El acero es un elemento muy considerado en el mundo de la construcción moderna por algunos atributos, entre los que destacan los siguientes:
Una de las principales ventajas del acero es su durabilidad. Los edificios construidos con acero pueden tener una vida útil considerablemente más larga en comparación a los que utilizan otros materiales. Esto reduce la necesidad de renovaciones o reconstrucciones frecuentes. A su vez, disminuye el consumo de recursos y los residuos generados durante el ciclo de vida de un edificio.
El acero es altamente reciclable. De hecho, es uno de los materiales de construcción más reciclados en el mundo. Al final de su vida útil, puede ser completamente reciclado sin perder calidad, lo que contribuye a la economía circular. Este proceso no solo reduce la demanda de nuevo acero, sino que también disminuye la cantidad de residuos enviados a los vertederos. Demuestra sin dudas ser un material ecológico.
Otra característica a resaltar del elemento en cuestión es que permite construcciones más eficientes en términos energéticos. Su capacidad para soportar grandes cargas y alcanzar luces más brillantes sin la necesidad de soportes intermedios, permite la creación de diseños arquitectónicos más eficientes y ventilados. Esto puede provocar una mejor eficiencia energética de los edificios, al reducir la necesidad de iluminación artificial y mejorar la ventilación natural.
Por lo narrado anteriormente el acero es un material ecológico y participa activamente en la construcción ecológica. Por ejemplo, permite la construcción de estructuras ligeras y resistentes, lo que reduce la cantidad de material necesario para la construcción. El hecho de usar menos material significa menos extracción de recursos naturales y en consecuencia menos transporte, reduciendo así las emisiones de carbono asociadas con la construcción. Además, muchas instalaciones de acero se realizan en fábricas, lo que puede reducir el impacto ambiental en el sitio de construcción.
También, el acero es un material que puede integrarse de manera eficaz con tecnologías modernas de energía renovable. Un caso puntual son las estructuras de acero que se utilizan a menudo en la instalación de paneles solares y turbinas eólicas, que proporcionan una base sólida y duradera para estos sistemas. Esta integración facilita la adopción de soluciones energéticas más limpias y sostenibles.
Este componente ofrece, por otro lado, una gran flexibilidad en el diseño y la remodelación de edificios. Los edificios de acero se pueden modificar fácilmente, permitiendo adaptaciones para mejorar su eficiencia energética o cambiar su uso sin necesidad de recurrir a una demolición. Con esta capacidad de adaptación se prolonga la vida útil del edificio y se reduce el impacto ambiental asociado con nuevas construcciones.
El acero modificó el curso de la arquitectura y ya representa un boom en el sector. Con ahorros de tiempo y recursos, los métodos modernos se centran en el acero como la opción más eficiente y ecológica. Hay algunos casos en los que el éxito predominó con este tipo de construcción sustentable, como es el Edificio Edge en Ámsterdam.
Este fue descrito como uno de los edificios de oficinas más sostenibles del mundo. Su estructura de acero proporciona una base sólida y permite una gran flexibilidad en el diseño interior facilitando la integración de tecnologías sostenibles.
Los puentes y otras estructuras de transporte construidos con acero también destacan por su sostenibilidad. El Puente de Millau en Francia, utiliza el material para proporcionar la resistencia necesaria que permitan el soporte de grandes cargas y la resistencia hacia las condiciones climáticas extremas, todo mientras minimiza el impacto ambiental.
En Barcelona se destaca la Torre Mapfre, que fue construida principalmente con acero. Este rascacielos, confeccionado de cara a los Juegos Olímpicos de 1992, es uno de los más altos de España. Mientras que en Buenos Aires, el ex Correo Central resalta como un ejemplo arquitectónico del caso y el Palacio Barolo, que requirió 650 mil kilos de acero para construir sus 22 pisos.
El steel framing es un método constructivo que emplea perfiles de acero galvanizado, proceso electroquímico por el cual se puede cubrir un metal con otro, en lugar de las estructuras tradicionales como hormigón o mampostería. Este sistema se caracteriza por la utilización de un “esqueleto estructural” que se ensambla de manera similar a un juego de mecano, y luego se completa con paneles de roca yeso.
Se trata de un proceso ágil, versátil, ligero, flexible y sustentable. Además, ofrece calidades superiores a las de la construcción tradicional. Puede usarse tanto para construir viviendas y edificios de baja altura desde cero, como para añadir entrepisos en estructuras existentes, ya que se integra bien con otros sistemas constructivos.
En definitiva, el acero con el paso del tiempo se consolidó como un material fundamental en la construcción sustentable gracias a su durabilidad, reciclabilidad y eficiencia energética. A pesar de algunos desafíos, como el consumo energético en su producción, la industria del acero está avanzando hacia soluciones más verdes y sostenibles.
Con la integración de tecnologías innovadoras y una mayor conciencia en la práctica de la construcción y del cuidado del medio ambiente, el acero seguirá desempeñando un papel crucial en la creación de edificaciones más sostenibles y cuidadosas con la naturaleza.