Clásicos de Arquitectura: Frank Lloyd Wright en las alturas

La próxima vez que capte el aroma de un ambientador Glade o evada mosquitos gracias a Off!, piense en Frank Lloyd Wright. Su edificio de 1950 para la Torre de Investigación SC Johnson en su sede en Racine, Wisconsin, fue el hogar de invención de muchos de esos productos.

Un compromiso empresarial con la innovación, combinada a la inclinación de Wright para un diseño visionario, arrojó una estructura pionera. Una expansión de la sede junto al edificio de la administración generó un espacio moderno de trabajo y sistemas estructurales biomiméticos. Las losas en voladizo nacen desde un núcleo de hormigón, “la raíz principal”, y las bandas de tubos de ladrillo y vidrio cristalino encierran los espacios de laboratorio.

Herbert Fisk Johnson y Wright formaron una estrecha relación, facilitando la libertad de diseño sin precedentes para el arquitecto. Johnson previó un edificio “en el que la belleza y la función se combinan de manera tan espectacular, que se convierte en una fuente de inspiración para los hombres y mujeres que trabajan en él.”

Conectada con la Administración por un puente, la Torre de Investigación se eleva 153 metros y desciende 54 bajo tierra. La entrada principal se encuentra cerca del estacionamiento, debajo del edificio. Después de tomar un ascensor cilíndrico para el segundo nivel, un puente delgado enfundado en un arco de tubos de vidrio conduce a los laboratorios. La masa vertical, compacta, y herméticamente en espiral se eleva en contraposición con la horizontalidad expansiva del edificio de la administración.

Si bien la torre tuvo críticas favorables desde el diseño, sus ocupantes dieron una opinión variada. La naturaleza vertical de la torre casi impide la interacción casual, y un lento ascensor se detiene en todos los pisos. Además, la baja altura del techo adyacente al núcleo se pone en conflicto con el uso del equipamiento. A medida que el número de empleados y equipos de producción de calor aumentó, el edificio era cada vez más difícil de calentar o enfriar.

En 1982, SC Johnson abrió otro centro para albergar a su departamento de investigación. La torre fue casi abandonada debido a cuestiones de seguridad por su bajo número de salidas de emergencia. Sin embargo, la empresa SC Johnson ha mantenido la visión y los detalles de Wright. En 2013 la torre fue restaurada, sustituyendo más de 21.000 ladrillos y 5.800 tubos de Pyrex. Tres niveles de los quince se encuentran actualmente en uso como oficinas y sala de exposiciones. A partir de mayo de 2014, la torre fue abierta de nuevo para visitas públicas.

Una obra que sigue maravillando, sorprendiendo y enseñando —desde sus errores y aciertos— como todo lo realizado por este magnífico arquitecto norteamericano.

El curioso ranking de las ciudades más inspiradoras del mundo

La fachada de la Pasión de la Sagrada Familia de Barcelona se prevé que quedará lista en aproximadamente dos años, y se analiza la posibilidad de que incluya el monumento que Antoni Gaudí proyectó para homenajear al obispo catalán y su amigo personal, Josep Torras i Bages.

Así lo anunció el coordinador de las obras desde 1985 hasta 2012, actual director emérito y coordinador del templo, Jordi Bonet, en el marco del “I Congreso Internacional Antoni Gaudí”, celebrado en la Universitad de Barcelona con un centenar de expertos mundiales.

El proyecto, de 20 metros de altura, se basa en tres patas correspondientes a las virtudes teologales –Fe, Esperanza y Caridad–, llevado a cabo gracias a la copia de uno de los dibujos del arquitecto catalán que no se perdieron con la quema de su estudio, en 1936.

Bonet ha estudiado la proporción del homenaje a Torras y Bages y constatado que sigue las leyes geométricas gaudinianas, con proporciones de 7,5 metros, 7,5 metros y 3,75 metros, o bien cinco veces 3,75, y aseguró que podría estar listo con el final de las obras de la fachada de la Pasión, en 2016.

Bonet ha aprovechado, además, el congreso para mostrar una imagen inédita del arquitecto catalán, fechada en 1925, fruto de una película filmada en el Monasterio de Monterrat, donde se ve un Gaudí “sonriente”. También ha reivindicado la “fama de santo” del considerado “arquitecto de Dios” y “poeta de la piedra”, y ha remarcado que tanto si finalmente se lo canoniza o no a Gaudí como santo, el proceso habrá servido para profundizar en su vida y obra.

La fachada de la Pasión es la segunda que se construyó, siguiendo el proyecto original de Gaudí. El arquitecto dejó sólo apuntada la parte decorativa y previó que las generaciones futuras harían alguna intervención según los gustos estéticos del momento. Recibe este nombre porque representa la Pasión de Jesús, escenificada en las doce estaciones del Vía Crucis, elaborado con conjuntos escultóricos de gran dramatismo e intensidad emotiva. Está orientada al oeste y recibe los últimos rayos del sol, disposición que acentúa el efecto simbólico de oscuridad y penumbras. Igual que las otras fachadas, incluye tres accesos y cuatro campanarios.

El premio Stirling a un teatro del pueblo

El nuevo Teatro Everyman de Liverpool, de Haworth Tompkins, ha ganado el codiciado premio “RIBA Stirling 2014” al mejor edificio del año. Al cumplir su 19º año de entrega, el RIBA Stirling es el premio de arquitectura más prestigioso del Reino Unido. La obra reemplazó a un histórico edificio de Liverpool, con una propuesta novedosa y contemporánea, pero manteniendo el espíritu de su antecesor.

El Teatro Everyman abrió sus puertas en 1964, utilizando la cáscara de una capilla del siglo XIX en una de las principales calles de esa ciudad inglesa. La decisión de tirar el teatro abajo y sustituirlo por uno nuevo ha sido un proyecto de nueve años para Haworth Tompkins, quien ha respondido con pericia a un reto difícil: el de crear un edificio nuevo y sostenible, conservando y revitalizando las características más apreciadas de su predecesor. El autor se encargó de asegurar que el alma del Everyman, su informalidad y la virtud de ser considerado parte de la comunidad, se mantuviera o trasladara al nuevo edificio. “El éxito de este edificio radica en la estrecha participación del arquitecto con la comunidad durante todo el proyecto. Tompkins han conseguido el equilibrio perfecto entre la continuidad y el cambio para ganar los corazones y las mentes de la gente de Liverpool con el nuevo Everyman. Es un ejemplo de cómo construir un gran edificio público, atrevido, audaz y altamente sostenible, en un centro histórico”, señalaron los encargados de otorgar el galardón.

Tompkins entregó una obra sostenible técnicamente –utilizó el 90% del material del antiguo edificio– y con niveles de accesibilidad para un teatro. “Ha vencido todos los retos con celo e imaginación para crear algo hermoso, funcional y que suministra alegría”, agregaron.

El nuevo edificio cuenta con 400 asientos, con espacios de actuación más pequeños, sala de ensayo, vestíbulo, cafetería y bar junto con el apoyo de oficinas y espacios auxiliares.

Su característica más discutida (y singular) son los brises metálicos grabados en su fachada con 105 figuras, basados ??en fotografías de habitantes de Liverpool. La propuesta tuvo sus críticas, pero terminó siendo aceptada por los habitantes de la ciudad.

Las buenas formas de la Biblioteca de Israel

Se ha dado a conocer el proyecto del estudio suizo Herzog & de Meuron para la sede de la Biblioteca Nacional de Israel, en Jerusalén. En colaboración con el estudio de Tel Aviv Mann Shinar, los suizos continuarán el diseño para que la construcción comience en 2016 y finalice en 2019. Situado cerca del Museo de Israel, el Museo de la Ciencia, la Universidad Hebrea y el edificio de la Corte Suprema, el nuevo volumen de 34.000 metros cuadrados estará coronado por un cuerpo curvo de piedra –con una gran apertura cenital–, en contraste con los ventanales de la parte inferior. Contará con seis plantas, cuatro de las cuales bajo tierra, albergando, además de la biblioteca pública, una sala multifuncional para actividades culturales y educativas, un centro de investigación y el archivo. Esta obra es un ejemplo valioso de las propuestas arquitectónicas que están marcando la arquitectura en los primeros años del siglo.

Un Centro Infantil de buenos reflejos

Los Servicios Infantiles de West Limerick proporcionan apoyo a niños con discapacidad intelectual, física o sensorial, para promover y mejorar la integración en la comunidad. El centro de West Limerick está ubicado dentro de un complejo de Newcastle West.

Construido con un presupuesto limitado, contiene salas de terapia para diversas disciplinas, espacio para oficinas, almacenamiento y alojamiento auxiliares. Los espacios para terapia, consultas y oficinas están ubicados a lo largo de un anillo exterior, servido por espacios altos de circulación, iluminados, con un núcleo de funciones auxiliares en el centro.

Los requisitos de una paleta de colores restringida para espacios internos condujeron a enfocarse en la luz natural. Los espacios se benefician con una luz rica y variada, una mezcla de luz de bajo nivel, desde el jardín, y de alto a través de un tragaluz desde el pasillo.

El perímetro está vidriado en todos los lados, permitiendo una relación abierta e inclusiva con el sitio. Un ritmo de parteluces unifica el acristalamiento externo, de modo que las habitaciones individuales no se identifican fácilmente a partir de la totalidad. Un voladizo de la fachada sur evita el sobrecalentamiento, al excluir la luz del sol directa en el solsticio de verano.

Sobre el acristalamiento perimetral, la fachada de aluminio pulido establece una relación entre el espectador y el entorno, mediante la yuxtaposición de reflejos transitorios del cielo.

Remodelarán la pirámide del Louvre

Desde la construcción de la Pirámide del Louvre, en 1989, el tradicional museo de París ha tenido un aumento exponencial de asistentes. Aquel año lo visitaban 3 millones de personas anualmente. En la actualidad el número llega a 9 millones y para 2025 se esperan más de 12 millones.

Para responder al crecimiento, la entidad invertirá 5,3 millones de euros en un proyecto para su histórica pirámide -principal acceso del público-, buscando generar un lugar más confortable y silencioso.

El éxito del lugar logró aumentar las filas de espera en torno a la icónica pirámide proyectada por el arquitecto Ieoh Ming Pei (1917), saturando algunos servicios. Las obras tendrán como objetivo reorganizar el local y descongestionar el atrio, de modo de lograr un ingreso más calmo.

La meta es además convertir el museo en una exposición inteligible para personas de todo el mundo: se añadirán señalética y los paneles informativos de las 404 salas serán trilingües (francés, inglés y español).

Las obras finalizarán en 2017 y el museo permanecerá en funcionamiento durante ese período.

Estacionamientos Adornados

En el mundo de hoy, el automóvil determina en gran medida cómo se configuran nuestras ciudades. En este contexto, los estacionamientos se multiplican, se hunden bajo edificios, se extienden como playas de cemento o se elevan en altura.

La arquitecta italiana Teresa Sapey ha decidido estudiar estos espacios, repensando y rediseñándolos, buscando aportarles una mejor estética y darle calidad.

Su primer trabajo fue en el estacionamiento del Hotel Puerta de América de Madrid, edificio del cual participaron arquitectos como Zaha Hadid y Norman Foster. Teresa tomó la tarea de mejorar sus estacionamientos, el espacio menos pensado.

Apostando por una gráfica simple, de colores fuertes, tomó prestadas algunas frases del poema “Libertad”, de Paul Éluard, las que quedaron plasmadas entre los automóviles. “Los garajes son un espacio urbano al que no se le presta atención. Me fascina cómo un lugar funcional puede, a la vez, apelar a la parte emocional del individuo”, reflexiona.

De esta forma convierte a estas áreas residuales en focos de atracción y espacios de arte. En ocasiones, sus intervenciones sobresalen para ampliar su influencia, haciéndose urbanos.

Es el caso del Car Park del barrio de Chueca, en Madrid. Ahí, el color rojo sale a la superficie para marcar su presencia, logrando que la luz del sol ingrese al subsuelo, citando versos de la Divina Comedia de Dante Alighieri.

“El estacionamiento tiene un sistema especial de señalética por medio de sensores de luz. Piezas de video arte muestran partes del cuerpo humano proyectándose en las paredes y fotografías de autor con secuencias de la población local”.

Teresa ocupa estas áreas para enviar un mensaje: “la cultura para todos, las imágenes de besos anónimos y humanos, un lugar que se desprende del sentido de la soledad urbana y territorial”.

Al ritmo de sus entornos

Un proyecto realizado por el estudio MVRDV en París, Francia, se encuentra entre dos redes urbanas completamente diferentes: el tejido de la ciudad, densa de manzanas y calles; y el urbano, suelto, con una clara infraestructura definida. El diseño se basa en el programa solicitado y el ahorro de energía, dando como resultado un espacio muy flexible, con tres núcleos y un vestíbulo central.

El edificio está situado en un antiguo terraplén ferroviario de 4.000 m² y su volumen se ajustó a las restricciones del sitio, en forma de losa de 150 m de largo por 21 de ancho. Una abertura conserva la vista de un edificio histórico, a partir de una ventana urbana que la losa “empuja”, creando una distorsión de los pisos, con múltiples terrazas a las que se accede desde las áreas de trabajo o las escaleras, generando un ambiente agradable para relajarse.

El edificio tiene dos caras: una calma, en diálogo con el tejido urbano de la zona norte de París, y otra más dinámica, orientado al sur, y aparece envuelto con una piel de madera y las ventanas formando una cinta rítmica.

Cerca de 300 paneles fotovoltaicos en el techo generan energía que se aplicará en el circuito de aguas grises. Veintidós colectores térmicos solares producen el 45% de la energía necesaria para calentar el agua.

Artistas y policías en un espacio común

Fruto de un concurso internacional celebrado en 2011, el arquitecto Jean Nouvel y el estudio MDW Architecture de Bruselas resolvieron la nueva comisaría de Charleroi y la ampliación y mejora de la pequeña villa que aloja a la compañía de danza de esa ciudad belga. La actuación contempla la rehabilitación de antiguas edificaciones en ladrillo y la demolición de algunas de ellas, generando una plaza pública que enlaza visualmente el conjunto a través de un pavimento rojizo. Ahí se sitúa la torre de oficinas de la comisaría, nuevo hito urbano, de planta elíptica y 75 metros de altura, envuelta con ladrillos en tonos azulados, evocando los uniformes de la policía. La sede policial está compuesta por tres edificios: la construcción vertical y dos alas preexistentes rehabilitadas. Una imagen completamente distinta para este tipo de usos, resuelta con altura y con el valioso contraste entre lo contemporáneo y el histórico ladrillo.

La Biósfera de Montreal: primer canto a la sostenibilidad

Buckminster Fuller (1895-1983), fue un verdadero adelantado en su búsqueda de armonizar obras y recursos. La arquitectura, en su visión, fue pensada para existir en estrecho contacto entre la humanidad y la naturaleza, jugando el papel más importante de la civilización promoviendo su gestión el uso responsable del medio ambiente. Fue a partir de este contexto social y filosófico que Fuller concibió la Biosfera de Montreal, el pabellón de los Estados Unidos para la Exposición Mundial de 1967. Su obsesión con este tipo de estructuras surgió de sus intereses en la eficiencia de los materiales, la integridad estructural y la modularidad, ingredientes clave para una intervención de diseño sostenible y replicable. Implementando estas cúpulas en todas partes, desde restaurantes a instalaciones militares, la estructura versátil alcanzó un gran desarrollo.

De todas las cúpulas de Fuller, la biosfera es la más espectacular. Con un diámetro de setenta y seis metros, domina completamente la isla. El volumen que contiene es tan amplio que se ajusta al edificio de la exposición, de siete pisos, con los diversos elementos programáticos. En medio de otras atracciones, incluyendo el Pabellón Alemán de Frei Otto y el icónico Hábitat 67 de Moshe Safdie, la Biosfera reinaba, atrayendo 5.300.000 visitantes en los primeros seis meses desde su apertura.

Geométricamente, es un icosaedro, una forma de 20 caras formada por la intercalación de pentágonos en una rejilla hexagonal. La claridad de esta forma se confunde por la fragmentación de sus caras, que se subdividen en una serie de triángulos equiláteros. Como resultado, la composición total es sustancialmente más esférica que un icosaedro, y las unidades más pequeñas crean una complejidad visual deslumbrante a través de su repetitividad. Esta estructura reticular se creó de tubos de acero de tres pulgadas, soldados en las articulaciones, y adelgazamientos suaves hacia la parte superior de la estructura.

Originalmente enfundada en una membrana delgada de acrílico, la misma resultó destruida por un incendio en 1976; por eso, la obra original era más opaca y visualmente más sólida que hoy. Sin embargo, su actual desnudez estructural crea una transparencia muy legible que revela el ingenio de Fuller. Desde fuera del edificio, las líneas de visión penetran la cáscara en dos superficies sin diferenciar materiales, una lectura continua de superficies interiores y exteriores como facetas de un único tejido estructural curvado. La Biosfera personifica la idealización de Fuller respecto a la promesa de la tecnología, un ejemplo de cómo los arquitectos podían ejercer y desplegar los instrumentos de innovación para crear especies de máquinas hiper eficientes para el bien de la humanidad. Después del incendio de 1976, la Biosfera fue abandonada y cerrada hasta 1990, cuando fue comprada por el gobierno canadiense y reutilizada como un espacio de exposición ambiental, dedicada a promover el ecosistema de los Grandes Lagos. Fue un merecido homenaje a Fuller, reconocido como uno de los primeros arquitectos en llevar el concepto de sostenibilidad. El renacimiento de la Biosfera rinde tributo a la voluntad de Fuller en servir a la naturaleza y la humanidad.

Monumentos para no olvidar

Siempre es un desafío diseñar monumentos evocativos de hechos o personas que han marcado la historia. Porque no se trata sólo de recordar esos signos, sino también de no olvidarlos y de reflexionar sobre ellos.

Para conmemorar el Centenario del comienzo de la I Guerra Mundial, se ha erigido un monumento elíptico de hormigón oscuro en Notre Dame de Lorette, vecino al cementerio militar más grande de Francia, en la región Norte-Paso de Calais. Concebido por el estudio parisino de Philippe Prost, se trata de un anillo con un perímetro de 328 metros, simbolizando la unidad y la eternidad.

En los paneles metálicos que cubren su interior están inscritos, en orden alfabético, los nombres de 579.606 combatientes, de diferentes nacionalidades, caídos en los campos de batalla de esa región francesa. Con la intención de evocar la fragilidad de la paz, parte de la estructura permanece suspendida, a 60 metros de altura.

Algas en una autopista

Durante la realización del festival Villes et Champs, en Ginebra (Suiza), el grupo Cloud Collective participó con una intervención que consistió en instalar una serie de tubos en un puente sobre la autopista Route du Pont Butlin, los cuales permiten capturar parte de los gases contaminantes que emiten los vehículos y que, sumado a la energía solar, producen algas en un entorno poco común.

Los tubos quedaron conectados a bombas de agua que, a su vez, funcionan con la energía que le entregaban unos paneles solares. Esta combinación generó algas capaces de filtrar el aire para producir biomasa e, incluso, como base de alimentos y cosméticos.

La obra tuvo como objetivo demostrar que lugares poco amigables con el medioambiente se pueden aprovechar de otras formas. Así, la instalación cumple con la idea de investigar la relación entre los espacios urbanos y rurales en el contexto de la expansión que está viviendo Ginebra.

Esta especie de “huerto urbano” permaneció en el puente durante seis meses, y quienes pasaban por el lugar podían entender cómo funcionaba la instalación a través de varias infografías.