Marzo 2021 - Año XXXI
Materiales innovadores

BioLED para el futuro

Desde hace largo tiempo científicos de todo el mundo han estado debatiendo la misma pregunta: ¿es posible aprovechar las propiedades luminiscentes de algunos seres vivos como las bacterias para generar dispositivos de iluminación que no consuman electricidad? Si bien hasta ahora no se había tenido una respuesta positiva a esa pregunta, investigaciones recientes muestran resultados alentadores.

Nombre: BioLED

Creador: Rubén Costa

Características:

  • Generación de luz en base a bacterias
  • Respetuosa de la salud y el medio ambiente

Estado: En investigación y desarrollo.

Tras años de búsqueda de alternativas para la iluminación sostenible y saludable, el investigador español Rubén Costa ha sido distinguido por trazar el futuro de la luminosidad con BioLED, una propuesta a base de bacterias que generan luz sin daños para la salud ni el medioambiente. Además de emplearse en la iluminación del hogar, el sistema podría dar el salto a las pantallas de equipos electrónicos como computadoras, televisores y smartphones.

Para hacer posible dicho avance, que puede rediseñar los sistemas de iluminación tal y como hoy los conocemos, este investigador logró estabilizar fuera de un medio acuoso proteínas obtenidas de la bacteria del Escherichia coli (E. coli). De ellas, precisamente, se nutre BioLED, alternativa para la irradiación que cuenta con un rendimiento equiparable al de las LED que se pueden encontrar en el mercado.

Pero en cuanto a la iluminación respetuosa con el ser humano y el medio ambiente: ¿las bombillas LED no lo son? Lo cierto es que no. Respecto a los riesgos para la salud, la American Medical Association ha alertado sobre las posibles repercusiones en la disminución de agudeza visual que puede tener la luz que emiten las LED que, además, podrían ocasionar daños en la retina e incluso alteraciones del sueño. El motivo de todo ello no es otro que la mezcla que se emplea en este tipo de luz con el fin de lograr el tono blanco que tanto la caracteriza. La combinación de un chip de luz azul que se cubre de un material inorgánico de destello anaranjado es imprescindible para conseguir esa tonalidad blanca, pese a que ese azulado parece estar detrás de los efectos para la salud descritos.

Por su parte, tras ese recubrimiento anaranjado están las costosas extracciones de fósforo inorgánico que generan un impacto ambiental muy alto. La extrema escasez de este elemento y su localización en lugares muy específicos del planeta explican estos efectos perjudiciales para el ecosistema.

Con BioLED, éste fósforo deja de figurar en la ecuación de los sistemas de iluminación, para ser sustituido por proteínas biológicas que se pueden producir en cualquier laboratorio del mundo en el que se estabilicen siguiendo la línea trazada por este investigador. Con ella, y su futuro salto a equipos electrónicos, se logra una luz “más pura y cercana al Sol” que no ocasiona daños al medioambiente ni a las personas, cuyo cerebro y ojos se adaptan con mucha naturalidad a esta iluminación del mañana.

En este contexto, un consorcio europeo de investigadores ha comenzado el proyecto ENABLED (Engineering of Artificial fluorescent proteins for Bilogical Light Emitting Diodes), que propone reemplazar esos filtros por otros alternativos inspirados en lo que utiliza la naturaleza debajo del mar.

La propuesta de Costa consiste en sustituir el fósforo inorgánico por proteínas biológicas más saludables, accesibles y económicas que pueden producirse fácilmente en un laboratorio a partir de bacterias. Lo que se ha hecho es tomar ese tipo de proteínas y estabilizarlas mediante la combinación de dos polímeros en un material nuevo en forma de goma que sustituye dicho fosfato y permite emitir una luz más pura y cercana a la del Sol.

Este proyecto multidisciplinar se considera una de las acciones pioneras donde la biología sintética se pone al servicio del progreso de la iluminación artificial.

Está financiado por la Comisión Europea a través de la convocatoria de Tecnologías Emergentes Futuras (FET) del programa marco europeo de I+D Horizonte 2020, cuenta con un presupuesto de 2,6 millones de euros y tiene una duración de 3 años.

Muy pronto este material se podrá aplicar a pantallas de ordenadores, televisores y móviles, así como en las luces de cualquier hogar y oficina. Su principal ventaja es que gracias a su tecnología, los dispositivos serán capaces de imitar la variabilidad del espectro lumínico del Sol a lo largo del día, lo que permitirá que cerebro y ojos se adapten de forma más natural a estas emisiones. Para ello, Costa está trabajando en detallar todos los aspectos de la técnica con el objetivo de afianzar la búsqueda de inversores y empresas.


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