Una cara pide silencio frente a Manhattan
El escultor catalán Jaume Plensa inaugura su obra de 24 metros de altura en la orilla del río Hudson y frente al skyline de Manhattan.
Como buena parte de la población, Plensa se ha pasado la pandemia encerrado en casa. El artista llama a su taller una “prisión dorada pero prisión, al fin y al cabo”, aunque reconoce sentirse afortunado por haber podido seguir activo. Paradójicamente, ha visto cómo muchas de sus obras pudieron salir a viajar alrededor del mundo y finalmente asistir a la inauguración de su obra más monumental, frente a Manhattan.
La pieza forma parte de su serie de caras alargadas que le han dado fama mundial y lleva por título El alma del agua. Mide 24 metros y es el trabajo más grande creado por Plensa. Se fabricó con resina de poliéster, fibra de vidrio y polvo de mármol y se envió en 23 contenedores desde Barcelona.
“El agua es una maravillosa metáfora de la humanidad. Una gota de agua está bastante sola, como una persona, pero muchas gotas juntas pueden crear un maremoto y formar inmensos ríos y océanos. Cuando las personas se unen para intercambiar ideas y crear una comunidad, podemos construir algo increíblemente poderoso", reflexiona el artista.