Una maravilla art déco a punto de renacer
Es conocido el destino que han sufrido cientos de cines art déco, cerrados, readecuados o demolidos. Por eso gratifica cada noticia sobre la recuperación de una de esas salas.
La historia del Cine Ópera de la ciudad de México se remonta a 1949, cuando el recinto, diseñado por el arquitecto Félix Nuncio -con interiores del escenógrafo Manuel Fontanals- presentó la primera proyección para posicionarse como uno de los más populares de esa ciudad.
Este edificio art déco enmarca su fachada con un ventanal con dos esculturas talladas de piedra con las máscaras de la comedia y la tragedia.
Después de 22 años su uso presentó un descenso debido a distintos factores hasta 1993, cuando comenzó a albergar algunos de los conciertos más icónicos de bandas musicales. Fue tanto el quorum que provocó daños en la estructura, ya afectada durante los terremotos de 1985. Debido a ésto fue cerrado y entregado al Instituto Nacional de Bellas Artes en 2011, con el fin de convertirlo en centro cultural; sin embargo, ésto nunca sucedió.
Setenta años después de su inauguración se ha informado que recobrará sus instalaciones para producciones audiovisuales, según el proyecto de una organización internacional. La novedad es una sana excusa para admirar el diseño de la obra.