Sin duda, lo primero que debemos tener en cuenta al considerar opciones, es que la mesada responda a su razón de ser: una superficie higiénica, impermeable y resistente, tanto al calor como golpes. El diseño, el color o el estilo, junto con el presupuesto, son factores que deben acompañar y adaptarse a esta premisa. Al mismo tiempo debe proporcionar un espacio de trabajo amplio y cómodo, fácil de mantener y, sobre todo, con larga vida útil.
Los materiales disponibles actualmente en el mercado son variados y de características diferentes. Por lo tanto, es necesario enumerar cada una de las opciones viables para poder optar por aquella que mejor se ajuste a la mesada que estamos buscando obtener.
Es el material de las cocinas profesionales por excelencia, debido a su resistencia e higiene; y, aunque es un poco más costoso, ya ha desembarcado en las domésticas.
Sus principales ventajas: es absolutamente aséptico, muy fácil para limpiar y tiene la habilidad de aguantar el desgaste extremo y el calor. Algunas desventajas que posee son el ruido que puede generar y las ralladuras que perduran en su superficie.
El acero inoxidable puede proveer una gran apariencia para una cocina ultramoderna. Los accesorios, como rejillas en la pared para los utensilios y campanas extractoras con fachada de acero haciendo juego, le darán un aspecto profesional con estilo.
Las mesadas de madera maciza, hechas de variedad dura, se ven particularmente interesantes, pero siempre con un buen tratamiento de hidrolaqueado (laca acuosa).
Las superficies de trabajo de madera son resistentes, atractivas y muy fáciles de cuidar. Dependiendo del acabado, los rasguños o quemaduras pueden a veces simplemente ser lijados. Sin embargo, si la cocina es propensa a la humedad, la mesada se puede deformar. Además no resultan tan higiénicas como las usuales y necesitan protección permanente.
Las mesadas de cemento son una alternativa moderna a los clásicos. Ideales para darle a la cocina una apariencia renovada y actual con poca inversión. Se utiliza mucho en estilos industriales y contemporáneos. Duran un tiempo considerable y son resistentes al desgaste.
El concreto es un buen material para mesadas de formas extraordinarias, ya que puede moldearse libremente según el diseño deseado y pueden pintarse de cualquier color. Las cocinas de este estilo requieren de un tratamiento de impermeabilización y mantenimiento que resulta bastante costoso, ya que tendrá que realizarse con periodicidad. La mesada sabe rajarse si el concreto se contrae.
Es una piedra natural, al igual que el mármol y el cuarzo, pero de mucho mayor dureza. Las mesadas de granito son una elección tradicional y popular por su durabilidad y belleza clásica. Puede crear una mesada de cocina que sea sumamente resistente y mantener su acabado por más tiempo que la mayoría de los materiales. Son muy pesados, aunque se considera un material muy práctico e indestructible.
Aparte de las mencionadas bondades como su dureza e inalterabilidad, también posee gran resistencia al calor, manchas y líquidos. Tiene diversidad de tonalidades lo que lo hace muy atractivo para combinar de acuerdo al color de los muebles. El gris Mara es el más común pero hay también otros colores, como el Rosa de Salto (tiende al marrón); el San Felipe (con un toque de verde oscuro), el Amarello (tendiente al rosado) y el Crema (con tintes bien claros y atizados).
Las mesadas de vidrio se han destacado en los últimos años como tendencia en cocinas porque otorgan un aspecto moderno pero a la vez es atemporal y se adecua a espacios de todos los tamaños. Son muy resistentes al calor, no se manchan con facilidad, y además de ello, al no ser de una superficie porosa son también muy higiénicas. La única desventaja es que se marcan fácilmente las huellas dactilares y no son las más indicadas para hogares en los que haya niños.
Constituyen el material más popular y ampliamente disponible por su bajo presupuesto y gran variedad de colores, acabados y diseños diferentes, incluyendo imitación de madera, granito y mármol. Las mesadas de laminado son fáciles de limpiar, pero están sujetas al desgaste. Se consiguen rayar con facilidad y tampoco son muy resistentes al calor, y una vez que se dañan, no pueden ser reparadas. Es una opción muy adecuada para un sector de la cocina que no esté sometido a trabajo duro, como una barra.
Se trabajan varias marcas, donde Silestone es la más conocida. Está compuesto en un 94 % de Cuarzo Natural, lo que le proporciona una dureza y una resistencia extraordinaria. Es una superficie excelente para encimeras de cocinas, baños, suelos y recubrimientos de paredes con mínimas juntas. Impermeable y muy resistente a los rayones. Se encuentran con espesores de 20 mm en general y algunos colores en particular, también vienen en 12 mm.
Las marcas más conocidas son Neolith y Dekton. Está hecho de materiales naturales y fabricado a altísimas temperaturas y presiones, lo que le confiere una resistencia al rayado y al impacto muy elevado. Sin embargo, como cualquier otra área, impactos repentinos, fuerces excesivos o usos indebidos pueden dañar la superficie del material.
La terminación vítrea del acabado pulido, requiere una mayor atención, ya que presenta menor dureza superficial.
Se trata de una llanura ligera y con una amplia variedad de acabados y se fabrica con la Tecnología de Sinterización de Partículas (TSP) que comprende un innovador proceso de ultracompactación, el cual contribuye de forma significativa a que sea un producto totalmente revolucionario, de muy bajo mantenimiento, larga duración y posibilidad de aplicaciones tanto en interior como en exterior, que incluyen: pavimentos, revestimientos, fachadas y encimeras.
El espesor más utilizado para encimera es de 12 mm, pero también vienen en 8 o 6 mm (dependiendo la marca) y en 3 mm, cuya utilización es más para revestimientos.n
Si bien el mercado nos proporciona una infinidad de opciones para crear nuestra mesada, estas últimas son de un costo muy elevado, ya que son importadas y sus precios se valúan en dólares. Por este motivo, el elegido clásico es el granito natural, no sólo por sus grandes ventajas en cuanto a durabilidad y acabado, sino también por ser de un precio más económico y con mantenimiento mínimo, casi inexistente.
Como se detalló, las mesadas vienen en una variedad inacabada de materiales, todos con sus rasgos distintivos y debilidades, y una vez conocida cada una de sus propiedades será mucho más fácil elegir el mejor para la cocina que deseamos.