El término raw, que significa “bruto” o “sin tratar”, proviene de la gastronomía que, en un afán de buscar un estilo de vida más saludable, promovió el raw food, que aboga por el consumo de alimentos crudos y sin procesar. Ésto mismo llevado a la decoración se manifiesta en una apuesta por los materiales naturales y sin tratar, tanto la madera como la piedra, los textiles o las fibras naturales.
Hablamos de un estilo donde la sencillez, los materiales “en bruto” y la ausencia de aderezos decorativos son la base de una filosofía que busca la unión con la naturaleza también en la ciudad y que encuentra la belleza de los elementos, en la imperfección de los mismos. Este estilo recupera para la vivienda actual la esencia de “hogar”, ese lugar donde sin demasiados lujos vivimos a gusto, recuperando los valores esenciales.
Suele ser habitual confundir este estilo con el rústico, por la presencia de la madera en su estado más natural o incluso la piedra sin tratar. Sin embargo, el propósito del estilo raw es integrar la esencia, lo natural, meter la naturaleza en el hogar, para brindar equilibrio y paz en cada habitación. Y, sobre todo, le da un toque muy chic al ambiente. Es un mix entre lo natural e imperfecto. La vuelta a la esencia de los objetos, los materiales nobles, géneros con diseños orgánicos y tonos tenues.
El estilo raw ama la madera por encima de todos los materiales. Pero no las piezas de madera de superficies perfectas y brillantes con varias capas de barniz, sino la madera en bruto y sin pulir, que no esconde sus defectos. Las texturas ásperas, agrietadas, desiguales son sus mejores atributos, ya que forman parte de ella misma y de su evolución. Aunque esto no signifique que se trate de un estilo descuidado o solo apto para casas de campo, ya que su aspecto natural “esconde” un trabajo artesanal, donde se mima cada detalle.
Sin embargo, a pesar de lo que pueda parecer, no estamos ante un estilo rústico al uso sino que se trata de una tendencia versátil y sin complejos, capaz de integrarse en diferentes decoraciones y salir siempre airosa del reto.
La madera no está sola en este estilo. A su lado las fibras naturales ayudan a crear espacios llenos de calidez y encanto, donde motiva a perderse o encontrarse. Los textiles de la casa (especialmente cortinas, colchas), las alfombras y las lámparas naturales tienen gran relevancia en estos ambientes. Aboga por lo orgánico y natural, sin tratar, y los textiles que mejor combinan con este estilo decorativo tan de moda son los 100% naturales y orgánicos.
Respecto a las piezas, las mesas de comedor con sus grandes tablones asumen un rol protagonista dentro y fuera de casa, vistiendo el comedor con su sola presencia. Mientras que las mesas auxiliares, los bancos y los taburetes (imposible no pensar en aquellos que tienen forma de árbol) nos ayudan a diseñar un estilo cálido y entrañable.
Cestas de mimbre, jarrones de porcelana artesanales, lámparas de fibras naturales, alfombras de fibras vegetales. Todo lo que defiende lo natural encaja a la perfección con la tendencia raw.
A pesar de su sencillez y su aspecto poco elaborado, se trata de una tendencia decorativa con muchas posibilidades en el hogar, ya que combina con cualquier estilo, integrándose fácilmente en el ambiente. Lo ideal no es monopolizar los ambientes con este estilo, sino incorporar diferentes elementos para que convivan en armonía.
La tendencia raw se lleva bien con los colores claros, sosegados y naturales. Evita las estridencias y apuesta por los blancos, los beige, los cremas y los grises. En superficies, el microcemento o los materiales continuos en acabados crudos encajan de maravilla con este estilo.
El estilo busca crear en la casa una sensación de bienestar y de paz en perfecta armonía con la naturaleza, a través de materiales sin apenas manipulación y colores naturales, creando espacios en calma, que inviten a la relajación, incluso en un ambiente urbano.
En una tendencia que aboga por lo natural no podían faltar las plantas, que dan un toque fresco a un estilo sobrio y austero, donde los excesos no tienen cabida.
En la decoración raw, una de las claves es la mezcla de diferentes texturas. Ello hará sobresalir y destacar a esas piezas únicas. De esta forma podemos combinar piezas raw con otras más modernas, de líneas rectas y sencillas que en contraste las hagan brillar con luz propia. La madera aportará calidez al ambiente en contraste con muebles modernos y simétricos. En el juego de texturas está una de las claves de este estilo.
No se trata de saturar un ambiente con piezas raw, más bien al contrario: se debe encontrar un equilibrio que las haga destacar. Se sugiere un máximo de dos o tres piezas de este estilo para cada ambiente y mezclarlos con muebles de estilo moderno. Al ser piezas muy versátiles, a la hora de combinar pueden ir bien con muchos tipos de estilos: minimalista, nórdico, industrial, rústico. Por lo que no será necesario cambiar nuestra decoración al completo sino integrar estas piezas centrales en ella. De esa forma conseguiremos un ambiente cálido, natural y muy acogedor.
La belleza de lo natural es una de las cosas que más apreciamos. Nos relaja, nos sentimos más conectados con la madre tierra e incluso nos hace sentir más puros.
Esta sensación también se puede trasladar a la decoración de una vivienda, y lo podremos lograr aplicando todo lo descripto anteriormente, dándole a nuestro hogar un toque de estilo raw.