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Marzo 2018 - Año XXVII
Técnicas constructivas

Colocación de revestimientos cerámicos

Para colocar cerámicos, la clave está en la correcta planificación del trabajo, definiendo previamente por dónde empezar y dónde conviene dejar los cortes de éstos, para que queden en los lugares menos visibles. Siguiendo cada uno de los pasos ordenadamente se garantizará el éxito de la colocación.

Paso 1: Consideraciones previas

Generalmente elegimos cerámicos para revestir los lugares de la casa en donde se utiliza agua: baño, cocina, lavadero. O en exteriores, como patios, balcones, terrazas o caminos de jardín. Por lo tanto es importantísimo definir la pendiente del piso. Si el agua llega al piso, se debe contemplar una rejilla para eliminarla o hacerla correr hacia un lugar de desagüe. La pendiente se calcula en un mínimo del uno por mil para el agua de lluvia y del tres por mil para los desagües domiciliarios. Se debe tener en cuenta los tamaños de los cerámicos de acuerdo al área que deseamos revestir. Si hablamos de un baño o una cocina, y tenemos una sola rejilla en el centro del piso, estaremos teniendo cuatro pendientes que convergerán en un punto. En ese caso convendrá elegir piezas chicas para poder absorber la diferencia en mayor cantidad de piezas y no se note como un quiebre donde cambia la pendiente. También puede ser que la boca de desagüe esté en una esquina, entonces tendremos un solo quiebre para absorber. Y no sólo hay que contemplar ésto por un tema estético, ya que si el piso presentara salientes muy bruscas podría ser causante de accidentes.

En el caso de un piso libre de escurrimiento, como una galería o la vereda hacia la calle, donde no hay rejillas, se tendrá una pendiente en una sola dirección y por tanto no habrá ningún inconveniente a la hora de elegir el tamaño del revestimiento.

Las superficies donde se va a colocar el cerámico deben estar niveladas, firmes y libres de humedad y polvo. Para que esté a nivel, la pendiente tiene que ser la correcta y debe estar plana. Esto se verifica con una regla de largo inferior a un paño de piso con igual pendiente. El defecto no puede tener más de 5 mm de espesor. Lo habitual, antes de colocar los cerámicos es hacer una carpeta. También pueden colocarse sobre otro revestimiento, pero siempre verificando la firmeza del mismo. Si se va a aplicar sobre una carpeta vieja hay que corroborar que la superficie no sea muy arenosa y desprenda polvo. Por supuesto, antes de comenzar el trabajo, hay que diseñar un plano teniendo en cuenta la medida de los cerámicos para saber qué cantidad será necesaria, cómo irán distribuidos y qué espesor tendrán las juntas.

Para la colocación habrá que empezar por instalar los cortes en lugares que no estén a la vista, por ejemplo en un baño, detrás del inodoro y el bidet. Los cerámicos enteros se colocan en lugares rectos y libres de recovecos (delante de la bañera, frente a la mesada, etc.). Si se va a utilizar el mismo revestimiento para pared y pisos es conveniente hacer coincidir las juntas, así le da un sentido de continuidad al trabajo. Si se va a diseñar un dibujo con lo cerámicos, éste tiene que quedar a la vista, por lo que será necesario disponer de un lugar amplio para que se luzca.

Paso 2: Preparación de superficie y pegamento

Antes de comenzar la colocación debe verificarse que las cajas de cerámicos sean todas iguales y correspondan a lo que se va a utilizar. Si se emplean varias cajas, las piezas deben mezclarse. Las bases de cerámicos deben ser limpias, libres de polvo e impurezas para que su adherencia sea mayor. En piezas muy absorbentes es recomendable la humectación previa de las mismas.

Las superficies a revestir tienen que estar limpias, sin polvillo, pinturas, películas aceitosas, materiales orgánicos, etc. Estas superficies deben ser perfectamente planas, las paredes deben estar a plomo y escuadradas, y los pisos nivelados. Tanto carpetas como revoques deben estar bien adheridos a sus distintos sustratos.

Los cerámicos deben ser colocados con mezclas adhesivas específicas de primera calidad, que sirven para azulejos, cerámicos, mosaicos u otros elementos pétreos. Los mejores productos del mercado están constituidos por una mezcla de cemento portland, arena y aditivos, para obtener las propiedades que requiere una excelente colocación.

Paso 3: Colocación propiamente dicha

La misma debe hacerse necesariamente con llana, que el colocador elegirá de acuerdo al revestimiento a ubicar. El pegamento debe cubrir por lo menos en un 65% la base del cerámico. Cuando se requiera impermeabilidad, el pegamento debe cubrir el 100% de la base del mismo. Los cerámicos se colocan teniendo en cuenta las juntas entre las piezas, según indicaciones de los fabricantes, y las de dilatación, según norma IRAM 12575. Los elementos recién colocados se deben proteger de lluvias y calores intensos, y no deben transitarse los pisos antes de las 24 horas de su colocación. En general se indica que los cerámicos deben tener juntas no menores de 2 mm. En caso de cerámicos a la intemperie, se dejará un mínimo de 4 mm de separación entre piezas, y las juntas de dilatación periférica (contra paredes o entorno a cualquier elemento estructural que haya, como columnas, etc.) deben tener no menos de 1 cm. También se debe observar juntas de dilatación no periféricas, de 2 cm de espesor, cada 4 a 6 m lineales o 16 a 36 m2.

Correcta elección de los revestimientos

En el rubro de la cerámica hay dos grandes grupos: los cerámicos esmaltados y los porcellanatos. El primero de ellos está hecho a base de arcilla, que puede ser de color blanca o colorada. Esta base se recubre de un esmalte brillante o satinado. Generalmente se presenta en formatos chicos, aunque en los últimos tiempos se han logrado formatos de mayor tamaño.

Actualmente, el cerámico esmaltado es el más utilizado y elegido para uso doméstico debido a su apariencia y su bajo costo. Se suelen utilizar en pisos y revestimientos para baños y sectores donde no hay mucho tránsito de gente. Las dos ventajas más destacables de este tipo de cerámico es su variedad en cuanto a los colores y su facilidad de colocación.

Por otro lado está el porcellanato, que se compone de una base de arcilla refinada mezclada con feldespato y cuarzo. La temperatura de cocción es tan alta que logra una alta resistencia, baja porosidad y amplia tolerancia a los impactos. En este tipo de revestimientos hay dos clases: los compuestos por una sola masa y los esmaltados. Los primeros tienen mayor tolerancia al desgaste porque su base y superficie están compuestas por un mismo material. Los segundos, en cambio, son los que tienen una base porcelánica y su superficie está recubierta por distintos esmaltes de alta resistencia. Las variaciones en cuanto a su estética son muy amplias: tipo de mármol, granito, piedra, metal, colores plenos, entre otras. Las superficies pueden ser naturales, satinadas, semi pulidas, rusticas y pulidas completamente.

Para elegir el piso correcto hay que contemplar algunas cuestiones:

  • Más allá de la estética, lo importante es considerar el uso y las condiciones ambientales.
  • Conocer la diferencia entre tipos de cerámicos nos garantizará elegir el correcto en cuanto a su calidad y durabilidad.
  • Elegir el piso de acuerdo al lugar en donde se instalará: suelos de cocina, sala, comedor, habitaciones o baño. De igual forma habrá que considerar si son superficies externas o interiores.
  • Considerar el tránsito que sufrirá su piso: no es lo mismo el piso de una habitación que de una tienda. Hay que entender que un alto tránsito llevará al desgaste más rápido que una zona que tenga poco movimiento.
  • Para evitar el alto desgaste utilice cerámicos rústicos. La cerámica tipo rústica son placas sin esmaltar. Al tener microporosidad en su superficie, pueden mancharse, lo que se evita con el encerado permanente. Se puede instalar tanto en interiores como exteriores. Son, a su vez, menos resbaladizas que las cerámicas esmaltadas.
  • La cerámica esmaltada es más resistente a la abrasión y las manchas: Se trata de una placa cerámica compuesta por dos capas, una de arcilla cocida, la de mayor espesor, y la otra un esmalte vitrificado, que hace a la pieza resistente a la abrasión. Son de reducido espesor pero con los golpes puede saltar la capa superior. Vienen en distinto grado de dureza y no necesitan pulido.
  • Tener cuidado con los cerámicos “de segunda”. Es muy común que este tipo de cerámicos contengan piezas de distintos tamaños, lo que hará complicado mantener las guías y el patrón de instalación.
  • Para pisos exteriores, evitar cerámicos lisos, ya que la lluvia, el agua o la humedad pueden hacerlos resbaladizos y peligrosos.
  • Reservar una caja para reparaciones futuras. Se recomienda conservar al menos 1,5 m2 de las piezas, que aunque pueda conseguir cerámica del mismo modelo, podría no encontrar las mismas tonalidades ya que la cerámica se fabrica por lotes que podrían variar levemente las características originales. Se debe medir el área que llevará el piso cerámico y comprar un 15% de material extra.
  • Utilizar un pegamento adecuado. Estos contienen aditivos especiales que aumentan la durabilidad, resistencia y soporte de la unión entre el piso base y la cerámica. Evitar pegarlos con la mezcla tradicional de cemento y arena: ésto por cuanto el agregado a veces presenta partículas como tierra que a la larga producirán problemas de adherencia.
  • Recordar que el costo total es igual a: Producto + instalación. Es bueno escoger un buen colocador, asegurándose que cuente con las herramientas necesarias para hacer un buen trabajo. De eso dependerá la apariencia final, desperdicios y durabilidad.

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