case Study Houses, es un ejemplo de cómo este arte no solo documenta, sino que también interpreta y manipula la luz para transmitir emociones y narrativas. Su trabajo ha influido profundamente en la forma en que percibimos y apreciamos la arquitectura moderna.
La fotografía arquitectónica requiere una combinación de habilidades técnicas y también de cierta sensibilidad artística. A continuación, se presentan algunas de las consideraciones más importantes para que puedas tener en cuenta a la hora de sacar tus propias fotos:
La elección de la perspectiva puede cambiar radicalmente la percepción de un edificio. Jugar con ángulos y líneas puede resaltar características arquitectónicas y crear composiciones visualmente atractivas. Utiliza la regla de los tercios para equilibrar tu imagen y busca la simetría o la asimetría para añadir interés visual. Federico Cairoli, fotógrafo argentino, destaca la relación entre el edificio y su entorno, logrando composiciones que dialogan con el contexto urbano y natural. Para tus propias fotos, experimentá con diferentes puntos de vista y alturas hasta encontrar la perspectiva que mejor resalte la arquitectura.
La luz es uno de los elementos más importantes en la fotografía arquitectónica. Alberto Campo Baeza, en una entrevista con NAN Arquitectura, enfatizaba que “la luz es tema central y material principal en la arquitectura”. La forma en que la luz interactúa con las superficies puede cambiar drásticamente la percepción de un espacio. Por ello, hay que buscar el momento ideal del día cuando la luz es más suave, como al amanecer o al atardecer, para capturar sombras largas y texturas interesantes. Podrás observar cómo la luz natural varía según las estaciones y el clima, y usar estas variaciones a tu favor. Gustavo Sosa Pinilla destaca la monumentalidad y los detalles sutiles de la arquitectura a través del uso de luz y sombra. Intentá fotografiar el mismo edificio a diferentes horas del día para ver cómo cambia su apariencia.
La edición digital permite ajustar el contraste, el color y la exposición para mejorar la imagen final. La postproducción puede corregir imperfecciones y añadir un toque artístico. Sin embargo, es importante usarla de manera sutil para no perder la integridad del diseño arquitectónico. Alejandro Chaskielberg combina la fotografía arquitectónica con un estilo casi cinematográfico, llevando la postproducción a un nivel artístico. Para tus fotos, utilizá programas como Photoshop o Lightroom para ajustar la exposición y el balance de blancos, y resaltar los detalles sin exagerar.
Además de las técnicas principales, existen otros aspectos importantes que pueden mejorar significativamente tus fotografías arquitectónicas:
Comprender y captar el entorno en el que se encuentra la edificación es crucial. Esto incluye cómo el edificio interactúa con el espacio circundante, ya sea urbano o natural. Fotografiar detalles como la vegetación, las calles y otros edificios adyacentes puede proporcionar una comprensión más completa de la arquitectura.
Las líneas y las formas geométricas son elementos fundamentales en la arquitectura. Jugar con ellas en las composiciones fotográficas puede crear imágenes dinámicas y atractivas. Buscá patrones repetitivos, curvas y ángulos únicos que destaquen la estructura del edificio.
Capturar los detalles y texturas de los materiales utilizados en la construcción puede añadir profundidad y riqueza a las fotos. Primeros planos de materiales como madera, metal, vidrio y piedra pueden mostrar la artesanía y el diseño del edificio.
Incluir personas en las fotos puede dar una idea de la escala y la funcionalidad del espacio. Esto también ayuda a mostrar cómo los usuarios interactúan con la arquitectura, añadiendo una dimensión humana a la imagen.
Aprovechar los reflejos en ventanas, espejos o cuerpos de agua puede crear composiciones visuales interesantes y duplicar elementos arquitectónicos. Asimismo, las sombras pueden añadir dramatismo y resaltar la geometría del edificio.
Conocido por su enfoque documental, Iwan Baan captura no solo la arquitectura sino también el contexto y la vida que rodea a los edificios. Sus fotografías narran historias sobre cómo las personas interactúan con los espacios arquitectónicos. En una entrevista reciente con Architectural Digest, Baan expresó que “mis fotos van sobre la gente”, subrayando su enfoque en documentar la vida dentro de los espacios construidos más que la arquitectura en sí misma.
El fotógrafo argentino Santiago Arau se distingue por su enfoque en la relación entre arquitectura y paisaje urbano. Utilizando tanto técnicas tradicionales como innovadoras, incluyendo drones, Arau captura vistas aéreas que ofrecen perspectivas inéditas de las ciudades y sus edificaciones. Su trabajo destaca por la habilidad de mostrar la integración de las estructuras en su entorno natural y urbano, creando imágenes que son tanto impresionantes como reflexivas. “La arquitectura es parte de un todo mayor, y mi trabajo busca resaltar esa conexión”, explica Arau en una entrevista reciente.
Reconocida por su habilidad para capturar la esencia poética de los espacios arquitectónicos, Binet utiliza técnicas de fotografía analógica para crear imágenes que son tanto nostálgicas como contemporáneas. Su trabajo se centra en la exploración de la luz y la sombra, destacando la textura y la materialidad de las construcciones. En sus propias palabras, “la fotografía arquitectónica es un diálogo entre la luz y la estructura, donde cada imagen es una interpretación personal del espacio”.
La fotografía arquitectónica es un puente entre el espacio físico y la experiencia humana. A través del lente, los fotógrafos no solo pueden capturar la forma y la función de los edificios, sino que también tratan de revelar la esencia de los lugares que habitamos. Al combinar técnica, creatividad y sensibilidad, podemos ver el mundo de una manera nueva, apreciar la belleza en los detalles y reflexionar sobre nuestra relación con el espacio que nos rodea. Así, la fotografía arquitectónica se convierte en un diálogo entre el observador, el espacio y el fotógrafo, un diálogo que nos permite descubrir y redescubrir la arquitectura de una manera más profunda.