El bambú es una gramínea de rápido crecimiento. Posee un sistema de raíces llamado rizomas del cual brotan tallos que se podan y así la planta nunca muere. Es rústica ya que no requiere cuidado mientras disponga de cursos de agua en sus cercanías. Existen cultivos de bambú en todo el país, a excepción de algunas provincias patagónicas. A nivel mundial, Europa es el único continente sin especies nativas. China e India son los principales productores.
Es un material ecológico y 100% sustentable por su alta velocidad de renovación en la naturaleza. No es un árbol, pero sus tallos son “maderables” y está clasificado como semi-dura a dura. Mientras uno de madera noble demora de 30 a 60 años en crecer, el bambú se cosecha a partir de los cuatro años sin necesidad de volver a sembrar.
Las pruebas de resistencia físico-mecánicas del bambú, particularmente de la especie americana “guadúa angustifolia”, alcanzaron resultados sorprendentes que llegaron a superar en experimentos de compresión al acero, siendo mucho más liviano que éste.
El bambú se utiliza desde hace muchos años, sin embargo, cobró protagonismo tras el terremoto que azotó a Manabí el 16 de abril del 2016, pues se trata de un material que además de resiste es flexible, ideal para construcciones en zonas de riesgo. Por estas particularidades se lo comenzó a denominar como acero vegetal.
Las características del bambú en la construcción proporcionan ventajas frente a otros materiales; con una buena relación entre resistencia y elasticidad, una cuestión fundamental en temas estructurales. Aunque parezca desconcertante, en algunos aspectos técnicos, tiene un mejor comportamiento que la propia madera, el hormigón e incluso que el acero.
Utilizar el bambú en la arquitectura puede aportar múltiples beneficios, sobre todo, desde una perspectiva medioambiental sin perder las capacidades de un material resistente y económicamente viable:
Obviamente, como todo material que se utiliza en las obras, tiene algunos inconvenientes que deberemos sopesar cuando estamos construyendo una edificación:
Si bien el bambú tiene un potencial increíble como material de construcción, los esfuerzos para construir estructuras duraderas se ven restringidos por los errores cometidos tanto en el proceso de diseño como en la edificación. Sin embargo, hoy en día, estudios de arquitectura han demostrado que si se diseñan bien, se tratan y se mantienen correctamente, una estructura de bambú puede durar toda la vida.
Además de un tratamiento inadecuado, existen una serie de errores al construir con bambú que comprometen la longevidad de la estructura. Muchas guías explican cómo hacerlo, sin embargo, la información es insuficiente cuando se trata de lo que no se debe hacer.
A continuación, revisaremos cómo evitar los traspiés más comunes al construir con bambú:
- Seleccionar correctamente la especie de bambú. Se han registrado más de 1600 especies de bambú en todo el mundo, y se ha descubierto que menos de 50 de ellas son buenas para la construcción. Algunos criterios para ayudar a identificarlo incluyen: la longitud potencial (idealmente más de 12 metros de altura), el diámetro del mismo y el grosor de las paredes del culmo; cuanto más gruesa es la pared, mayor es la resistencia. También es importante utilizar postes de bambú maduros, cosechados a la edad adecuada. Uno de estos tarda entre 6 y 9 meses en alcanzar su altura máxima, pero entre 3 y 4 años en crecer en diámetro y grosor, lo que la hace resistente y viable para la construcción. Es de vital importancia que, al construir una estructura de bambú, se seleccionen postes de alta calidad para evitar que se agrieten, partan y se degraden debido a las plagas.
- Tratar efectivamente cada pieza de bambú. Un tratamiento de buena calidad es muy importante para que los edificios de bambú sean duraderos. El contenido de almidón y azúcar lo hace vulnerable a insectos como las termitas, escarabajos, e incluso hongos. Si no se tratan adecuadamente, las edificaciones solo durarán unos pocos años antes de que sean literalmente comidos y comiencen a degradarse. Existen muchos métodos y técnicas de tratamiento químico que convierten al bambú en un material de construcción duradero. El procedimiento de mantención de los postes redondos con boratos es una de las técnicas más efectivas y fáciles de usar.
- Considerar las características en tu diseño. Al diseñar con bambú, hay algunos requisitos esenciales que deben considerarse. Elementos como la luz solar y la humedad pueden debilitar los postes de bambú y hacer que se pudran. Un edificio de este material bien diseñado necesita un buen techo y cimientos sólidos que lo protejan.
Las estructuras de bambú deben elevarse al menos a 40 cm del suelo. También se puede agregar una barrera contra la humedad entre la caña y las zapatas para sumar una protección adicional.
- Controlar la calidad del bambú y la construcción en terreno. El control de aptitud en terreno es la base del éxito de un proyecto. Se debe usar únicamente bambú maduro y debidamente secado para una construcción efectiva. Los postes de caña se contraen después de secarse y, a medida que se encogen, se agrietan y parten. No deben contener más del 18% de humedad para que sean viables para la edificación. Cada uno de ellos es único, y varía en color, tamaño y forma. Una vez en el sitio de construcción, se debe empezar por agrupar los postes de bambú según su dimensión y curvatura, ya que esto permitirá ahorrar tiempo y errores. Finalmente, el bambú debe guardarse en una plataforma elevada o apoyarse en posición vertical contra una pared o estructura. No se debe acostar el bambú directamente sobre el suelo, ya que acumulará humedad y podría pudrirse
El reconocido arquitecto Juan Carlos Kikue, de la provincia de Misiones, es un especialista en el tema y ha dedicado parte de su trayectoria profesional para investigar e incluir el bambú a las construcciones tradicionales.
La experiencia familiar y profesional del arquitecto con el bambú fueron puntos importantes para que el Ministerio de Ecología, en conjunto con la Secretaría de Agricultura Familiar fijara una cita con el profesional para compartir experiencias y programar un trabajo contiguo en el Plan Bambú Misiones.
Kikue hace muchos años lucha para implementar este material dentro de la economía provincial, con varios proyectos que los estudia hace más de 10 años. Tuvimos la oportunidad de entrevistarlo y logramos recolectar estas valiosas respuestas:
¿Cuáles son las principales ventajas del uso del bambú en la construcción? “El bambú es considerado a nivel mundial como el acero vegetal por su propiedades de resistencia, además de ser liviano es muy versátil para aplicar en las construcciones, de rápido crecimiento en comparación de las maderas reforestadas y no requiere de mucha manufactura para su utilización, además de que su cultivo evita la erosión de la tierra y aporta oxígeno para el medio ambiente”.
¿En nuestro país es viable construir con este material? “La utilización del bambú se va incrementando poco a poco, las características del material lo hacen muy apto para usar en estructuras resistentes de casas, depósitos, además de uso como revestimientos decorativos interiores y exteriores, muebles, artesanías e inclusive instrumentos musicales. Posee un gran potencial para la generación de empleo, así como también darle un valor agregado al producto para generar ingresos en la economía familiar”.
¿Su costo es mayor a los materiales tradicionales? “Más que analizar el costo es importante considerar la versatilidad en cuanto a la aplicación, pues requiere menos consumo de energía para su procesamiento, con muy pocas herramientas se puede trabajar, transformar y darle la aplicación deseada”.
¿Qué recomendaciones le daría a quien desea construir con bambú? “En primer lugar, el tratamiento previo para que perdure en el tiempo, curarlo en inmersión con ácido bórico. Luego también es muy importante conocer las especies disponibles, como ejemplo, la especie Endrocalamus Asper, es más viable usarla como parte estructural resistente por su tamaño y espesor de las paredes de la caña, otras especies de menor diámetro como Madake y Gosanchiku es más recomendado para uso de revestimientos decorativos”.
¿Se utiliza alguna técnica especial para edificar con este material? “Es muy importante primeramente planificar, armar el proyecto estructural y resolver la disposición de cada elemento, columnas, vigas y principalmente resolver las uniones y anclajes de las piezas”.
¿Alguna desventaja o consideración? “Quizá se podría plantear un poco el desconocimiento del uso adecuado del material, y la necesidad de capacitaciones a los operarios para poder desarrollar las construcciones, debido a ser un material desconocido muchos no cuentan con información”.
¿Actualmente tiene proyectos en desarrollo con este material constructivo? “Nosotros estamos trabajando mucho en cuanto a la construcción de semicubiertos de protección como ser garaje, estacionamiento para vehículos y pérgolas, así como también cercos modulados y cielorrasos en obras de arquitectura. Con el equipo de diseño, en conjunto con mi hija, la arquitecta Kikue Naomí, desde La Plata y la arquitecta Leila Pérez en Bahía Blanca, estamos trabajando en diseños de vivienda sociales con este material”.
El mercado del bambú se encuentra en plena expansión y con el tiempo en más ámbitos de la vida diaria: pisos, paredes, techos, vigas, utensilios de cocina. La disponibilidad de maderas duras a nivel mundial cada vez es menor e inversamente proporcional a su demanda. En el mediano plazo este material se impondrá por necesidad y por sus excelentes ventajas.