El sitio de la construcción del sur argentino
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Centro Histórico y cultural
Gracias a un proyecto realizado por profesionales de la Dirección General de Construcciones de la Universidad Nacional del Sur, se obtuvo un subsidio para recuperar la histórica casona donde funcionaran la Escuela de Comercio y el Instituto Tecnológico del Sur. Se creó allí un Centro Histórico y Cultural.
Por sus características arquitectónicas, el edificio recuperado se asemeja a muchos otras –existentes y demolidas- de la ciudad. Sin embargo, su vinculación a diferentes e importantes momentos de la historia educativa bahiense lo convierten en un edificio muy especial: en él funcionó la Escuela Nacional de Comercio, primera escuela secundaria estatal de la ciudad. Luego, en 1948, fue sede del Instituto Tecnológico del Sur, antecesor y base de la Universidad Nacional del Sur.
Ficha Técnica | |
---|---|
Obra: | Centro Histórico y Cultural |
Constr. Original | Antonio Gerardi |
Proyecto de Rec.: | Dirección Grl. de Construcciones UNS Arquitectas: Lía Costa, Alvarez Verónica Rivero y Laura Villalobos |
Empresa Constructora | Consurpyme Ingeniería S.A. |
Estudio Varela Ing. Horacio A. Varela Ing. Gabriel R. Hernando | |
Ubicación: | Rondeau 29, B. Bca. |
Sup. del terreno: | 1.838,60 m2 |
Sup. a intervenir: | 458,49 m2 |
Sup. de fachada a intervenir | 182 m2 |
Plazo de la obra | 6 meses |
El legado de Gerardi
Antonio Gerardi, oriundo de Cosenza (Italia) inició su actividad en Bahía Blanca en 1882 con la materialización de una obra del arquitecto Alejandro Christophersen, el antiguo Banco Nación (hoy Aduana) situado en la esquina de avenida Colón y Estomba. Posteriormente, en 1908, construyó la Usina de Gas de Villa Rosas, el edificio del ex Banco Español (actual Bolsa de Comercio, en avenida Colón y Chiclana) y el Palacio de “La Previsora”, en Alsina y San Martín, que llega a nuestros días con importantes mutilaciones de su lenguaje inicial, el art Nuveau. Junto con sus hijos desarrolló una importante empresa, que materializó además de las obras ya citadas el Club Hotel de Sierra de la Ventana, hoy derruido y presa del abandono.
Ahora, el histórico solar de Rondeau 29 fue recuperado gracias a un subsidio de aproximadamente 1,2 millones de pesos aportado por la Secretaría de Políticas Universitarias, luego de permanecer más de tres décadas en desuso.
Se creó allí un Centro Histórico y Cultural destinado a congresos, conferencias, jornadas de actualización o capacitación, y sus salas serán usadas como auditorios, museo, teatro, espacios de exposiciones, y otros destinos.
El equipo de trabajo estuvo integrado por las arquitectas Lía Costa Alvarez, Verónica Rivero y Laura Villalobos, con la colaboración de los ingenieros Gustavo Virgili, Juan Console, Gustavo Majka y Francisco Castro, todos profesionales de la Dirección General de Construcciones de la U.N.S. En el proyecto de recuperación se definió la creación de tres salas multiusos, una sala para exposiciones, una recepción, oficinas administrativas, depósito, sanitarios generales y privados, vestuario y cocina.
Propuestas de intervención
La superficie a intervenir fue de 458 metros cubiertos, sobre un total de 538 metros existentes; a los que se suman 182 metros cuadrados de fachada. Las funciones se disponen en torno al patio central, definido por las galerías e iluminado a través de la cubierta vidriada original, que con su estructura metálica corrediza permite la ventilación de los locales.
Las salas destinadas a diversas actividades según descripción anterior se equiparán con servicios básicos de audio, video, datos e iluminación adaptable a diferentes requisitos. También se realizó la renovación total de las instalaciones existentes (sanitaria, eléctrica, pluvial y gas) y se agregó las correspondientes a climatización y redes.
Según las arquitectas intervinientes en el proyecto, “La obra presentaba diferentes patologías, y las propuestas de abordaje se han definido de acuerdo a la posibilidad de recomponer sus elementos originales, reconstruirlos respetando su estilo, o reemplazarlos conservando la unidad estilística y arquitectónica, especialmente en la fachada”. “A través de la apertura de la fachada de frente y contrafrente se buscó, además, accesos de dimensión adecuada, una perspectiva que, atravesando el volumen principal del edificio, permita alcanzar el espacio verde ubicado en el centro de manzana, en el cual se podrán desarrollar actividades al aire libre”. “Todas las obras contemplan el concepto de accesibilidad universal. De este modo se ha resuelto el acceso al edificio mediante una rampa de pendiente adecuada, y se ha desarrollado el interior en un solo plano, evitando los desniveles. Se incorporaron, además, sanitarios adecuados para personas con discapacidad, y se contemplaron texturas y señalización acorde para disminuidos visuales y no videntes”.
Descripción de las tareas realizadas
- • Refuncionalización de locales, construcción de sanitarios y espacios de servicio.
- • Trabajos en cubiertas, aberturas, recuperación de fachada, pintura, revestimientos y albañilería general.
- • Instalación completa de obras sanitarias, pluviales, gas, electricidad y alarma, aire acondicionado frío/calor, red de datos, telefonía y señalética.
Un edificio con historia
La construcción del edificio data de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Su destino original fue el de casa de renta y posteriormente fue alquilado a su propietario para instalar la Escuela Superior de Comercio, que funcionó allí hasta 1948, cuando se mudó a su sede de 11 de Abril y Zapiola. El edificio fue alquilado entonces por el flamante Instituto Tecnológico del Sur, que comenzó ese año el dictado de sus clases. Finalmente fue empleado por la Universidad Nacional del Sur para diversas funciones administrativas y académicas hasta mediados de la década de 1970. Se encuentra declarado Monumento Histórico Provincial, como sede del Rectorado del Instituto Tecnológico del Sur, por la Ley 13147/2003 En la producción local era común que este tipo de construcciones fueran desarrolladas por constructores e idóneos en su mayoría italianos. No existen datos de otros profesionales intervinientes más que el del constructor, Antonio Gerardi, lo que permite suponer que el proyecto fue de su autoría.
El edificio se ubica en un lote de 30,40 metros de frente sobre calle Rondeau y 60,48 metros de fondo lindante con otro lote similar, también propiedad de la Universidad con frente sobre calle Gorriti. Así se conforma un terreno pasante, que permite la comunicación de las dos arterias, constituyendo la calle Rondeau el límite del área de inventario Centro Histórico.
En el solar existen dos construcciones. La que se recuperó es una tradicional “casa de patio” tipología de origen romano trasplantada a las colonias desde el mundo mediterráneo en el siglo XVI. La otra responde a la subdivisión de la casa de patio por la mitad, dando origen a la casa de “semipatios” (llamada habitualmente “chorizo”), tipología muy difundida en nuestras ciudades como consecuencia del crecimiento poblacional y densificación de la planta urbana. Ambas construcciones conforman una fachada integrada, de estilo “italianizante”. La construcción posee valor histórico-cultural por varios aspectos: el temporal, dado por su antigüedad mayor a un siglo; por estar vinculado a distintos hechos de relevancia para la historia local; por permanecer en la memoria colectiva de varias generaciones que cursaron estudios medios y superiores en ella; y por tratarse de una obra de un constructor de relevante trayectoria y actividad en la ciudad y la región.
Asimismo, se le atribuye valor paisajístico porque forma parte de un conjunto particular de obras muy próximas al centro histórico, en una cuadra de edificaciones con características muy definidas.
Cabe agregar que el edificio original posee valor artístico y arquitectónico porque tiene una tipología muy definida en sus aspectos formales, constructivos y ornamentales. Si bien su estado de conservación no era bueno, se pudo recuperar y conservar los elementos que le otorgan su identidad histórica.