El sitio de la construcción del sur argentino
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Complejo Turístico-Recreativo del Humedal
Como todos los años, estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Bahía Blanca, que cursan la cátedra Proyecto Final, y en en el marco de un convenio con el Departamento Planeamiento Urbano de la Municipalidad de Bahía Blanca, desarrollan estudios y propuestas para distintas áreas de la ciudad. Para el período correspondiente al año 2011, el análisis se abocó al área del humedal del estuario bahiense y el proyecto elaborado por los estudiantes -bajo la supervisión de los docentes de la citada cátedra- pretende acercar a las personas de la ciudad y la región al estuario local, posibilitando la divulgación científica a través de la actividad turística. El estudio surge a partir de la necesidad del ente municipal de generar el acercamiento de la comunidad hacia el sector costero y su consecuente valoración por parte de la misma. Se suman al proyecto el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) y Guardaparques Provinciales, quienes potencian y dan valor agregado al proyecto, a la vez que resolverían necesidades propias.
Lugar de emplazamiento
El sitio de implantación de la propuesta se emplaza en el sector de relleno ganado al mar del ex basural Belisario Roldán. El acceso se logra tomando el empalme del Camino Parque Sesquicentenario con la calle Belisario Roldán.
En el comienzo de este proyecto se realizó una investigación integral del área, caracterizando la misma desde el punto de vista natural y antrópico. Se tuvieron en cuenta proyectos antecedentes relacionados al área.
Asimismo, se llevaron a cabo estudios topográficos y de mareas, respectivamente, lo que brindó datos certeros sobre la condición de inundabilidad del lugar, y ensayos de suelo que permitieron obtener una aproximación acerca de la capacidad portante del mismo.
Objetivos de la propuesta
El proyecto “Complejo Turístico-Educativo del Humedal” se aborda con la finalidad de cumplir los siguientes objetivos:
- Fomentar la integración urbana y social con el ambiente costero a partir de la concientización ecológica de la biodiversidad del ecosistema local, especialmente el estuarial, promoviendo la educación ambiental, la actividad turística y el sentido de pertenencia hacia los ambientes naturales por parte de la comunidad.
- Apoyar la producción de información científica, relevante para el manejo de las Reservas Naturales.
- Preservar el patrimonio natural y cultural del área de estudio.
- Fomentar en la población el conocimiento del ambiente marino, creando en el área estuarial un espacio para desarrollar tareas científicas con capacidad, también, de realizar actividades recreativas con el fin de divulgar las actividades oceanográficas a nivel regional y nacional.
Justificación del estudio
Históricamente, la relación de la ciudad con su costa se ha planteado de una manera tan esencial como distante. La propia fundación de Bahía Blanca es un claro ejemplo de esta dualidad. En este sentido debe señalarse que, si bien en la elección del lugar se priorizaron las condiciones de la costa para el transporte marítimo, el emplazamiento del “Fuerte” se asentó a una cierta distancia del frente costero, en virtud de otros factores tales como la mejor calidad del agua, del suelo y la proximidad a los arroyos.
Asimismo, el proceso de radicación de las empresas ferroviarias que operó en Bahía Blanca a fines del siglo XIX supuso, esencialmente, la valorización de su carácter portuario. En la actualidad, la franja costera presenta la superposición de distintas intervenciones del territorio. Sin tratarse del centro físico y administrativo de la ciudad, este sector ha sido el eje en torno al cual han girado gran parte de los proyectos de desarrollo regional.
Durante décadas esta dicotomía de ciudad-puerto o ciudad con puerto persistió en el común de la gente. A medida que el modelo de administración centralista y el desarrollo industrial fue consolidándose, fue contribuyendo en forma significativa a que la ciudad y gran parte de su costa no presentaran una planificación bajo los mismos parámetros.
También es importante subrayar que las características propias de la geomorfología costera, esto es: sus grandes extensiones bañadas por las mareas, el suelo fangoso, la poca o nula vegetación y la escasa presencia de fauna han hecho poco atractivo al paisaje en favor de otros sitios que, si bien más alejados, presentan un ambiente de mayor interés para las actividades recreativas y turísticas.
Se debe destacar que años atrás la ciudad contó con una playa pública llamada Cangrejales, un club con pileta, cancha de golf (Loma Paraguaya), además de un club náutico y un balneario que hasta el presente se mantienen.
Vale mencionar, también, que existía el llamado “Tren de la Marea” que en época estival partía de la Estación Noroeste y llegaba hasta la citada playa. A pesar de las inversiones realizadas para desarrollar estos ámbitos, el movimiento en el área fue deprimiéndose. Si bien es valorado por parte de la población de mayor edad, el sector costero fue perdiendo interés como lugar de paseo público.
Con el tiempo, el sentido de pertenencia fue afectado negativamente y el imaginario colectivo, a pesar de la cercanía geográfica, quedó cada vez más alejado del puerto y su costa. La preeminencia de otras zonas fue definiendo a Bahía Blanca como una ciudad mediterránea y no como una localidad fronteriza costera.
Hoy en día el único espacio que la gente encuentra para tomar contacto con la costa es el Balneario Maldonado, cuya afluencia de público en época estival es cuantiosa.
Sin embargo, sobre la última década del siglo XX, diversos elementos permitieron apreciar síntomas de cambio en la relación ciudad-área costera. Un hecho positivo que se desprende de este proceso es la concientización que actualmente se ha despertado en la sociedad local en torno a la importancia de la costa y sus puertos. Pero de todos modos el bahiense sigue estando lejos de la posibilidad de esparcimiento y recreación que el área es capaz de ofrecer. Los paseos dominicales de muchos vecinos, la utilización con fines recreativos o deportivos de algunos muelles y el interés que genera el conocimiento de los puertos ante la llegada de visitantes, dan cuenta de la imperiosa necesidad de espacios de uso público que contribuyan a afianzar ese imaginario colectivo que, ahora se encuentra presente en la percepción del ciudadano de Bahía Blanca, pero que aún no ha podido desarrollarse bajo un sentido de apropiación pleno.
Por otro lado, y más allá del aspecto recreativo no puede obviarse la diversidad natural que ofrece la costa bahiense y su desconocimiento, y en consecuencia su falta de valoración, por parte de la comunidad. El ecosistema estuarial es tan amplio como interesante, y si bien en este sentido el IADO posee numerosas investigaciones al respecto, su divulgación no ha alcanzado aún a la mayoría de la población.
Finalmente, el antiguo criterio de considerar a las áreas de reserva como áreas improductivas, de acceso restringido al público, ha sido reemplazado por un criterio más participativo, al punto de que el éxito en la implementación de las políticas conservacionistas depende en forma decisiva del grado de apoyo que pueda generar en la comunidad.
Por todo lo anterior, y dado que la Municipalidad de Bahía Blanca llevará a cabo un proyecto llamado “Paseo del Humedal” en el sector de relleno que comprende el ex basural Belisario Roldán (actualmente parte de la Reserva Natural Costera Municipal), y teniendo en cuenta las necesidades de los actores mencionados al inicio de este artículo, la Cátedra propone integrar a continuación del proyecto municipal el “Complejo Turístico-Educativo del Humedal”. El mismo prevé un conjunto de edificios destinados a actividades técnico-educativas, un área de esparcimiento, un muelle recreativo culminado con un mirador y una bajada de lanchas.
- Edificio Principal: Se desarrolla en una sola planta de 1300 m2 y se compone de un ala izquierda perteneciente a Guardaparques, un ala derecha para utilización del IADO y un Centro de Interpretación y Atención al Visitante compartido por ambos organismos en la parte central.
- Centro de Atención Primaria para fauna marina: Corresponde a Guardaparques, posee 400 m2 y está destinado a brindar los primeros auxilios y cuidados a los animales afectados del área.
- Hangar: Cuenta con una planta de 121 m2 destinada al alojamiento de las embarcaciones del IADO y Guardaparques.
- Muelle: Presenta un largo de 60 m y un ancho de 3 m. Permite acceder al Canal Principal y sirve como espacio recreativo.
- Bajada de Lanchas: Cuenta con 75 m2 y permite acceder al Canal Principal. Es compartida por Guardaparques, el IADO y el Club Almirante Brown.
- Mirador: Se compone de dos plantas de 6,30 m x 8.90 m cada una. Permite acceder a las plataformas flotantes y actúa como culminación del paseo.
-
Todas las construcciones se integran mediante un sistema circulatorio con boulevard y un espacio recreativo general.



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