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Octubre 2017 - Año XXVII
Espacios laborales

Trabajando en la comodidad de la casa

por Melisa Pietrantonio

Los límites entre la vida laboral y personal son cada vez más difusos. La rutina ya no se resume rígidamente a las ocho horas de trabajo, dedicando el resto de la jornada a familia y amigos. Ante esta realidad, resulta importante que un espacio de la casa pueda convertirse en un área de creación, colaboración y gestión de nuestra actividad laboral.

En la mayoría de las familias, el ambiente convertido en oficina dentro de la casa desempeña una amplia variedad de funciones. Para quienes trabajan desde el hogar, será su lugar para los negocios, pagar las cuentas, revisar su correo electrónico o guardar documentos importantes. Para los niños, en cambio, suele ser el área donde desarrollan sus tareas escolares o, tal vez, el lugar para jugar con la computadora.

El lugar a elegir depende de las posibilidades de la casa. Puede ser una biblioteca, una sala de estar o, simplemente, un lugar tranquilo que nos permita llevar adelante el trabajo sin afectar las actividades familiares.

¿Cómo armar mi oficina en casa?

Trabajar desde nuestra casa ofrece la oportunidad de hacerlo de forma cómoda y, a su vez, eficiente y productiva. Sin embargo, si el espacio es demasiado casual, o no está bien separado del resto de los ambientes, toda esa energía y productividad pueden perderse.

Conviene tener en cuenta algunas pautas básicas para lograr que este espacio laboral sea lo más ameno y productivo posible:

1. Evaluar qué trabajo realizaremos: Antes de empezar a comprar muebles o elegir una habitación para instalar la oficina en casa, es importante tener en claro si el trabajo necesitará de computadora, impresora y archivador, o sólo con un escritorio es suficiente; si los clientes visitarán el lugar o trabajaremos de forma telefónica o a través de mail; los tipos de materiales que almacenaremos; las horas que pasaremos en la oficina y el momento del día en que lo haremos.

2. Encontrar el lugar adecuado: Para que el lugar esté bien organizado se debe, en lo posible, que esté apartado y que tenga como única misión ser espacio de trabajo. Lo mejor es que se elija alguna habitación en desuso de la casa, donde no suela entrar nadie, y que esté bien aislada de ruidos e interferencias.

3. Analizar el espacio de trabajo: Una vez escogida la habitación, hay que evaluar cómo organizar el espacio para aprovecharlo al máximo. Es bueno que se mantenga en un mismo sitio todos los materiales que se necesitan. No es práctico, por ejemplo, tener en la habitación de trabajo la computadora y en otra distinta la impresora o folios, carpetas y elementos que requerirá el desarrollo de las tareas, ya que con eso sólo se perderá mucha concentración y tiempo de trabajo.

Para mantener un balance saludable entre la vida personal y la laboral, se recomienta que el resto de la casa esté libre de objetos que pertenezcan al trabajo, de modo que podamos relajarnos cuando finalizemos la jornada laboral.

4. Buscar la comodidad: Es imprescindible que la persona esté cómoda y a gusto desde el primer hasta el último minuto en que desarrolle su trabajo. Lo importante es que esté bien, que no se angustie por el poco espacio y que tenga todo a mano.

5. Ambientar sobriamente la habitación de trabajo: A la hora de agregar detalles que puedan inspirar y motivar el trabajo, se recomienda recurrir a elementos que creen un ambiente positivo, sin saturar demasiado ese espacio con estos elementos. Un par de cuadros y algún objeto de decoración, sobriamente elegidos y ubicados, alcanzarán para ambientar la habitación, sin generar una situación de agobio o distracción en las tareas laborales.

Los tres elementos más importantes de tu oficina en casa

Hay tres factores que se deben tener muy en cuenta a la hora de establecer una oficina en casa, para que el trabajo sea lo más efectivo posible:

1. El equipamiento: la rapidez y la eficiencia son críticas cuando se trabaja desde la casa. Es importante comprobar que a la habitación llegue una buena conexión de Internet a través del cable o del Wi-fi, para que se tenga la flexibilidad de trabajar cómodamente con un celular, tablet o computadora. Si se van a realizar muchas llamadas laborales, se aconseja contar con una línea independiente de teléfono e instalarla en la habitación, o disponer de un celular exclusivo de trabajo. Así los clientes podrán contactarnos siempre que lo requieran, sin interferir con las llamadas familiares.

2. La iluminación: lo ideal es que se tenga toda la luz natural posible en la habitación de trabajo. Sería bueno que ésta tuviese al menos una ventana suficientemente grande para que por las mañanas ingrese una buena claridad, permitiendo disfrutar de la positividad de los rayos del sol y, también, ahorrar consumo eléctrico. Si no cuenta con ventanas (un sótano o una habitación sin ellas), lo mejor es resolver convenientemente la iluminación del lugar, para que simulen todo lo posible la luz natural.

3. La privacidad: nadie puede trabajar cómodamente en un ambiente lleno de ruido e interrupciones. Al planear el espacio de trabajo, hay que asegurarse de que el mismo ofrezca un gran nivel de privacidad y que esté separado del resto de la casa a través de una puerta u otro tipo de separación, que la aísle de los ruidos hogareños.

Qué muebles elegir

Lo primordial del trabajo en casa es lograr un espacio de diseño cómodo, que resalte los diferentes muebles de utilidad para nuestra función diaria. El mobiliario ideal es aquel que esté acorde al espacio que disponemos y se adapte a nuestro desempeño laboral.

A continuación mencionaremos algunas sugerencias a tener en cuenta que nos permitan encontrar el mobiliario perfecto:

El escritorio es el mueble más importante de la oficina. Se pasará trabajando sobre él la mayor parte del tiempo, por lo que es necesario no tomar a la ligera su elección. Existen gran cantidad de variedades y modelos. También los hay de distintos materiales y colores. A la hora de su elección, se deben tener en cuenta que posean las siguientes características básicas: calidad, estilo, funcionalidad, adaptabilidad y buen tamaño.

  • Funcionalidad: lo primero que debe considerarse, al elegir un modelo de escritorio moderno, es el uso y la función que va a tener dentro de la oficina. No es lo mismo elegir una mesa para una persona que va a atender sólo llamadas que hacerlo para alguien que necesita concentrarse para crear ilustraciones o para un profesional que trabajará con planos. Conocer bien las necesidades del uso que se le dará permitirá definir las características específicas que deberá cumplir nuestro escritorio.
  • Espacio que ocupará y distribución del resto de los muebles de la oficina: Otro de los elementos clave para elegir un modelo de escritorio es el espacio disponible del ambiente de trabajo. En muchos casos, este lugar es reducido o la configuración de la oficina obliga a sentar a varias personas en una mesa en la que desarrollarán distintas funciones, limitando la posibilidad de elección. Si no hay problemas de distribución, podremos elegir entre una mayor variedad de modelos.
  • Estética del diseño e imagen corporativa. Un factor que debe considerarse antes de decidir su adquisición es la parte estética. El diseño del mobiliario debe conectar con el resto de la decoración y los muebles elegidos para la oficina. Al mismo tiempo, debe ser un fiel reflejo de la imagen corporativa que deseamos transmitir.

Todos estos elementos reunidos harán de nuestro espacio laboral un lugar cómodo y confortable.

La silla de trabajo es otro de los muebles necesarios para desarrollar la tarea. Debemos buscar un diseño que brinde comodidad y ofrezca, además, un aspecto elegante. La superficie del asiento debe tener una medida de 42 cm x 40 cm y, en lo posible, poseer forma redondeada en el borde delantero. Asimismo tiene que ser un asiento regulador, que pueda fijar la altura en la posición en que están los pies y éstos lleguen confortablemente al suelo, formando las piernas un ángulo de 90° grados. El respaldo de la silla debe ser curvo y ligeramente inclinado hacia atrás. Un modelo ergonómico óptimo contará con respaldo, apoyabrazos que puedan permitir la sujeción de la zona lumbar y ser giratoria. Existen algunas que son llamadas sillas multiusos, que sirven para diversas funciones. Lo más común es que estén hechas de materiales resistentes y fáciles de conservar, como el plástico y metal, siendo aptas para muchas áreas y facilitando su limpieza y almacenaje. Algunas sillas son plegables o apilables, posibilitando ahorrar espacio mientras no se utilizan. Su ligereza las hace fáciles de transportar, resultando una buena opción para tenerlas a mano a la hora de disponer de ellas, donde sacarlas e instalarlas resulte sencillo.

Otro elemento esencial para montar una oficina en la casa es el archivador. Si bien hoy en día la mayoría de la correspondencia nos llega a través de un email o de un simple mensaje al celular, todavía son muchas las cartas que nos llegan al buzón. Para todos estos documentos necesitamos archivadores. Los hay de varios modelos, colores y diseños. Lo importante es elegir el que se adecue a nuestras necesidades y al espacio que disponemos. Pueden ser colgantes, con cajones a la vista, con ruedas (perfecto para el almacenamiento de documentos y para que sea fácil de trasladar) y los clásicos. Pueden ser de madera, metal, de papel o cartón y todos ellos puede ayudar a darle una estética perfecta para nuestro área de trabajo.

Instalar la oficina en la casa puede ser una tarea complicada. Sin embargo, si se halla el estilo que encuadre con las necesidades laborales, valdrá la pena el esfuerzo y la dedicación a la hora de crear este espacio, para que trabajar desde la comodidad del hogar, en un lugar que refleje nuestros gustos y personalidad, resulte placentero, práctico y efectivo.

Fuente: Consejos para la Decoración de Oficinas Modernas. (2017). [online] Disponible en: decoraciondeoficina.com.[Acceso en Octubre 2017].

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