Enero/Febrero 2021 - Año XXX
Noticias y Novedades

Industria y ciudad unen historias

Desde su nacimiento en 1878, el recinto industrial de Can Batlló y el barrio de la Bordeta han evolucionado en Barcelona. La voluntad de abrirlo a la Gran Vía y al barrio ha sido prioritaria.

El proyecto que desarrolla el programa de la Escuela Municipal de Medios Audiovisuales en la nave 7 se ha convertido en la piedra angular de esa apertura.

La propuesta parte de la intervención del patrimonio desde el respeto hacia los rasgos tipológicos originales y, al mismo tiempo, desde su condición reversible.

Así, se decide ubicar el programa de mayor repetición en planta baja, ya que la estructura de pilares, densa y modular, permite una mejor adaptación y los espacios de mayor dimensión en la planta primera, puesto que su estructura permite el desarrollo de áreas más diáfanas. El proyecto ofrece una lectura clara y diferenciada entre la arquitectura industrial preexistente y la implantación de los nuevos usos.

Para dar cabida a todo el programa y aprovechar la gran altura disponible en planta baja, se construyó un cuerpo central con dos niveles que permite alojar el aulario y la zona de administración.

Su permeabilidad, en el centro y los extremos, así como entre plantas, ofrece múltiples espacios de encuentro y recorridos alternativos.

En la primera planta, otro mueble lineal libera un generoso espacio de distribución que, por sus dimensiones, permite ser utilizado para diversas actividades del centro -foyer de la sala de actos, espacio de trabajo o para exposiciones-. Al atravesar este mueble se accede a la segunda crujía de la nave donde se ubican los espacios de actos.

El cuerpo lateral adosado a las naves se preserva y aloja el vestíbulo principal, los núcleos de comunicación verticales, baños y espacios para las instalaciones. Dos escaleras adicionales en los extremos del edificio funcionan ordinariamente para comunicación entre plantas y como acceso a la cubierta para el mantenimiento de las instalaciones.

Una muestra contundente de cómo recuperar un edificio que vale su peso en oro.

De planta de carbón a escuela deportiva

La firma estadounidense Studio Gang ha completado la transformación de una planta de energía de carbón para destinarla al Beloit College, en Wisconsin, a la que bautizó Powerhouse. Otro ejemplo de reuso de un viejo edificio industrial, combinando incluso los edificios originales con otro de nueva estética.

El edificio de la planta, de 100 años de antigüedad, que se encuentra entre el campus de la facultad de artes y Rock River en Beloit, se actualizó para incluir un gimnasio, una pista de tres carriles y una piscina de ocho carriles.

Originalmente llamada Blackhawk Generating Station, la planta fue construida en 1913 por Wisconsin Power and Light. Se amplió en 1927 y en la década de 1940, antes de ser desmantelado en 2010.

El proyecto de Studio Gang retuvo y actualizó las estructuras originales de ladrillo rojo, ladrillo amarillo y hormigón, y agregó un nuevo volumen de 1.579 m2 hecho de paredes de policarbonato translúcido y acero enmarcado.

Powerhouse se segmenta en tres volúmenes con las instalaciones clave: la piscina, la pista y la casa de campo.

La estructura translúcida en el lado norte contiene una casa de campo. Los paneles están dispuestos en ángulo para crear espacios delgados y largos para las ventanas intermedias. Por la noche, toda la estructura se ilumina.

En el medio, un volumen de ladrillos más grande alberga la pista suspendida que recorre el primer piso y se extiende parcialmente hacia la casa de campo y la piscina.

Además de las instalaciones deportivas, Powerhouse incluye espacios recreativos para estudiantes, cafetería, salones, un centro de conferencias y un teatro.

En el interior, la firma eligió una paleta industrial simplificada que rinde homenaje a la historia del edificio, incluidas las estructuras de acero y ladrillos desgastados existentes.

Los paneles radiantes utilizan la energía del agua del río para la mayoría de las necesidades de calefacción y refrigeración, mejorando el confort dentro del edificio y manteniendo la más alta calidad de aire, al tiempo que minimizan significativamente el uso total de energía.

Graneros donde cuidar la historia

El estudio de arquitectura Adjaye Associates ha presentado el diseño de la Biblioteca Presidencial Thabo Mbeki, en Johannesburgo, Sudáfrica.

La biblioteca es en honor al segundo presidente de Sudáfrica después del apartheid. Thabo Mbeki, nacido en 1942, ocupó el cargo desde 1999 hasta su dimisión, en septiembre de 2008.

Adjaye ha proyectado el edificio prestando atención al aspecto de las estructuras de tierra apisonada y proponiendo un espacio de excelencia, aprendizaje, investigación e intercambio.

La biblioteca contará con una multiplicidad de funciones que incluyen un museo, espacio de exposición, centro de investigación, auditorio, centro de empoderamiento de la mujer, tienda, cafetería, espacio de experiencia digital y un centro de archivo.

Finalmente, el centro de archivo actuará como depósito de los documentos, artefactos y documentos clave del presidente Mbeki y otras importantes figuras históricas africanas.

“Conceptualmente, el edificio hace visible el conocimiento de la historia africana antigua y contemporánea a través de la forma y el programa. La Biblioteca albergará el conocimiento de la tierra mientras actúa como un espacio de conexión. Hace referencia a las estructuras de los hórreos, que permiten la extensión de la producción de granos y la sistematización de los ciclos de alimentación, siembra y cosecha”.

Las tiendas de graneros guían el concepto general de construcción. Las ocho formas cilíndricas de estilo granero se hacen contemporáneas a través de cúpulas con aberturas que toman en consideración la orientación solar de la luz para crear una atmósfera distinta para cada sitio.

Todos están conectados a través de una “sala interior”, un espacio intersticial horizontal que se extiende a lo largo del edificio para proporcionar un espacio al servicio de la comunidad.

El uso de lodo comprimido en forma de fachada de tierra apisonada, los pisos de terrazo hechos de piedra local y el revestimiento de madera de especies de madera locales reducen colectivamente la huella de carbono general de la estructura.

A través de una comprensión del clima, la captación solar se utiliza a través de paneles solares fotovoltaicos en la azotea. La calefacción geotérmica y las paredes engrosadas aprovechan la energía de la tierra, almacenando calor durante el día y liberándolo más tarde en la noche.

Esculturas bajo el mar

La firma de arquitectura OMA construye un parque de esculturas submarinas de 12 kilómetros de largo, que reforzará la costa de Miami Beach contra los efectos del cambio climático e incluirá instalaciones que solo se podrán ver mientras se practica snorkel.

Iniciado por la curadora argentina Ximena Caminos, ReefLine está destinado a responder y crear conciencia sobre la forma en que el cambio climático está causando el aumento del nivel del mar y el daño de los arrecifes de coral en la ciudad.

El socio de OMA, Shohei Shigematsu, lidera el proyecto, trabajando con un equipo que incluye biólogos marinos, investigadores, arquitectos e ingenieros costeros.

“ReefLine llama la atención sobre los peligros del cambio climático en Miami Beach y los mitiga, y al mismo tiempo enriquece la vívida escena artística de la ciudad”, explicó Shigematsu.

El plan maestro de ReefLine estará compuesto por módulos geométricos de hormigón, apilados aproximadamente a seis metros bajo el agua y a 247 metros de la costa.

A medida que el cambio climático calienta el océano y daña los corales, esta estructura también está destinada a actuar como un arrecife artificial donde puede vivir la vida marina en peligro de extinción.

Para lograr esto, las estructuras se construirán con materiales aprobados para el despliegue de arrecifes artificiales. Esto incluye concreto y piedra caliza, químicamente similares al sustrato de arrecife natural.

Un museo del Horno Imperial

Considerada la cuna de la cerámica y la porcelana de China, la ciudad de Jingdezhen, en la provincia de Jiangxi, inició su vínculo con esta industria en el siglo V, cuando se crearon allí los primeros talleres artesanos, posteriormente sede de los hornos cerámicos de los emperadores chinos.

Obra del estudio de Pekín Zhu Pei, el museo está situado próximo a los restos del histórico Horno Imperial. La composición de bóvedas de ladrillo de diferentes tamaños, curvaturas y longitudes está inspirada en la forma tradicional del horno, integrándose cuidadosamente entre las ruinas existentes, algunas de ellas encontradas durante la construcción.

Las estructuras de hormigón están revestidas con ladrillos nuevos y reciclados, provenientes de la demolición de los hornos necesaria cada tres años para mantener su rendimiento térmico. Esa reutilización de los ladrillos define la tradición constructiva local.

Las formas arqueadas del museo se prolongan por debajo del nivel de la calle. Por ello, el edificio consigue mayor flexibilidad para adaptarse a un sitio complicado y reducir su escala con respecto a la altura de los edificios históricos circundantes. La inserción del edificio en el terreno genera espacios íntimos en un juego entre interiores y exteriores, luces y sombras.

La distribución se realiza en torno a cinco patios hundidos de distintos tamaños, basados en temáticas diferentes (oro, madera, agua, fuego y tierra), que reflejan el antiguo pensamiento chino y, a su vez, se asocian con técnicas de fabricación de la porcelana.

Las ciudades de España reducen su velocidad

Las ciudades españolas empiezan a limitar la velocidad a 30 kilómetros por hora. Muchas ya aplican esta restricción en las calles pequeñas para evitar accidentes.

En caso de atropello, la probabilidad de que el peatón muera es del 10% si el vehículo va a 30 kilómetros por hora, y del 50% si va a 50 (según la Organización Mundial de la Salud).

La seguridad vial impulsa la reforma del Reglamento General de Circulación para disminuir los más de 200 atropellos mortales que se producen cada año en las ciudades españolas. Se estima que se podrían reducir los accidentes un 40% y disminuir la contaminación atmosférica y acústica.

A la espera de una norma que lleva años de retraso, varias capitales están adelantándose y limitan a 30 la velocidad en las calles pequeñas (de un carril y de un carril por sentido), una tendencia que se ha acelerado con la pandemia. Bilbao ha ido un paso más allá y se ha convertido en la primera que lo extiende a todas las vías, incluyendo las avenidas principales.

“No se puede garantizar la seguridad de todos cuando las velocidades están por encima del nivel seguro de 30 kilómetros por hora”, señalan. Jordi Rivera, ingeniero que investiga el tema expresa: “Disminuir la velocidad de 50 a 30 supone bajar la probabilidad de muerte cinco veces y reducir tres veces la energía involucrada en un siniestro”.

Rivera, por su parte, apunta que la distancia para detener un vehículo a 50 kilómetros por hora es de 30 metros, mientras que a 30 se reduce a 14 metros.

“Es más fácil convivir y pasear con coches desplazándose a 30 que a 50. Además, si los coches van más despacio no necesitan carriles tan anchos, por lo que se puede aprovechar la medida para repensar la ciudad y dar otro uso al espacio público”, apunta Marta Serrano, experta en movilidad.

“Las ciudades 30 son más caminables, porque hay menos coches y menos ruido, y además suelen reducir el espacio dedicado al coche y dan más espacio al peatón y al ciclista”, se indica.

Colegios pensados para el mejor ambiente

En la zona norte de Madrid, el estudio DL+A arquitectos ha realizado este proyecto para el Colegio Brains, el primero en su tipo en conseguir la certificación Passivhaus Premium.

El establecimiento se proyecta como un modelo de referencia en el aprendizaje de los alumnos sobre la eficiencia y sostenibilidad, haciéndoles partícipes de los procesos energéticos del edificio.

El proyecto gira en torno a dos objetivos: nuevos espacios educativos con criterios de consumo nulo de energías no renovables y criterios de diseño pasivo como la compacidad, la orientación y la integración de la vegetación.

Entre los aspectos del proyecto es significativo el desarrollo de una fachada entre los árboles del jardín, un paisaje imaginario infinito que se despliega atravesando el edificio.

Igualmente importante es el espacio de graderío-biblioteca abierto a un jardín elevado. Como complemento, el edificio despliega aspectos básicos en la educación, como que las aulas sean diáfanas, ampliables y dotadas de todas las tecnologías punteras. También que el aprendizaje se pudiera dar fuera de las mismas aulas.

Dos hojas correderas gigantes convierten en muchos momentos del año en un solo espacio las gradas donde algunos rebuscan en sus “ipads”, con el jardín donde otros tumbados en el césped o sentados en bancos circulares alrededor de árboles, aprenden lo que sea.

Los materiales del colegio son: vidrio serigrafiado en verde, flotando, para todas las fachadas. La llave exterior de acceso de vidrio espejo, que quiere no existir, solo reflejar cosas. El patio inglés del gimnasio de sótano, frente una pared de hormigón sin cuidar, llena de trepadoras.

“Trabajamos desde el inicio en un colegio que pueda funcionar mediante energía procedente de fuentes renovables”, mencionan sus proyectistas.

En los espacios libres se ha configurado un entorno ajardinado, permeable, y un bosque de abedules y arces genera a su alrededor un ambiente de confort favorecido por la absorción de la radiación solar, evapotranspiración y la mitigación del calor mediante sombras y superficies refrescantes, minimizándose la cuantía de pavimentación.

Una casa a medida

La casa Delia, ubicada en un barrio cerrado de Moreno, Buenos Aires, fue pensada para dar respuesta a necesidades físicas y simbólicas planteadas por su dueña y única habitante. Necesidad física: un espacio flexible y abierto donde habita una sola persona que alberga constantemente muchos invitados. Necesidad simbólica, un espacio rico en cuanto a un habitar sensible y reflexivo. Todo en 210 m2, de acuerdo a un diseño de Caparroz Arquitectura.

Dispone de una gran sala continua para caracterizar cada actividad en la casa; este espacio se organiza a partir de cuatro elementos dispuestos en relación a otros físicos o imaginarios.

La vida se desarrolla dentro de un anillo alrededor del patio central totalmente acristalado, colonizado por un jardín que organiza y articula los distintos usos.

Una cubierta metálica continua que abarca toda la extensión de la planta, en su interior revestida en fenólicos de madera, genera un contraste de luz, color y textura con el resto exterior que intenta pasar a un plano austero.

A su vez flota gracias a un intersticio acristalado sobre cuatro volúmenes en su frente que se encuentran en contacto con el suelo, dos de ellos envuelven las caras laterales, y conforman una envolvente que abraza al gran espacio central interior; dejando un espacio abierto hacia el fondo donde se culmina en una galería con total apertura al parque privado.

Se plantea una secuencia espacial en el paso del espacio público al privado. Se invita al visitante a través de una gran cubierta que en el acceso presenta su mayor escala, para luego acceder a la parte más secreta e íntima de la casa.

Snøhetta a pura energía

La firma de Oslo Snøhetta ha diseñado estas oficinas para reducir su consumo energético y producir más energía de la que gastará durante su vida útil (estimada en sesenta años), incluida la construcción, la demolición y la energía gastada en los materiales utilizados. El volumen creará energía a partir de células fotovoltaicas como para vender el excedente.

Con un revestimiento exterior de madera, el edificio de once pisos altamente aislado presenta inclinaciones y perforaciones que permiten maximizar la recolección de energía solar y recibir iluminación natural interior. Un sistema de circuitos de agua asegura que el edificio se enfríe y caliente eficientemente a través de pozos geotérmicos a 350 metros bajo tierra.

Los materiales han sido seleccionados por sus cualidades ambientalmente sostenibles. El “hormigón ambiental” de la estructura interior del edificio, utiliza menos energía en su producción y genera menos dióxido de carbono que el tradicional.

Una casa que es una obra de arte

La Casa Kaufmann, un hito del movimiento moderno, se encuentra a la venta a un valor de 25 millones de dólares. Esta vivienda, concebida para el empresario Edgar Kaufmann, en Palm Springs, fue diseñada por Richard Neutra (1892-1970). Curiosamente la construcción empezó por la piscina, una estrategia para que no se parasen las obras que no tenían los planos presentados, pero la vivienda parece creada a partir de su reflejo en el agua.

Kaufmann (1885-1955), empresario y filántropo de Pittsburgh, ya le había encargado a otro arquitecto de peso, Frank Lloyd Wright, una residencia de fin de semana que acabaría por convertirse en una de las obras más famosas del mundo: la Casa de la Cascada.

Una década más tarde, cansado de los fríos inviernos en los bosques, decidió construirse un refugio en el desierto de California. Así surgió la Casa Kaufmann, pieza capital de la arquitectura moderna que la casa de subastas Sotheby’s ha puesto a la venta.

La Casa se expresa al exterior como un “collage” tridimensional de líneas y planos que se yuxtaponen y se compenetran en equilibrio asimétrico. El contraste del acero y el vidrio con el jardín sobre el que se posa le confieren un aspecto mecanicista, que deja a la vista un interior cálido y confortable. Neutra ensayó en esta obra todo tipo de estrategias para poner en práctica su “biorrealismo”, que propugnaba que la arquitectura debía favorecer el contacto físico y visual de sus habitantes con la naturaleza. Grandes ventanales deslizantes, la mayoría de ellos de suelo a techo, sacan el mejor partido al paisaje y al suave clima californiano.

Es una casa de 293 metros cuadrados y su organización en planta sigue un esquema de dos ejes en cruz, en cuya intersección se sitúa el salón y comedor. En cada extremo se ubican respectivamente la habitación, despacho y vestidor; la cocina, despensa y dos habitaciones para el servicio; y dos habitaciones dobles para invitados.

Neutra ideó en la planta superior, donde no se podía construir, un salón abierto, salvo por un sistema de lamas verticales de aluminio que lo resguardan del fuerte viento del desierto. El lugar más especial de la casa es lo que Neutra llamó “la glorieta”, una estancia a cubierto sobre la vivienda a la que se accede por unas escaleras exteriores junto a la galería de entrada.

La casa fue un éxito absoluto para la crítica especializada y desarrolló un papel fundamental para poner a California en la escena mundial de la arquitectura de vanguardia.

Después de la muerte de Kaufmann en 1955, la casa permaneció vacía durante años. Más tarde pasó a manos de Gene Klein y en la década de 1980 del cantante Barry Manilow. En 1993, Brent Harris y su esposa Beth Edwards Harris, historiadora de la arquitectura, la adquirieron por 1,5 millones de dólares.

Hoy sale a la venta en 25 millones de dólares. Parece mucho, si se la compara con otras obras maestras de la arquitectura moderna californiana vendidas recientemente: en 2015, la casa Millard de Frank Lloyd Wright se vendió por 3,7 millones de dólares, y la casa Tremaine, otra joya de Neutra en Montecito, fue adquirida por 12 millones.

Habrá que ver si el mercado responde.

Más rápido que una bala

Diseñada por BIG-Bjarke Ingels Group y Kilo Design, la cápsula Pegasus de Virgin Hyperloop en el desierto de Nevada transporta pasajeros con éxito por primera vez, alcanzando los 1.200 km/h

La cápsula Pegasus, fabricada por Virgin Hyperloop, en colaboración con el estudio de arquitectura BIG y el de diseño Kilo, realizó su primera prueba de viaje con pasajeros a bordo.

Celebrada a 500 metros en Las Vegas, donde la compañía ya ha realizado más de 400 pruebas en cápsulas desocupadas, la demostración fue supervisada y su éxito marca un momento histórico en la industria del transporte, ya que Pegasus se convierte en el primer sistema tripulado para viajes Hyperloop.

Hyperloop es una nueva tecnología basada en el transporte dentro de tuberías de baja presión, propuesta nacida en Estados Unidos gracias a una investigación del empresario sudafricano Elon Musk.

El vehículo permite alcanzar velocidades superiores a los 1.000 km / hora. El papel de BIG y Kilo fue diseñar la cápsula.

Si bien el vehículo de producción podrá acomodar hasta 28 pasajeros, esta cápsula de 2 asientos fue construida para demostrar que los pasajeros pueden viajar de manera segura.

“Virgin Hyperloop puede transformar radicalmente la forma en que viajamos”. La inmediatez de un ascensor se combina con la velocidad de los viajes aéreos para crear un sistema que transporta pasajeros a velocidades supersónicas. Cambia la experiencia de moverse y podría abarcar todo el mundo y empujar los viajes globales”, dice Bjarke Ingels, de BIG

Con la huella de cada época, en completa armonía

Museum Boola Bardip en el Centro Cultural de Perth, proyectado por los estudios de arquitectura de Hassell + OMA, ha abierto al público, con una propuesta que impacta por la integración entre el histórico edificio ladrillero envuelto por grandes volúmenes de diseño contemporáneo.

El Museo ha sido proyectado como una "colección de historias" sobre la diversidad, la historia y la cultura contemporánea de Australia.

Los edificios históricos y los nuevos volúmenes se han conectado para ofrecer diferentes posibilidades expositivas, permitiendo crear la "Sala de la Ciudad", un espacio protegido y al aire libre para desarrollar programas culturales públicos y actividades.

El Museo cuenta con espacios adicionales para exposiciones y eventos, capacidad para espectáculos y oportunidades de venta minorista y gastronómica.

Dos circuitos de circulación que se cruzan, uno vertical y otro horizontal, conectan los edificios históricos renovados y las nuevas estructuras.

La «Sala de la Ciudad” es un espacio cívico que puede ser utilizado por las instituciones culturales y el público. Las estructuras antiguas y nuevas muestran la rica historia arquitectónica y cultural de la zona.

«El museo invita a los visitantes no solo a mirar pasivamente las exposiciones, sino también a convertirse en creadores activos de sus propias experiencias. Pueden elegir recorridos de museos que sean relevantes para ellos y entablar diálogos entre ellos», señalan sus creadores.

El tiempo de los parques, el tiempo de borrar barreras

La historia de la infraestructura hidráulica en la Ciudad de México se remonta a la época precolombina y partió del control de la cuenca del lago de Texcoco.

Con el paso del tiempo, los canales históricos se fueron transformando en vialidades, drenajes y algunos otros han desaparecido. Por este motivo, en 2019 la Ciudad propuso la reinvención de espacios de infraestructura abandonados, fomentando la creación de espacios públicos que estimularan la calidad de vida de los habitantes, llenando los "vacíos" de la actividad humana.

Partiendo de este planteamiento, 128 arquitectura y Diseño Urbano realizaron un proyecto bajo el nombre "Parque Lineal Gran Canal" ubicado en el tramo de Avenida del Peñón, integrando una superficie de 73 mil m2 en su primera etapa.

La característica espacial de mayor relevancia es el espacio hundido que ocupó un canal, además del muro perimetral. La franja de un km que aislaba a más de 20 barrios hoy ya no existe. La regeneración ambiental rige la intervención a partir de la reforestación del espacio y la sustitución de suelo permeable, derivando en el incremento de la humedad relativa en más del 16%.

El nuevo parque se enfoca en atender los grupos sociales que carecen de equipamiento en el espacio abierto, y se enfoca en pabellones temáticos para atraer a personas de todas las edades.

La geometría del trazado recuerda la repetición lineal en las grandes calzadas prehispánicas, dando ritmo y escala a los taludes ajardinados que además incorporan las rampas y escalinatas a lo largo del parque. La iluminación descubre un vacío urbano impenetrable, una nueva opción de espacio público.

Una casa que respeta una esquina

Construida dentro de una fachada patrimonial rejuvenecida de mampostería, acero, madera y vegetación, la casa ‘Welcome to the Jungle’ está situada en un área de conservación patrimonial en el centro de la ciudad de Darlington, en Australia, lugar que se caracteriza por viviendas con terrazas victorianas en hileras y conversiones de almacenes postindustriales.

Una casa de dos pisos en mal estado y cercana al colapso ocupaba el sitio triangular de 90 metros cuadrados. La fachada original de mampostería enlucida tenía un significado cultural y de paisaje urbano para el área de conservación, por lo que su necesaria reconstrucción se gestionó bajo estrictos controles patrimoniales.

Las aberturas de las ventanas originales se han enmarcado en acero previamente oxidado y yuxtapuestas con nuevas aberturas enmarcadas en acero con recubrimiento blanco brillante. Una matriz de paneles fotovoltaicos señala la nueva adición, aprovechando la luz solar, y contrastando marcadamente con la fachada original.

La fachada de vidrio operable proporciona una gran cantidad de luz y perspectiva, manteniendo al mismo tiempo la privacidad. Esta zona intersticial proporciona una regulación térmica pasiva en los pisos superiores con jardineras “flotando” entre las pieles de vidrio y mampostería para brindar una perspectiva de la vegetación y de los espacios internos.

La azotea está construida con jardineras de acero que proporcionan un suelo profundo para plantas nativas, frutas y verduras.

El viaje desde el suelo hasta el techo comienza con las texturas en bruto de los paneles de cemento bruñido y fibrocemento, ascendiendo por una escalera de acero y madera reciclada hasta el nivel del dormitorio y el baño.

La cocina se ha ensamblado a partir de una variedad de metales pulidos y mecanizados que contrastan con los acabados de hormigón y madera de los pisos de abajo. El acero inoxidable sin pulir, el latón y el aluminio anodizado dorado brillan con los acabados de fábrica.

Una columnata de delgadas columnas de láminas de acero sostiene el techo de arriba y se ha escalonado desde el borde del edificio para proporcionar sombra del sol de la tarde y mantener el edificio fresco en verano.

Animales en cartón

Una serie de animales creada por Sarah Willemart y Matthieu Muller ha sido nombrada el mejor diseño en el concurso de Samsung y Dezeen para crear objetos domésticos innovadores mediante la reutilización de envases de cartón.

Willemart y Muller vencieron a otros cuatro finalistas por el premio mayor de 10 mil dólares.

El concurso se basó en el concepto ecológico de Samsung, cuyo objetivo es reducir el desperdicio al brindar a los clientes una forma de reutilizar los empaques de cartón corrugado para televisores.

El segundo lugar fue otorgado a André Cardoso por su caballo balancín “The Rider” y el tercero para Revaz Berdzenishvili con su unidad de almacenamiento escalonada.

La serie Endangered Animals de Willemart y Muller comprende un oso polar que se puede hacer con un paquete del televisor The Sero, un rinoceronte negro con la caja de TV Serif y una tortuga marina con el empaque de The Frame TV.

Los animales, que pueden usarse como juguetes, almacenamiento u objetos domésticos decorativos, están destinados a enseñar a los niños sobre la disminución de la biodiversidad.

“La intención de informar a nuestros niños sobre los animales en peligro de extinción de una manera eficaz impresionó al jurado”, dijo Kim, jefe del equipo de diseño de Samsung. El diseño ganador superó a más de 1.500 presentaciones de más de 80 países.

El concepto de paquete ecológico de Samsung alienta a los usuarios a reutilizar la caja de cartón corrugado en la que se envía su televisor al proporcionar instrucciones para diferentes diseños de muebles a través de un código QR ubicado en la caja.

Cada caja está impresa con un patrón, que se puede utilizar como guía para crear una variedad de objetos diferentes para el hogar, cortando y volviendo a ensamblar la caja.

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