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Junio 2012 - Año XXII
Decoración

Recién nacidos: una habitación a su medida

Pensar en el cuarto de nuestro hijo puede ser una tarea muy sencilla si lo hacemos con anterioridad, tiempo y dedicación, siguiendo algunos consejos básicos sobre qué tipo de muebles son convenientes, qué iluminación es la correcta y qué condiciones de seguridad deben ser tenidas en cuenta.

A

lrededor del quinto mes de embarazo es el momento ideal para comenzar a diagramar la habitación del futuro bebé. Una vez visitadas las mueblerías de niños, haber revisado modelos y marcas, llega el momento de tomar una decisión para el bienestar del nuevo integrante de la familia. Para profundizar sobre el tema nos acercamos a Uups Diseño para chicos, un lugar repleto de propuestas para esta tarea.

Los recién nacidos duermen muchas horas, por lo que es necesario brindarles un buen descanso y, teniendo en cuenta la regla general de que durante los tres primeros meses duermen en la habitación de sus padres, el catre o mini cuna resultan ideales para este período.

Las claves de la habitación del bebé

  • • Si la casa tiene más de un dormitorio, elijamos el más apropiado: hay que tener en cuenta la dimensión (cuanto más amplio, mejor), los ruidos (es preferible que sea tranquilo) y las condiciones de luz y ventilación (lo ideal es un cuarto luminoso y bien ventilado).
  • • Para decorarlo, antes de nada hay que pensar en algunas cosas básicas: qué necesita realmente el bebé, qué materiales son los más recomendables, cuál es nuestro presupuesto o cómo podemos aprovechar de la mejor manera el espacio que tenemos.
  • • Si se puede, intentemos crear distintas zonas: de juego, de sueño, etc. Pensemos en un entorno cambiante y preparemos una habitación que pueda crecer con el niño (no conviene decorarla pensando únicamente en un recién nacido). En cuanto gateé, necesitará un área libre de obstáculos, sin muebles ni adornos que estorben. En general, cuantos menos elementos decorativos haya, mejor. Así será más fácil de limpiar y recoger.
  • • No olvidemos adoptar medidas de seguridad desde el principio. Muy pronto el niño estará intentando subirse a las sillas, meter los dedos en los enchufes o asomarse por encima de los barrotes de la cuna.
  • Eligiendo la cuna

    Cuando llegue el momento de pasarlo a la cuna, debemos tener en cuenta que es necesario que la misma tenga protectores acolchados, para evitar que el bebé se golpeé contra los bordes, además servirá para reducir los espacios y lograr que se sienta cómodo y en un ambiente blando. Es importante recordar que el tamaño de la cuna no debe ser muy pequeño, ya que el bebé lo usará hasta aproximadamente los dos años de edad, cuando pasará a dormir en su propia cama.

    Podemos encontrar variedad de modelos de cunas en el mercado. La cuna funcional es un mueble que puede transformarse en una cama y resulta ideal para que la transición sea lo menos traumática posible, además de representar un ahorro para los padres. En efecto, cuando el bebé pasa de la cuna a la cama sin que este cambio sea demasiado brusco, la adaptación resulta mucho más sencilla. Comúnmente vienen acompañadas de un cambiador adosado al lado. Las hay con luz de led: éste novedoso sistema de iluminación consiste en transmitir la luz emitida por los LED a través del acrílico grabado en láser, lo que permite que solamente se ilumine el gráfico realizado en el panel. Por razones de seguridad, este sistema no es eléctrico, la energía es suministrada por medio de pilas AA.

    También podemos encontrar las cunas “charriot”: éstas son pequeñas y prácticas, muy recomendables para el período desde recién nacido hasta los 3 años. Luego están las cunas americanas, que son una versión de mayor presencia y dimensiones que las anteriores. Se pueden transformar en una cama chica para que el niño pueda dormir en ella durante un período más prolongado (hasta los 5 años, aproximadamente). La elección del modelo adecuado para el dormitorio del bebé depende del espacio disponible. Actualmente las viviendas cuentan con habitaciones secundarias de pocos metros, las que destinamos para los niños. En estos casos, debe tenerse en cuenta que una habitación recargada de muebles y objetos decorativos no favorece el buen descanso del bebé.

    Normas de seguridad en las cunas

    Al momento de comprar una cuna es importante tener en cuenta y verificar que se cumplan las siguientes normas de seguridad:

  • • La separación de los barrotes deberá ser menor a los 6 cm., para que no pase la cabeza del bebé.
  • • La altura de los barrotes debe ser de aproximadamente 50 cm.
  • • No deberá tener puntas salientes.
  • • Verificar que la pintura de la cuna no contenga plomo, ya que es tóxico. Los laqueados de alta calidad constituyen el mejor acabado para los muebles infantiles, al utilizar lacas atóxicas e ignífugas, y al no desprenderse el material, como sucede con las pinturas o pátinas.
  • • El colchón debe ser duro. Se debe retirar la envoltura de plástico ya que el niño se puede asfixiar con ella. Si desea colocar un protector para el colchón, éste puede ser de plástico pero debe ir bien ajustado al colchón con un elástico. El colchón debe estar forrado de un material fácil de lavar.
  • • Si la cuna tiene diferentes posiciones para colocar el colchón, al principio, cuando el bebé es muy chiquito, puede utilizar la más alta, pero en la medida que el bebé se vaya aprendiendo a sentar, y luego a parar, es imprescindible bajar la altura, porque de lo contrario se podrá tirar de la cuna.
  • • No colocar la cuna cerca de una ventana, así evitará riesgos innecesarios.
  • • Revisar la cuna periódicamente, para asegurarse que no haya bordes cortantes, clavos ni roturas.
  • • Si cuelga un móvil de la cuna, asegúrarse que quede bien fijo y alto, de esta manera el bebé no podrá agarrarlo. Los juguetes de gimnasia y móviles deben retirarse en cuanto el niño aprenda a sentarse, ya que se pueden lastimar si al tirar de ellos se les cayera encima.
  • • La cuna deberá estar revestida por elementos acolchados por dentro para evitar que el niño se lastime.
  • Colores e iluminación de la habitación

    Los colores que generalmente se han utilizado para identificar el sexo de los bebés nunca van a perder vigencia, en un esquema tonal de azules y celestes para niños o rosas pálidos y fucsia y lila para las niñas. Estos colores se llevan muy bien con muebles blancos o crudos, incluso con maderas oscuras en color chocolate o café. Pero más allá de estos clásicos, están los nuevos colores “unisex” que brindan un cuarto más original y creativo. Hoy se usan colores tales como los púrpuras, verdes, amarillos y rojos. Es aconsejable que éstos estén acompañados por colores neutros que suavicen el ambiente. También pueden usarse papeles decorativos para las paredes, con dibujos o figuras, que traigan aire fresco y original a la habitación.

    Puede que parezca mentira, pero la elección de los colores contribuirá al desarrollo del bebé. Desde pequeños, es importante estimular el interés por el mundo que les rodea. Los colores de su cuarto contribuirán al desarrollo de su creatividad y de ellos dependerá, en gran parte, el descanso y la relajación del recién nacido. En un gran abanico de posibilidades podemos concluir que los colores más recomendados son los pasteles, vivos y neutro. Para decidirnos debemos tener en cuenta el estilo con el que vayamos a decorar la habitación, pero también la sensación que queremos que proporcione sobre el niño. Así, si se eligen colores vivos en tonalidades suaves, éstos asegurarán la estimulación y relajación necesarias. Cuando nos pongamos a pintar las paredes, será importante no hacerlo con pintura tóxica; lo ideal es que sea plástica, ya que es de fácil limpieza. Otra opción muy recomendada es pintar los techos, ya sean de colores lisos o con algún motivo, debido a que éstos están constantemente a la vista del niño. Pero deberemos evitar que el sea estridente o muy llamativo, lo cual sobrecargaría al niño e impediría un buen descanso.

    La iluminación es importantísima a la hora de elegir los colores del cuarto. Una habitación de bebé es bueno que se mantenga bien iluminada mientras esté despierto el pequeño ocupante; en cambio, cuando duerme, se sugiere que se lo acompañe con una luz tenue, nunca a oscuras. Como es lógico, lo preferible es disponer de una fuente natural de luz que deje pasar el mayor número de rayos de sol posible. Sin embargo, las ventanas y cristaleras deberán estar protegidas con unas cortinas que maticen la luz entrante y permitan un correcto descanso del bebé durante las horas de sueño matutinas. Además de la luz natural, deberemos tener, como mínimo, un punto de luz general. Lo ideal es disponer de una luz puntual, tenue, que permita realizar ciertas tareas como amamantar al pequeño, relajándolo al máximo. En la actualidad existen en el mercado varias ofertas de iluminación para los cuartos de los niños, que lo hacen más ameno y divertido.

    Otros muebles que acompañan

    Podemos complementar el cuarto con diferentes muebles funcionales a las necesidades del niño. Durante los primeros años se necesita un espacio donde cambiar al bebé, por lo que un mueble cambiador o una cómoda van a ser muy útiles. Las cunas funcionales incorporan, como complemento, una cajonera que queda a una práctica altura para realizar esta tarea, sin necesidad de agacharse. Sobre estos espacios es conveniente colocar un cambiador de los llamados rígidos, que permiten una óptima higiene de la superficie.

    También es necesario un lugar para guardar la ropa y elementos personales. Aquí podemos encontrar, por un lado, mobiliario tradicional, como roperitos, cómodas, cajoneras verticales o chifonier, cubos de guardado o baúles.

    Por otra parte, existe una alternativa diferente: los sistemas de módulos. Con una alta calidad en sus acabados laqueados, encontramos amplias opciones en esta área. Se trata de sistemas de módulos que poseen una línea simple y estilo atemporal. Es posible alinearlos, tanto vertical como horizontalmente, apilando 4 o 5 componentes hasta un total de 211 cm de altura. En cuanto al ancho de los módulos, los hay desde 35 a 227 cm y más. También existen módulos esquineros, que posibilitan ocupar productivamente los rincones y esquinas, cajoneras móviles y escritorios con opciones de alzadas. Como podemos apreciar, este sistema ofrece una variedad de combinaciones increíblemente amplia para el diseño de todos los ambientes, generándose así un espacio acorde a cada necesidad.

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