Julio 2022 - Año XXXII
Mantenimiento

Intoxicación por monóxido de carbono

Llega el invierno y los intensos fríos adquieren protagonismo. Durante esta época del año las familias suelen tener las estufas y equipos de calefacción encendidos por períodos prolongados y en espacios cerrados, situación que requiere de una especial atención ante la posibilidad de liberación de monóxido de carbono (CO) en casos de no funcionar correctamente. En esta nota comentamos qué hacer para controlar adecuadamente el funcionamiento de los equipos de calefacción hogareños.

El monóxido de carbono (CO) es una sustancia tóxica resultante de la combustión deficiente de una fuente energética, como lo es el gas natural, y que al ingresar al cuerpo a través de la respiración puede provocar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desmayos e incluso la muerte.

Como este gas es incoloro e inoloro, es bastante fácil cometer el descuido de aspirarlo y correr graves peligros de salud. En la Argentina el 72% de los accidentes son a causa del mal funcionamiento de los artefactos o el uso indebido de cocinas y hornos para calentar habitaciones.

Las causas que generan la producción de monóxido de carbono son: insuficiente ventilación en el ambiente en donde hay combustión, instalación de artefactos en lugares inadecuados, mal estado de los conductos de evacuación de los gases de la quema -deteriorados o mal instalados-, quemador de gas con la entrada de aire primario reducida, acumulación de hollín u otro material en el quemador.

Existen algunas señales que pueden hacer sospechar de la existencia de CO en el ambiente, por ejemplo: llama de color amarilla o naranja, en lugar de la azul normal; aparición de manchas, suciedad o decoloración de los artefactos, sus conductos de evacuación o alrededor de ellos.

Consejos para evitar accidentes

  • Verificar periódicamente con gasistas matriculados el funcionamiento de los artefactos a gas y el estado de los conductos de evacuación de gases y rejillas de ventilación.
  • Evitar descuidos en la revisión de las instalaciones de gas en viviendas deshabitadas durante períodos prolongados, como en localidades turísticas.
  • Los gasistas matriculados son los únicos que pueden hacer o modificar tu instalación de gas. Para identificarlos, exigirles una matrícula otorgada por Camuzzi.
  • Toda instalación nueva o modificación de una existente debe realizarse con la participación directa de gasistas matriculados, notificando luego a Camuzzi.
  • Una alarma de detección de monóxido puede proveer protección adicional, pero no sustituye la adecuada instalación, uso y mantenimiento de los artefactos a gas.
  • Los dispositivos que consumen gas necesitan expulsar al exterior los residuos de la combustión. Los conductos de evacuación de gases deben ser totalmente independientes de otros canales estancos, libres de obstrucciones y con salida a los 4 vientos.
  • Es fundamental el correcto funcionamiento de las rejillas de ventilación para que la combustión sea eficiente y segura, ya que se realiza con el oxígeno del ambiente.
  • Mantener una ventilación permanente de los ambientes donde funcionan artefactos de gas sin tiraje o tiro natural.
  • Evitar permanecer en espacios totalmente cerrados.
  • Prestar especial atención en invierno, época en la cual se usa la calefacción y se tiende a minimizar la ventilación.
  • Poner atención a la aparición de manchas, tiznado o decoloración de los artefactos o alrededor de ellos. Esto puede ser aviso de combustión incompleta y de generación de monóxido de carbono.
  • La llama del quemador de los artefactos a gas debe ser de color azul con los extremos transparentes. En caso que ésta se torne amarilla o anaranjada, llamar inmediatamente a un gasista matriculado. Al encenderse no debe quedar una parte apagada o demorar excesivamente en prender totalmente.
  • Durante ausencias prolongadas, cerrar las llaves de gas.
  • Con el quemador a máxima potencia, la llama debe ser estable, sin fluctuaciones en su tamaño.
  • En los ambientes cerrados los artefactos deben ser de tiro balanceado.
  • Los calefones y calefactores de tiro natural y las estufas de tipo infrarrojo no deben colocarse en baños o dormitorios, por su elevado consumo de oxígeno.
  • No usar hornallas ni el horno para calefaccionar la casa. Consumen mucho oxígeno y en caso de funcionar mal generan monóxido de carbono.
  • No utilizar carbón vegetal o mineral para calefaccionar o cocinar dentro de un ambiente cerrado. Los combustibles sólidos son los que generan mayor cantidad de CO.

uso de Detectores de monóxido

Este aparato es una alerta temprana en caso de detectar altos contenidos de monóxido de carbono. Lo hace mediante verificación constante de la calidad del aire, comprobando que no existan niveles elevados de CO. Es recomendable utilizarlo en viviendas con aparatos que utilicen gas, derivados del petróleo o carbón, como por ejemplo elementos de calefacción, calentadores de gas, calderas o estufas de leña.

Su funcionamiento es muy sencillo: cuando los sensores detectan un aumento del monóxido que pueda ser peligroso, dispara una alarma para avisar del peligro. Para su instalación basta con ubicarlo en la habitación que deseamos proteger y colocar las pilas.

Existe la creencia de que el CO es más pesado que el aire y que, por eso, los detectores deben instalarse en la parte baja de la pared. En realidad, es más liviano y se reparte de forma uniforme por la habitación, así que los detectores son eficaces cuando se colocan en el techo o en la parte alta de la pared.

Según los expertos, los detectores de monóxido de carbono deben colocarse fuera de los dormitorios, pero muy cerca de ellos. Hay que instalarlos en la pared, el techo u otro lugar, según el manual de instrucciones del detector.

Primeros auxilios, ¿Qué hacer frente a una intoxicación?

Los síntomas de intoxicación con monóxido de carbono son similares a los de una gripe o malestar estomacal: dolores de cabeza, náuseas, vértigo, confusión, vómitos y agitación al respirar. La gravedad de éstos depende del tiempo de exposición y de su concentración en el ambiente, pudiendo en casos graves provocar la muerte de la persona.

Lo primero que debemos hacer es una rápida intervención que favorezca la respiración de la persona intoxicada. Abrir las ventanas y puertas para permitir una rápida ventilación del lugar. Llamar a emergencias para que se trasladen de inmediato al lugar y retirar a la persona intoxicada rápidamente del ambiente contaminado para llevarla al aire libre o a un sitio bien ventilado.

Recostarla cómodamente y mantenerla abrigada. Aflojarle las partes de la ropa que presionan el cuerpo como la corbata, la camisa y el cinturón.

Si no puede respirar por sí sola, aplicarle respiración artificial hasta que se la pueda trasladar a un centro asistencial, lo más rápido posible.

La temporada invernal nos trae estos inconvenientes a la hora de calefaccionarnos, pero si tenemos los recaudos necesarios y cumplimos con los controles y verificaciones de los artefactos a gas, evitaremos atravesar este tipo de situaciones peligrosas para nosotros y nuestras familias. Conocer nos permite evaluar, actuar y resolver adecuadamente. Cualquier consulta acudir a un gasista matriculado.


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