El sitio de la construcción del sur argentino

Marzo/Abril 2014 - Año XXIII
Noticias y Novedades

El pequeño Pompidou

Como ha ocurrido en la historia de la arquitectura a partir del siglo XIX, los edificios industriales han servido de inspiración para muchas de las mejores obras modernas. En este caso puede verse como, también, el proyecto para una fábrica realizada por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers a principios de los ‘70 sirvió como disparador del revolucionario diseño que poco tiempo después realizaron para el museo Pompidou de París, una de las obras más influyentes de los últimos 70 años.

Piano y Rogers se hicieron famosos cuando en 1977 inauguraron un edificio-máquina, tecnológico y “pop” a partes iguales, con sus fachadas de hierro y vidrio, e instalaciones a la vista junto a los antiguos puestos del mercado de Les Halles. Así, en el corazón mismo de París brotó un organismo cultural vivo, señalado por algunos estudiosos como “el primer icono instantáneo”. En el interior los espacios eran abiertos, y su aire efímero restaba protocolo a la cultura. Los colores eran primarios y decoraban sin miedo el invento.

Hoy es fácil aplaudir al edificio que ha recibido a más de 150 millones de visitantes, pero en su momento, tal cual le ocurrió al ingeniero Gustavo Eiffel con su torre, el diario Le Fígaro sentenció: “Igual que el lago Ness, París ya tiene su monstruo”. El Pompidou se apoyaba en la idea de André Malraux de acercar la cultura al ciudadano y en un jurado sin precedentes (con Oscar Niemeyer y Jean Prouvé) para la primera vez que Francia permitía participar a arquitectos extranjeros.

Poco antes de esa obra, Piero Ambrogio Busnelli, empresario italiano, contrató a Piano para que le proyectara una fábrica. El arquitecto genovés tenía entonces 35 años, ya se había asociado con Rogers, y representaba a la incipiente arquitectura high-tech. Fieles al idealismo de los años ‘60, les preocupaba que sus edificios fueran como máquinas para transformar la sociedad.

En Novedrate, a 32 kilómetros al norte de Milán, las oficinas debían transmitir una idea flexible del espacio, el trabajo y el diseño. Allí Piano ensayó lo que pocos años después desarrollaría en París. Las escaleras de acceso están en las esquinas. Hay tubos en las fachadas, para animar con su movimiento esas grandes superficies, y mucha luz natural. Los interiores están despejados, algunas escaleras recuerdan a un barco y un jardín frondoso se cuela como única decoración por los inmensos paños de vidrio que sirven de ventanales. El crítico Stefano Casciani considera a esta obra “un prototipo a escala completa de la técnica constructiva del Pompidou”, símbolo de una cultura empresarial volcada hacia los materiales innovadores que demuestra que la mejor arquitectura puede no tener fecha de caducidad.

Hongos ladrilleros

Una torre construida con ladrillos ecológicos, fabricados a partir de hongos y tallos de trigo, conforma el proyecto del estudio neoyorquino The Living, ganador de la 15va. edición del MoMA/P.S.1, concurso destinado a jóvenes arquitectos para diseñar una instalación temporal que se ubica, durante el verano, en el patio del museo del barrio de Queens. La parte superior del volumen, llamado Hy-Fi, estará compuesta por piezas reflectantes para aportar luz al interior, mientras que la piel calada contribuirá a lograr el confort térmico. La propuesta pretende obtener ideas renovadoras a partir del uso de materiales no tradicionales, así como el fortalecimiento del pensamiento en favor de obras capaces de consumir la mínima energía y no ser agresivas con el medio ambiente.

Escaleras del saber

Unas escaleras de concreto facetado conectan una serie de espacios sociales dentro de este edificio del campus para The New School en Nueva York, y son visibles fuera del edificio a través de enormes ventanas diagonales, generando una imagen completamente novedosa.

El Centro Universitario fue diseñado por la firma de arquitectura SOM para proporcionar 35.000 metros cuadrados de instalaciones de enseñanza y alojamiento para estudiantes, lo que le permite a la universidad descentralizar sus actividades y consolidarlas en su campus de Greenwich Village.

Concebido como “un campus dentro de un edificio”, la estructura de 16 niveles contiene alojamiento para estudiantes en sus nueve niveles superiores, mientras que los siete inferiores acomodan aulas, estudios de diseño, laboratorios, un auditorio para 800 personas y la biblioteca universitaria.

Las áreas sociales, denominadas “sky quads”, se intercalan a lo largo del edificio para proporcionar áreas donde el personal y los estudiantes pueden interactuar. Las escaleras crean rutas de ocio entre estos espacios, revestidos con paneles de fibra de vidrio reforzado con concreto, alternando trayectorias rectas y diagonales.

“En lugar de compartimentar espacios para vivir y aprender, apilamos estratégicamente estas funciones para crear un campus vertical que apoya el tipo de aprendizaje interdisciplinario que ha definido a The New School”, explicaron desde SOM.

Los muros exteriores están revestidos de tejas de metal acabadas a mano, que proporcionan protección solar para las ventanas durante el día. Los niveles de alojamiento ofrecen comodidades para 600 estudiantes y se pueden acceder a ellos a través de una entrada especial. Los residentes tienen acceso a servicios comunes en el sótano, que incluyen un gimnasio, áreas de estudio, una sala de correos y un lavadero.

Frank Gehry en el cielo de Berlín

El diseño del arquitecto canadiense –naturalizado estadounidense– Frank Gehry para una torre residencial de 150 metros de altura en Berlín ha resultado ganador en el concurso internacional convocado por la compañía inmobiliaria Hines, imponiéndose a las propuestas de otros ocho finalistas, entre los que se encontraban los estudios de David Adjaye y David Chipperfield. Con 300 apartamentos y un hotel, el proyecto del autor del museo Guggenheim de Bilbao, en España, se convertirá en el rascacielos más alto de Berlín. La torre, con fachadas pétreas, está concebida como la superposición de tres cuerpos rotados y “deformados” para optimizar las vistas sobre la capital alemana. Gehry, quien celebró el último día de febrero sus 85 años de edad, sigue trabajando sin descanso en todo el mundo, con una propuesta que, más allá de críticas y objeciones, marcó el fin del siglo XX y la primera década del XXI.

Altamira se puede ver otra vez

A mediados de febrero, y luego de 12 años, fueron reabiertas las míticas cuevas de Altamira, aunque sólo podrán ser visitadas por apenas cinco visitantes, elegidos cada día mediante un sorteo.

De esa lotería saldrá el grupo que, acompañados por un guía, podrán ver las legendarias pinturas rupestres, cumbre del patrimonio arqueológico mundial. Sólo podrán contemplarlas durante escasos ocho minutos, ya que la visita durará un total de media hora, en la que se incluye el paseo y acceso a la cueva.

Este simulacro de reapertura es un “experimento” que se prolongará semanalmente hasta agosto y con él se pretende medir el impacto humano en el conjunto. El resultado permitirá calibrar la apertura definitiva al público de la cueva, actualmente objeto de encendido debate.

Durante este tiempo podrán acceder 192 personas, ataviados con trajes desechables, gorro, mascarillas y un calzado especial. En la visita no se permitirá el contacto con la roca y la toma de imágenes. Durante la estancia en el interior se controlará la temperatura del aire y de la roca, la humedad, la contaminación microbiológica, las aguas de infiltración, el radón y el CO2, entre otros. Una vez que se calibre cómo afecta en ellas la presencia humana se sabrá si las cuevas vuelven a abrirse o no al público.

Las cuevas de Altamira son una cavidad natural en la roca en la que se conserva uno de los ciclos pictóricos y artísticos más importantes de la Prehistoria. Desde su descubrimiento, en 1868, ha sido estudiada por los principales prehistoriadores.

Sus pinturas y grabados pertenecen a los períodos Magdaleniense y Solutrense, y se estima que estuvo habitada hace unos 35 mil años, cuando la entrada principal de la cueva quedó sellada por un derrumbe. Contiene pinturas polícromas, grabados, pinturas negras, rojas y ocres que representan animales, figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos. Es calificada como la “Capilla Sixtina” del arte rupestre y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.

La Casa Curuchet quiere ser Patrimonio Mundial

El prestigioso y reconocido arquitecto francés Le Corbusier dejó un legado en La Plata: a mediados del siglo XX lo convocaron para construir una vivienda familiar frente al bosque para el médico Pedro Curuchet. Ahora, por iniciativa de la embajada de Francia en la Argentina, la Fundación Le Corbusier de París y el colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, intentarán que esa joya de la arquitectura se transforme en Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Comienza así un largo trayecto para convencer a los jurados del organismo que depende de las Naciones Unidas del valor cultural de esta construcción, ubicada en la calle 53, entre 1 y 2. El primer paso fue la firma de un convenio concretado en coincidencia con la visita del diplomático francés Jean-Michel Casa a la capital bonaerense.

La iniciativa busca que en 2015, cuando se conmemoren los 50 años del fallecimiento del artista, su obra pase a formar parte de los monumentos preservados por la UNESCO.

La casa se levanta sobre un terreno de 180 metros cuadrados. Le Corbusier tuvo en cuenta para su diseño las características urbanas y la proximidad con el bosque platense. Tiene dos plantas: en la parte inferior se desarrollan un consultorio y ámbitos de trabajo. En el segundo nivel se destacan los ambientes para vivienda y una terraza jardín.

La más alta de Europa, despoblada

Todo lo relacionado con el Shard, que tiene 310 metros de altura y 72 pisos, resulta espectacular, llamativo y mediático. Este rascacielos de Londres -el nuevo hito de la capital británica, que domina un panorama de 65 kilómetros y es visible a los conductores que recorren la autopista orbital M25- se proclamó como “la primera ciudad vertical de Europa”. Es el edificio más alto de Europa occidental y, junto con el Place, un “Shard bebé” contiguo de 17 pisos, les costó a los inversores de Qatar 1.800 millones de euros.

La terraza de observación del rascacielos puede alquilarse para eventos empresariales por 33.000 euros por hora, y existe una gran demanda de mesas en sus tres restaurantes. Sin embargo, a pesar del impactante diseño del italiano Renzo Piano y del marketing glamoroso, pasado casi un año de su inauguración el edificio sigue siendo poco más que una cáscara.

Diez departamentos diseñados para albergar a algunas de las personas más ricas del planeta y cuyos precios van desde los 30 millones hasta los 50 millones de euros, se encuentran vacíos y siguen en venta en momentos en que el mercado inmobiliario parece estar desacelerándose.

El hotel cinco estrellas Shangri-La aún no ha dado la bienvenida a su primer huésped, mientras que el complejo de oficinas de 25 pisos tiene un solo inquilino, en el piso 14.

En los próximos días, se estima que se darán a conocer dos nuevos ocupantes: el grupo de medios Al Jazeera, que tiene sede en Qatar, y un grupo hospitalario privado de los Estados Unidos, Hospital Corporation of América (HCA). Eso significará que el Shard se convertirá en sede de una de las clínicas privadas más grandes de Gran Bretaña, que abarcará tres pisos y contará con cien consultorios.

Parte del desafío del Shard reside en convencer a las empresas de que el sector del Puente de Londres, la zona al sur del Támesis, va a ser una zona deseable en la cual establecerse. Por otra parte, en una muestra de confianza, se planea la construcción de otra torre, también a cargo de Renzo Piano, un edificio residencial de 27 pisos a la sombra del Shard.

Lo que ocurre con el Shard no tiene por qué ser motivo de preocupación. Los libros de historia dan cuenta de que durante los primeros años del Empire State Building de Nueva York nadie se interesaba por alquilar sus oficinas, al punto que, a modo de ironía, se lo mencionaba como Empty (vacío) State Building.

Una fábrica para la cultura

Mientras por estas tierras se siguen demoliendo galpones industriales y ferroviarios, como si fueran piezas inservibles, en Europa estos tipos de inmuebles se recuperan para distintos usos, respetando su maravillosa arquitectura y sacando provecho de sus amplios espacios. Es el caso de esta intervención realizada en Madrid por el arquitecto Rafael de La Hoz, en una típica estructura de este lenguaje para reconvertirlo en centro cultural.

Partiendo de la premisa de respetar la geometría del volumen existente, así como la cubierta metálica en forma de dientes de sierra y la fachada revestida con fábrica de ladrillo, el proyectista transforma el antiguo cuartel de Daoíz y Velarde, situado junto a las vías de la estación de Atocha. Manteniendo el caparazón original, la cercha y sus pilares metálicos, la remodelación vacía el interior del cuerpo para insertar el programa cultural, diferenciado en dos áreas: accesos y circulaciones. Pasado y presente conviven en un ejercicio de reciclaje que reinterpreta la antigua construcción, mientras integra sistemas de captación de energías renovables, aprovechando la luz y la ventilación natural, además de la geotermia a base de una estructura de losas de hormigón. A la propuesta final, con valor propio y contemporáneo, se suma el valor agregado de la historia y un pasado relevante.

Un clásico académico

Conmemorando el aniversario de la muerte del arquitecto Mario Pani, se evocó un clásico de su arquitectura: la torre de la rectoría de la UNAM, construida en el año 1952 en la ciudad de México DF, con sus 59 metros de altura y 16 pisos.

La obra se encuentra ubicada sobre la explanada superior a la plaza donde se ubica la Biblioteca Central, limitada por un espejo de agua y unida por escalinatas de piedra. El edificio consiste en un prisma cuadrangular con fachadas de vidrio, excepto en los cubos ciegos de las escaleras, elevadores y servicios que le dan cierta movilidad hacia el occidente.

En el nivel del salón del Consejo Universitario, el prisma se rompe con un volumen de hormigón y un mural de David Alfaro Siqueiros, en tanto terrazas laterales dejan ver las columnas sustentantes. Ese volumen contrapone su masa, en una cuidadosa composición con el volumen horizontal del vestíbulo, generando un espacio de gran altura cuya iluminación natural es tamizada por láminas de tecali o alabastro de la región de Puebla.

La rectoría está construida en un estilo lecobursiano, “enriquecido” con una estructura de columnas y losas de hormigón. Ése fue el sistema general de construcción en la Universidad, que corresponde a la carencia de proveedores capaces de proporcionar estructuras de hierro en los plazos requeridos y mano de obra abundante y barata.

Los volúmenes ciegos están recubiertos de losa vidriada, la cual resultaba muy conveniente en los muros y recubrimientos, dada la facilidad de limpieza y mínima necesidad de mantenimiento.

Un estadio social en Medellín

Giancarlo Mazzanti y Felipe Mesa han construido en Medellín, Colombia, una arquitectura dedicada a la comunidad, que se integra en un sistema de obras ligado a la atención de lo social y a la cohesión de sus habitantes.

El nuevo estadio persigue la búsqueda hacia una arquitectura entendida como instrumento de comunicación entre la gente, e integra a Colombia entre las metas de los próximos tours arquitectónicos. Los episodios que han llevado a la arquitectura colombiana a la atención global se pueden leer como un movimiento social caracterizado por el empleo de materiales locales, reciclables y ligeros, como “ladrillos” con una estructura de fuerte valor expresivo.

El esqueleto de acero se completa con superficies acristaladas que revelan su composición volumétrica interna, en ausencia de una fractura entre funciones cerradas y al aire libre. Esto permite al complejo ser transparente de día para que la gente desde afuera pueda seguir las actividades deportivas en el interior, y transformarse por la noche en un icono luminoso.

La cubierta emerge de la repetición variada de un patrón, cromática y formal, de modo que la obra resulta única, generando un desorden tal que simula vivir su vida propia como un organismo vegetal. Este “espacio filtro” es uno de los lugares más importantes para animar a los habitantes a pasar más tiempo en espacios renovados, en los que pueden realizar actividades espontáneas.

Torres árabes que son una “mashrabiya”

El estudio Aedas ha completado “Al Bahr torres” en los Emiratos Árabes Unidos, nueva sede del Consejo de Inversiones de Abu Dhabi. Se trata de dos torres de 25 pisos con una pasarela que se pretenden convertir en un sitio emblemático para la región.

En la forma de las estructuras se aplicó una composición algorítmica tomada de los principios islámicos de diseño, con una fachada dinámica que se abre y cierra en respuesta al movimiento del sol, mejorando la ganancia solar hasta en un 50%.

El exterior de los edificios hace referencia a la “mashrabiya”, un sistema de celosía de madera que se encuentra en la arquitectura islámica vernácula, una serie de componentes de paraguas translúcidos. Cada dispositivo es accionado por una computadora y reduce la cantidad de luz solar que incide en el edificio, evitando la necesidad de acristalamiento tintado.

Las torres se amplían a su media altura, y la cima de cada estructura se corta en un ángulo configurado para maximizar la captación de las placas fotovoltaicas del techo.

Suicidios en el Golden Gate

Una lancha de la guardia costera que patrulla por la bahía de San Francisco, en California, se aproxima a las aguas bajo el puente Golden Gate. Esta vez no llevan sus uniformes habituales sino que van vestidos con trajes protectores blancos. Se trata de una operación de rutina: recuperar el cuerpo de la última persona que decidió quitarse la vida saltando desde el puente más famoso del mundo.

Los orígenes del Golden Gate se remontan a la década posterior a la Primera Guerra Mundial, cuando el tráfico en San Francisco se multiplicó por siete. Su construcción se autorizó en 1928, aunque con el “crack” económico de 1929 las obras no pudieron iniciarse. Fue inaugurado en 1937 a un costo de US$ 35 millones.

Dos torres de 227 metros de altura aguantan con dos cables subdivididos en 27.000 cables individuales las más de 800.000 toneladas de peso de la estructura, que mide 2.737 metros de largo. Desde que se inauguró, hace 76 años, se calcula que alrededor de 1.500 personas se han suicidado precipitándose desde esta estructura. Estas cifras no sólo lo convierten en uno de los puentes más usados en el mundo para suicidarse, sino que han hecho que, desde hace años, exista un movimiento que presiona a las autoridades para que instalen una barrera que evite que la gente siga saltando.

A lo largo de las décadas se han presentado diferentes proyectos para colocar un sistema de protección, que ahora es una barandilla de 1,20 metros.

Entre quienes se arrepintieron esgrimieron que, las principales razones que dieron para elegir el Golden Gate para el suicidio fueron las de su accesibilidad, romanticismo, método indoloro y otros motivos. A lo largo de las décadas la autoridad responsable se ha negado a aprobar los diseños presentados por razones estéticas. En 2008 se dio luz verde a un proyecto valorado en US$45 millones, que consiste en colocar una red flexible, de acero inoxidable, unos metros por debajo de la calzada.

El caso del Golden Gate no es el único en el mundo. Desde hace décadas las terrazas de la torre Eiffel, en París, están rodeadas de una malla metálica precisamente como consecuencia de los más de 500 suicidios registrados en el lugar.

Los premiados del 2014

The Design Museum en Londres ha anunciado los nominados al premio “Design of the Year” 2014.

Abarcando la arquitectura, la moda y el diseño de muebles, una de las 76 obras será coronada como la más innovadora del año.

Entre las 14 obras de arquitectura nominadas se incluyen:


Casa Child Chemo, Osaka / Tezuka Architects, Takaharu & Yui Tezuka. Un lugar donde los niños sometidos a tratamiento de quimioterapia pueden vivir con sus familias. El edificio tiene como objetivo facilitar un estilo de vida normal, dentro de un espacio en calma.

Fachada para Paul Smith, Albemarle Street, Mayfair, Londres / 6a Architects. El hierro fundido utilizado para esta fachada hace referencia al mobiliario urbano de Londres y crea un fuerte contraste con las casas georgianas colindantes. Un patrón sinuoso de círculos entrelazados le da un giro abstracto a una forma clásica, mientras que las ventanas curvas hacen referencia al vidrio en las máquinas de juego cercanas.

Centro Frac – Les Turbulences, Orleans / Jakob + MacFarlane. Concebido como un paisaje y una topografía, este pabellón de hormigón y aluminio transmite un flujo perpetuo de información digital. El volumen, la luz y la imagen se fusionan para crear una forma dinámica que se comunica, provoca, estimula e informa.

Frac Nord-Pas de Calais, Dunkerque / Anne Lacaton & Jean Philippe Vassal. Un centro de arte ubicado en un antiguo galpón para barcos. Los arquitectos mantienen la estructura original y se adjunta un doble salón con las mismas dimensiones, generando un espacio industrial abierto.

Centro Heydar Aliyev, Baku, Azerbaijan / Zaha Hadid + Patrik Schumacher. Elaboradas ondulaciones, pliegues y flexiones modifican esta superficie y transforman el edificio en un paisaje arquitectónico que realiza una gran cantidad de funciones. El edificio difumina las distinciones entre objeto arquitectónico y paisaje urbano, envolvente y plaza urbana, interior y exterior.

Siqueiros, Cuernavaca La Tallera, Morelos, México / Frida Escobedo. Originalmente concebido como un taller de muralismo, la casa-estudio del artista mexicano David Alfaro Siqueiros se transforma en un nuevo museo y centro cultural. Enormes murales fueron reposicionados para crear un patio abierto y una cuadrícula geométrica concreta compuestas de triángulos.

Escuela Flotante Makoko, Nigeria / NLÉ, Makoko Community Building Team. Un prototipo de estructura flotante, construido para la comunidad acuática de Makoko, Nigeria. La escuela adopta un enfoque barato y sostenible para hacer frente a las necesidades de la comunidad.

Mediateca Mont de Marsan / archi5. Esta biblioteca multimedia es un símbolo cultural edificado. Diseñado como una plaza cultural cubierta, sus planos transparentes abren las vistas al público.

Museo Jumex, Ciudad de México / David Chipperfield. Aprovechando al máximo un terreno triangular, este elegante museo está revestido de piedra travertina local y cuenta con un techo distintivo que inunda la sala de la planta superior con luz natural.

Newhall Be, Harlow, Essex / Alison Brooks Architects. Este esquema de 84 unidades en Harlow, Essex, integra diferentes tipologías de vivienda con la construcción prefabricada en madera y un plan maestro altamente eficiente para maximizar el espacio de vida.

Plaza de las Artes, Sao Paulo / Brasil Arquitectura. Ubicada en una zona que ha sufrido un declive económico, la Praça das Artes incorpora edificios históricos junto a nuevos volúmenes en hormigón a la vista y pigmentos rojos. Muros escarpados garantizan la flexibilidad de los espacios sin obstáculos, mientras que afuera aparecen espacios a través de nuevos pasillos públicos.

Casa para Invitados Wa Shan, Hangzhou, China / Wang Shu. Casa de huéspedes y recepción diseñada por Wang Shu. El proyecto se inspira en las tradiciones de la Academia de Arte de China y de la ciudad de Hangzhou.

Dentro de los nominados encontramos también al pabellón de seda diseñado por Mediated Matter Group y las Serpentine Galleries diseñadas por Marina Willer y Brian Boylan. Las 76 nominaciones estarán expuestas en el Design Museum hasta el 25 de Agosto y el ganador se dará a conocer a fin de año.

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