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Septiembre 2014 - Año XXIII
Decoración

Habitaciones para adolescentes. Personalidad entre paredes

por Melisa Pietrantonio

La adolescencia suele ser una época de cambios, por ello, el dormitorio de cualquier adolescente también debería cambiar con el paso del tiempo. En esta nueva etapa, el joven buscará tener su espacio propio y definido, con lugares de relax, estudio y diversión. Por lo general, los adolescentes comienzan a pasar más tiempo en su cuarto, resultando sumamente importante que se encuentren cómodos y a gusto con el ambiente.

L

a decoración de dormitorios es algo muy personal, por lo que la tarea de remodelación deberá ser conversada y acordada con el “dueño” de la habitación, para lograr así que sienta que es “su espacio” y disfrute de estar allí. Es importante mantener el equilibrio adecuado entre lo infantil y lo maduro, respetando la personalidad del morador y sus objetivos.

La adolescencia es una etapa de descubrimiento, tanto personal como global, siendo común que los jóvenes presenten cambios bruscos; aquello de lo que hoy no dejan de hablar, mañana podría serle indiferente. Por eso, es recomendable ajustar el diseño de la habitación a esta etapa de la vida tan particular.

La decoración deberá ser versátil y adaptable a los cambios y reestructuraciones. La distribución del espacio puede ser similar a la que tenía cuando era niño: una zona de relax, una para el estudio y para el ocio, permitiendo que el que utilice la habitación decida sobre lo que quiere, respetanto sus gustos en la selección de los muebles, colores y decoraciones.

Un espacio para el estudio

Una de las actividades más importantes que suele tener un adolescente es la de estudiar. Por ello es fundamental que la habitación (si tiene espacio suficiente) cuente con una mesa o rincón de estudio. En el caso de contar con las dimensiones adecuadas, deberemos adaptar alguna zona de la habitación para que el joven desarrolle sus tareas estudiantiles. Uno de los puntos más importantes, antes de decorar la habitación, es buscar este lugar adecuado para incluir los muebles y definir esa zona tranquila, que permita el ingreso de luz natural o artificial y esté libre de distracciones. El espacio, como es costumbre, juega un papel importante a la hora de incluir los muebles. Habrá que buscar diferentes tipos de escritorios para acomodar libros y otros elementos con el fin de lograr funcionalidad. Lo ideal es que estos elementos se adapten perfectamente a la decoración de la habitación y los chicos se sientan realmente cómodos en esta área.

Los elementos decorativos pueden ayudar a darle un acabado armonioso al dormitorio.  Elegir algunas cajas decorativas para almacenar los útiles de escritorio sobre algún estante -que coincidan con los colores del dormitorio- puede ser una alternativa más que interesante.

Para quienes necesitan que el espacio no luzca tan abrumado con libros, cuadernos u otras piezas,  se puede escoger estantes con puertas corredizas para ocultarlos. La elección de una buena silla que ayude a la comodidad, una silla ergonómica, es de gran utilidad.  Si busca darle un toque personal a la zona de estudio, colocar una pizarra de corcho con algunas fotografías, notas que motiven o recordatorias, le dará un toque personal al ambiente de la zona de estudio.

Un poco de color y las cosas favoritas del adolescente a mano pueden ayudar a que se sienta contento de ir a estudiar. Por eso, se aconseja decorar con colores que le gusten, pero teniendo cuidado con los tonos demasiado llamativos. El purpura ayuda a la creatividad, mientras que el azul y verde tranquilizan. El rojo es un buen color para alentar y el amarillo para dar energía. Colgar frases y objetos de arte en las paredes también puede ayudar a generar este ambiente de estudio.

El orden y la organización no solo ayudarán a reducir distracciones, también logrará que los adolescentes puedan enfocarse mejor en la tarea. Tener un lugar específico para cada artículo es necesario. Un vaso para los lápices, un cajón para el papel, un estante para los libros, una cesta para la basura. Usar cajas y canastas para guardar cosas, y ponerle una etiqueta que detalle su contenido hará que el área de estudios se mantenga limpia y ordenada.

El tan necesario relax

La iluminación natural es un requerimiento fundamental en cualquier dormitorio, especialmente en el de los cuartos de adolescentes, ya que éstos suelen permanecer mucho tiempo allí. Por su parte, la iluminación artificial también deberá estudiarse adecuadamente, considerando luz de lectura y, por qué no, alguna opción para momentos de relax. Este recinto debe proyectarse como un espacio no sólo para dormir, sino que recrée un submundo donde el adolescente desarrolle su rincón social, escuche música, disfrute sus hobbies, mire TV, se conecte a la computadora, etc.

Un espacio de uso exclusivo, cuya imagen se identifique con esta etapa de su vida y de su personalidad. 

También, en el dormitorio de los adolescentes, la protagonista es la cama, si bien en las habitaciones juveniles suele tener funciones extra, como cajones debajo del colchón para el guardado o las camas-nido, perfectas para ganar espacio en cuartos pequeños.

Es importante que haya un espacio para que el adolescente descanse y se distienda. Con la colocación de sillones o puffs lograremos que este sitio sea bien utilizado. Los colores claros van muy bien con estos espacios, ya que generan una sensación de calma y tranquilidad.

El uso de textiles que dejen pasar la luz natural y alfombras que permitan al joven andar descalzo, también se adapta bien a esta zona de relax.

Zona de ocio y recreación

Los adolescentes buscan refugio en su cuarto, por lo que resulta esencial contar con un lugar de ocio y esparcimiento. Un lugar que contenga todo aquello que utilicen con frecuencia: la PC, las consolas de juegos, un sofá para estar con amigos, la tele, etc.

Es importante que alguno de los muebles tenga espacio para DVD’s o CD’s, que a esas edades lo que más suelen hacer, en sus ratos libres es escuchar música o ver películas, además de estar en la computadora.

La zona de televisión será una de las más usadas porque todos los jóvenes dedican buena parte de su tiempo de juego a consolas o a ver televisión, dibujos animados o películas. En lugar de un sofá y, dada la afición de los chicos a estar tumbados, será muy útil elegir colchonetas grandes realizadas con planchas de gomaespuma y una funda, que pueda retirarse para lavar. Podrán ser aprovechadas como camas improvisadas para una siesta o una noche en que se queden a dormir amigos.

Los puffs suelen completar los asientos que no cubren las colchonetas o el sofá, y permiten hacer círculos para determinados juegos. Además, son unos asientos divertidos e informales, que pueden encontrarse en distintos diseños y colores. También son fáciles de hacer en casa.

Los adolescentes son difíciles de complacer, pero si le damos un lugar especial en la diagramación de su habitación y escuchamos sus propuestas, la remodelación de su cuarto puede convertirse en una tarea sencilla y amena para realizar. Solo bastará con brindarle el asesoramiento necesario y un acompañamiento en todo aquello que ellos deseen tener en este lugar-refugio que es su habitación.

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