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Julio 2011 - Año XXI
Construcción

Tabiques en seco: una técnica que exige atención

El uso de los tabiques de construcción en seco se ha impuesto en los últimos tiempos como una de las alternativas más aceptadas en el tradicional mundo de la construcción. A pesar de aparecer como un sistema de construcción simple y rápido, exige prestar atención a su colocación para que cumpla de manera adecuada con sus funciones.

Por definición, el tabique es una pared liviana que se utiliza para separar las distintas dependencias de una estructura. Es un componente no estructural, que resulta adecuado para dividir y aislar ambientes, tanto acústica como térmicamente, como también proteger del fuego. Su variedad es amplia. Los hay de yeso cartón, bloques u hormigón liviano, aunque el más usado está compuesto de planchas de yeso-cartón, con una estructura metálica y relleno de lana de vidrio.

Resulta fundamental en el diseño la conexión en todo su perímetro y la interacción con la estructura resistente. Las falencias de estos componentes se presentan por errores en la instalación y por no respetar las disposiciones legales para el diseño, que determina su emplazamiento, la forma en que se fijan a la estructura resistente y su seguridad interna.

Especificación y manipulación del material

Hay tres pasos que se recomiendan cumplir: la especificación de estos elementos, su manipulación y la coordinación. Es decir, conocer con qué finalidad se va a utilizar el tabique; si debe proteger del fuego o si hay ciertos requisitos térmicos o acústicos.

Estas características responden a una adecuada especificación, por ejemplo el tipo de placa, espesor y cantidad, la configuración de la estructura (modulación) y el material aislante, según espesor y densidad. Una vez especificado el tabique, es indispensable atender una buena recepción del material, bajo un sistema de control adecuado. En terreno, la mayoría de las veces llega el camión con los productos en perfecto estado, pero en obra las planchas terminan deteriorándose o despuntadas por un mal manejo. A ello se suma que normalmente las colocan a piso, produciéndose deterioros, por lo que es vital contar con un lugar de acopio apropiado, bajo techo y a resguardo del agua y humedad.

Coordinación

Son varias las cuadrillas que participan en la instalación de tabiques y es importante el trabajo bien organizado. Se debe coordinar a la gente necesaria para tener un avance continuo. Es importante que cuando llegue el instalador, el lugar esté despejado y trazado con hilo y tiza, de acuerdo a lo señalado en los planos y especificaciones. Ésa es la guía que muestra dónde va el tabique, al igual que la ubicación de puertas y ventanas. Es clave que el profesional controle los trazos bien hechos, en línea recta, y que sus medidas sean correctas.

La instalación

De acuerdo al trazado se ubicará el perfil canal o solera, tanto la inferior sobre el piso como la superior, fijada a la estructura de techo. Ambas se sujetan con clavos de impacto. La distancia entre las fijaciones depende del diseño del tabique. Desde el interior de la solera superior a la inferior se ubican los montantes, similares a las soleras. La distancia entre montantes dependerá de la altura del tabique y la cantidad de planchas, entre otros, pero se recomienda una modulación de 40 ó 60 cm. También se aconseja colocar una banda acústica en la superficie de contacto entre soleras y la estructura. Es una cinta superficial de espuma de polietileno reticulado de celda cerrada, de 3 mm de espesor, elástica, estanca y autoadhesiva, cuya función es sellar el perímetro y amortiguar las vibraciones de la estructura.

Un error reiterado es la fijación del montante directo a la solera. Antes se exigía fijar el montante con una fijación metal-metal (tornillo pequeño y de cabeza plana). Hoy se reconocen dos tipos de tabiques, en concordancia con sus conexiones: el solidario, que se deforma con la estructura, y el flotante, que lo hace independiente de la misma.

El problema es que si el tabique se fija a la estructura y el hormigón tiene un desplazamiento, éste se lleva el tabique y cuando vuelve se produce una grieta, porque no cuenta con suficiente dilatación.

Como el tabique es una estructura liviana, ante una presión de los muros de hormigón, se deforma. Por lo tanto, se deben diseñar las conexiones con las dilataciones adecuadas. Una dilatación inferior de 10 mm permite evitar que la placa quede en contacto con el suelo, para evitar que la humedad la afecte.

Otro error frecuente son las fijaciones de la placa a la estructura. La plancha se conforma por dos caras de papel; los tornillos deben quedar aplastando el papel, pero sin romperlo. Si un tornillo queda mal puesto se debe sacar, tapar con yeso y colocar otro a 1 cm de distancia. Si pasa desapercibido la plancha puede quedar suelta o con las vibraciones aparecer la cabeza del tornillo y marcarse.

Una vez instalada la placa en una cara del tabique, se colocan los servicios. Usualmente van ductos eléctricos, pero eventualmente también pueden ir los sanitarios o de agua. El siguiente paso es colocar la aislación térmica. Generalmente el material que se utiliza, y que también se ocupa como aislante acústico, es la lana mineral. Físicamente es una colchoneta, que viene comprimida en rollo, que se estira y corta de acuerdo a la modulación del tabique. Va desde los 4 cm de espesor y tiene distintas densidades. Hasta cierto límite, a mayor espesor aumenta su capacidad de aislación. Existe la tendencia de colocar los tabiques interiores sin aislación, en desmedro de la calidad acústica del elemento. La lana de vidrio es absorbente y produce una difusión de la onda sonora al interior del tabique, aumentando hasta en 5 decibeles el índice de reducción acústica.

Por otra parte, hay que tener en cuenta los ductos de climatización. Cuando se trata de edificios de oficinas y clínicas, los mismos van entre el cielorraso suspendido y la losa. Si se quiere hacer una sala muy aislada al fuego y acústicamente apta, se instala el tabique de losa a losa; pero en algunos casos, se hace un cielorraso suspendido y arriba queda abierto, por donde pasan los ductos. Uno de los problemas es que el instalador del aire acondicionado rompe el tabique y después aplica sellos rígidos. El inconveniente es la transmisión de vibraciones de los equipos de aire acondicionado hacia las planchas de yeso. Por otra parte, muchas veces estos ductos se apoyan en los tabiques, agregándole un peso extra. Para la instalación de puertas y ventanas debe reforzarse la estructura del tabique.

Existen varias soluciones, una de ellas es colocar tacos de madera encajados en los montantes o dinteles que hacen de marcos de puertas y ventanas, para evitar posteriores torsiones. Cuando se tiene un tabique y una puerta, normalmente se corta la plancha para ahorrar material. Dicha situación, al primer movimiento fuerte produce una fisura en la junta. Por tanto, lo adecuado es colocar la plancha y cortarla en forma de bandera, de manera que quede reforzada y no se produzcan grietas. Esto vale también para las ventanas.

Lo ideal es realizar esta etapa lo más pronto posible; ya que se recomienda que el tabique no esté abierto más de dos días, debido al peso que puede provocar que la estructura se deforme. El panel se atornilla en cada montante con un tornillo autoperforante, a 25 cm de distancia uno de otro.

Juntas y encuentros

A la hora de escoger un sistema de sellado para tabiques, se deben tener identificadas las propiedades según el tipo de junta y las condiciones de la obra. De igual forma, el producto seleccionado debe cumplir sus funciones a lo largo de toda su vida útil. Por ello, es importante considerar cualidades como buena adherencia a los materiales de construcción, capacidad de movimiento permanente, resistencia al envejecimiento, a la intemperie, a la rotura y al paso del aire y del agua. Si se desea facilitar el trabajo del aplicador, hay productos para encuentros de tabiquerías de rápido secado, de uso inmediato, consistencia cremosa y multipropósito.

Antes de comenzar a sellar, es necesario cerciorarse de que los bordes de la junta estén firmes, secos y limpios, sin residuos de aceites, grasa o polvo. Posteriormente, se debe rellenar la junta evitando que queden burbujas de aire en su interior. Con el objetivo de alcanzar una terminación estética, se puede delimitar la junta con una cinta que debe retirarse antes que la masilla empiece a polimerizar. Finalmente, para la terminación es aconsejable utilizar una espátula para alcanzar un sellado perfecto. Es importante sellar el perímetro del tabique con un sellador ignífugo, ya que a través del perímetro se producen fugas que van en desmedro de la aislación acústica. El perímetro tiene una relación directa con la superficie del tabique: a menor superficie, mayor longitud del perímetro, y más vulnerable a fugas. Este tipo de tabiques soporta todo tipo de revestimientos, tales como papel, pintura o cerámica. Las superficies deben quedar totalmente lisas, sin irregularidades. Para cerciorarse que los tabiques quedaron bien instalados se pueden utilizar reglas de aluminio o niveles.

Instalación

  1. 1. Se instala un perfil canal o solera, sujeta con clavos de impacto a una distancia de 60 cm entre sí.
  2. 2. Se colocan la aislación térmica y los servicios, como ductos eléctricos o sanitarios.
  3. 3. En la instalación de puertas y ventanas, colocar tacos de madera, los que irán encajados en los montantes, dinteles y/o alféizar que hacen de marcos.
  4. 4. Se coloca la segunda cara del tabique, cuidando que los tornillos vayan a una distancia de 25 cm. Luego se da la terminación con papel, pintura o cerámica.

Placas de fibrocemento

Las placas de fibrocemento que se usan como tabiques están constituidas por una mezcla homogénea de cemento, refuerzos orgánicos y componentes naturales. Esta formulación permite obtener un producto de adecuado nivel de estabilidad y resistencia mecánica. Su principal característica es la alta resistencia a la humedad. Esta cualidad le permite trabajar en ambientes interiores y exteriores. Este tipo de placas tiene una alta resistencia al impacto, lo que la transforma en un material multipropósito al buscar soluciones constructivas. Esto permite que las placas logren un buen comportamiento al fuego y acústico al interior, y térmico al exterior.

Tabiques de hormigón celular

Una propuesta ofrece la tabiquería de hormigón celular en bloques y paneles. Los bloques son calibrados con una distorsión menor a 1 milímetro. Se obtienen paños muy parejos que permiten, en el caso de los paneles, terminaciones con aplicación de pasta en forma directa. Para la instalación, luego de hacer el trazado se asienta el material sobre tacos de poliestireno expandido de 2 cm de espesor, ubicados en los extremos de cada panel. Una vez fijado, se repite el procedimiento hasta armar el tabique completo. Los bloques y paneles se unen con adhesivo en sus caras verticales, parándolos en los tacos de poliestireno. Fraguada la junta adhesiva de la primera hilada, se inyecta poliuretano en los espacios entre los tacos, quedando dilatado el tabique de la base.

Se debe considerar una dilatación vertical de un mínimo de 1 cm entre el muro y el tabique y una horizontal superior contra la losa o elemento estructural de 2 cm. En esta junta se inyecta poliuretano en cantidad suficiente para que, una vez expandido, llene por completo los espacios entre ambos materiales.

Los errores más frecuentes

  • - La placa no se deja dilatada y se produce deterioro en la parte inferior del tabique, debido a la falta de espacio para sus movimientos.
  • - Los montantes se empalman en una sola línea, sin alternación. Esto hace que el sector de empalmes alineados quede debilitado ante posibles movimientos. Se recomienda que los montantes sean de una sola pieza, sin empalmes.
  • - Las placas se instalan alineadas en su altura, lo que hace que el tabique esté más debilitado en la junta horizontal de su parte superior. En tabiques en altura, las placas deben ir alternadas para que las juntas no coincidadan en una misma línea.
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